Gioconda Belli y Sergio Ramírez en Madrid: “No nos pueden exiliar de la lengua”
Los escritores nicaragüenses desterrados por el régimen fueron homenajeados por la Casa de América en Madrid desde donde expresaron un mensaje de cambio en Nicaragua.
- marzo 22, 2023
- 09:45 AM
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MADRID, ESPAÑA— Sergio Ramírez y Gioconda Belli, dos gigantes de la literatura nicaragüense, han contado cómo viven su exilio en Madrid, España. “Si no hubiera sido por la enorme solidaridad que hemos recibido, me hubiera muerto de tristeza”, dijo Belli. En los últimos meses los intelectuales han hablado más de política que de literatura tras ser despojados de su nacionalidad y confiscados por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En un conversatorio - homenaje que organizó la Casa de América en Madrid, ambos mostraron su esperanza de cambio en Nicaragua y reflexionaron sobre lo que implicó dejar sus vidas en el país. “Veo mi regreso en vías de ser distinto, no voy a vivir aislado”, dijo Ramírez quien se niega a volver a un Nicaragua que no cambie. “Me interesa la Nicaragua que esté en proceso de cambiar”, agregó el Premio Cervantes 2018.
La Nicaragua a la que Sergio Ramírez anhela volver es una en la que Carlos Fernando Chamorro informe a través de su medio Confidencial, en la que monseñor Silvio Baéz oficie misa en Managua; en la que el diario La Prensa no esté confiscado y monseñor Rolando Álvarez esté en su Diócesis de Matagalpa.
Belli, por su parte, también compartió su deseo de que “esta noche oscura” que es el exilio “no se vuelva a repetir”. En su intervención, pensó en sus perros que aún no encuentra quien los adopte y en los pájaros que cantaban en su casa de Managua con vistas a la ciudad. “Me encantaría pensar que voy a recuperar mi casa, porque el paisaje de mi casa es algo que me hace falta”, dijo.
El duro exilio de Gioconda Belli ha quedado reflejado en su poesía en la que recuerda a los pájaros de su casa. Hay días también en los que despierta y se pregunta dónde está. No está en Managua rodeada de vegetación, sino en Madrid “viendo pasar” esta gran urbe europea. “¡Qué maravilla, Madrid es precioso”, dice minutos antes de provocar carcajadas al revelar que extrañar sentarse en su terraza a tomar Ron Flor de Caña.
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Ambos escritores han respondido cómo transcurre su nueva vida ahora en Madrid. Sergio Ramírez escribe todas las mañanas y poco a poco rearma una biblioteca. “Eso de que la vida sigue no es un lugar común, como escritor una carga su propia biblioteca de escritor como los caracoles. Por el hecho de estar exiliado no voy a perder mi escritura. Organizo mi vida alrededor de la escritura. Soy escritor. Sobrevivimos gracias a la escritura, nadie me puede exiliar de mi lengua”, dice, al tiempo que Belli asiente.
El destierro al que lo sometió el régimen es visto por Ramírez como una muestra de que está contra la pared. En esa línea recuerda cómo Ortega rechazó la petición de liberación de presos políticos que hicieron los gobiernos de izquierda de Argentina y México, y posteriormente Colombia. “No solo los rechaza sino que se enemista con los gobiernos”, dice, pero “de repente se los entrega al enemigo imperialista contra el que despotrican todos los días”.
Ramírez parafraseó al poeta Rubén Darío para explicar cómo la realidad de Nicaragua impacta en su literatura y en su vida, al afirmar que “se ocupaba de la política porque esta es universal”. “Es difícil ser ajeno al relato político, porque la realidad que se te ofrece es sustancialmente política, no podría haber sido yo un escritor de historia de marcianos, uno no puede escaparse, uno se ocupa de la política al escribir porque no tiene otra realidad”, manifestó el escritor.
Mientras tanto, Belli expresó que olvida que la política es parte de su vida pero “no toda nuestra vida”. Es por eso que no permite que un dictador le arruine la vida o le haga acabar con la inspiración de escribir. “Hay cosas en la vida que son retos que, al contrario de lo que parece, te sacan fuera otras cosas que has tenido ahí”, dijo.