Familia de anestesióloga en vilo tras hallazgo de llaves, ropa y una faja que sospechan le pertenecían

A 72 horas del hallazgo de una osamenta cerca del lugar donde vivía la anestesióloga Aracely Varela Bonilla en San Juan del Sur, Rivas, las autoridades mantienen el hermetismo. Mientras en León, las esperanzas de sus familiares se diluyen luego de reconocer varios objetos encontrados en el lugar: llaves, ropa, una faja, cabello y un cargador de un teléfono celular, confían a DESPACHO 505 personas allegadas a ellos.

Los familiares de la anestesióloga desaparecida en San Juan del  Sur la noche del pasado 16 de febrero fueron citados al Instituto de Medicina Legal (IML), para que reconocieran los objetos que estaban junto a la osamenta hallada en un predio cercano al lugar donde residía la médica.

De momento, el IML se reserva los resultados del reconocimiento hecho por los familiares, así como el de los análisis de ADN realizados a la osamenta y al cabello encontrado al caer la tarde del pasado lunes,  lo cual aumenta la expectativa sobre si corresponden a la médica de 51 años.

Pese al hermetismo con el que la Policía ha tratado el caso, allegados de la anestesióloga aseguran que los objetos encontrados cerca de la osamenta fueron reconocidos por los familiares, pero falta la confirmación de los análisis forenses.

"La Policía nos pidió guardar silencio, no hablar con nadie, pero la gente tiene que conocer la verdad", comentó un allegado de la familia bajo anonimato.

Detalló que la osamenta fue encontrada a unos 600 metros en dirección sureste del  Juzgado  Local de San Juan del Sur, en medio de un predio montoso que  se localiza detrás del barrio José Alberto Baberena y que se conoce como Sonzapote.

EL HALLAZGO 

La doctora Varela Bonilla se había trasladado a ese lugar hace más de  más de cuatro años para trabajar como anestesióloga del hospital de esta ciudad turística.

La osamenta  fue encontrada por una mujer que ingresó  a  Sonzapote a buscar leña la tarde del lunes y quien al ver que los restos óseos eran humanos acudió a la estación policial a reportarlo.

Según los lugareños, la osamenta estaba incompleta, le faltaban los huesos de las extremidades  superiores e inferiores y  estaba aproximadamente a 400 metros de las casas del barrio José Alberto Baberena y a unos 50 metros de una calle que une la carretera de San Juan del Sur con el barrio Las Delicias.

Cerca de la osamenta también  se encontró ropa interior, una blusa negra y unas llaves, entre ellas una que era de la puerta de la habitación que rentaba la doctora frente al juzgado de San Juan del Sur.

La anestesióloga fue vista por última vez a eso de las 7 de la noche del 16 de febrero, cuando salió de su habitación para ir a cenar tajadas con carne asada en compañía de un ingeniero al que había conocido recientemente.

Al salir de su habitación, la anestesióloga llamó por teléfono a su amiga Angélica Martínez para contarle sobre su cita. Supuestamente el amigo de la doctora la esperó en una moto a unos 60  metros de distancia de la casa donde alquilaba una habitación y luego tomaron en dirección a la carretera.