Obispo Báez critica el "canibalismo verbal" desde redes sociales y advierte a los que se atacan que "terminarán destruyéndose mutuamente”

El obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, llamó a los católicos a entender que los enemigos de un individuo “no son los que piensan diferente (a él), sino las estructuras de poder que nos oprimen a todos por igual”. Este domingo ha dedicado su homilía para criticar a los que han asumido un "canibalismo" desde las redes sociales, aunque no dijo nombres en concreto.

En la misma reflexión, el religioso llamó a los seguidores de la Iglesia a evitar “ser promotores de controversias estériles”, al mismo tiempo criticó a quienes bajo perfiles falsos en redes sociales, atacan a otros, los ofenden y les restan méritos.

Los consejos del religioso llegan en momentos en que Nicaragua cumple cinco años de una severa crisis de derechos humanos desde que Daniel Ortega y Rosario Murillo, su esposa, decidieron que ellos debían gobernar al país. Para lograrlo han matado, secuestrado, apresado y expulsado del país a quienes se les oponen.

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Los últimos desterrados son 222 excarcelados políticos, que amenazaron con competirle el poder en noviembre del año pasado. Pese a tener el mismo adversario, a muchos de esos opositores que pasaron más de un año en prisión, se les ha hecho difícil hacer un bloque contra la dictadura y publican sus controversias en redes sociales, por lo que lo dicho por el religioso, es también un llamado para ellos.

"A EVITAR CANIBALISMO VERBAL"

Monseñor Báez , amplió su reflexión. Advirtió que en la actualidad, la gente vive un “canibalismo verbal” que causa mucho daño. “Vivimos en una cultura del canibalismo verbal donde nos comemos a los demás con la murmuración”, señaló.  

“El menú preferido para muchas personas es comerse a los demás con el chisme o la palabra hiriente. Hoy nos hemos refinado más, creando perfiles falsos o anónimos en las redes sociales, para comernos a los demás, denigrándolos, ofendiéndolos y calumniándolos”, criticó el religioso, que para llamar a la reflexión de los creyentes, citó las palabras de San Pablo en la carta que escribió a los miembros de la iglesia primitiva de Gálatas.  “Si se muerden y se devoran unos a otros, tengan cuidado, porque terminarán destruyéndose mutuamente”, mencionó.

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El prelado recordó que en la eucaristía, Jesús “nos alimenta para que también nosotros, alimentados por él, seamos pan para los demás. Estamos llamados a alimentarnos unos a otros, sostenernos con amor, cuidarnos con ternura, levantarnos si estamos caídos, darnos esperanza”, comentó.

El NECESARIO ALIMENTO INTERIOR

Monseñor Báez recordó que en el desierto, el pueblo de Israel aprendió a depender de Dios, a alimentar su interior, a no solo depender del pan material, sino del pan espiritual. “Necesitamos algo más que pan material, anhelamos un alimento interior que nos haga fuertes y nos permita caminar con esperanza. Sin alimento interior la vida corre peligro”, advirtió.

El religioso dijo que en este tiempo, el maná es Jesús. “Es pan bajado del cielo que nos sana, nos perdona, nos fortalece y nos da vida”. “Al alimentarnos de Jesús ---agregó --en el único pan eucarístico, aun siendo distintos, nos sentimos impulsados a amar, escuchar, respetar y valorar a los demás. Alimentados con la eucaristía casi espontáneamente dejamos de ser rígidos y duros para ser comprensibles y cálidos, dejamos de ser egoístas para ser caritativos y solidarios”.

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Señaló que “la presencia real de Cristo en la eucaristía es el alimento de la unidad del cuerpo de la Iglesia y es también la fuerza que nos empuja a rehacer el tejido social roto por el odio y la confrontación. No podemos recibir a Cristo en la eucaristía y al mismo tiempo ser promotores de controversias estériles, como tampoco podemos recibir la eucaristía y tolerar la injusticia o aceptar la impunidad”, señaló.