La oposición confía en que España ponga el foco en Nicaragua al asumir la Presidencia de la UE
El país ibérico impulsa una alianza entre Bruselas y América Latina en el marco de la presidencia de la Unión Europea que asumirá el 1 de julio. “El relanzamiento de las relaciones entre el bloque europeo y los países latinoamericanos volvería a poner el tema de Nicaragua en la agenda”, dice el analista Tiziano Breda.
- marzo 20, 2023
- 01:34 AM
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Desde el año pasado, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, impulsa la idea de relanzar las relaciones entre América Latina y la Unión Europea (UE) aprovechando que su país asumirá la presidencia itinerante de la UE. Está contemplada una Cumbre de Europa con América Latina en julio de 2023 y desde Madrid se defiende que hay que reforzar una alianza duradera a ambos lados del Atlántico, lo que despierta optimismos entre líderes de la oposición de Nicaragua porque significa que la crisis nicaragüense podría llevarse al seno del Consejo de la Unión Europea, y por tanto presionar al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
España fue uno de los primeros países en ofrecer la ciudadanía española a los 316 nicaragüenses que fueron declarados traidores a la patria y despojados de la nacionalidad por el régimen en febrero pasado. También, desde 2018, ha mantenido críticas constantes lo que ha llevado a tensar las relaciones diplomáticas entre Managua y Madrid, al punto que Pedro Sánchez llamó a consultas a su embajadora.
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Tiziano Breda, investigador para el Istituto Affari Internazionali (IAI), opina que al presidir España la Presidencia de la UE podría suponer un relanzamiento de las relaciones entre el bloque europeo y los países latinoamericanos y volver a poner el tema de Nicaragua en la agenda. “Este renovado interés que se pueda dar con la llegada de España a la presidencia de la UE puede impulsar estos esfuerzos regionales que, como hemos visto, no necesariamente conducen a una solución rápida de la crisis”, agrega Breda.
Los esfuerzos de los que habla jugaron un papel importante en la excarcelación de los 222 presos políticos y contribuyeron a mantener el tema de Nicaragua en el debate regional e internacional para establecer canales de diálogo con la dictadura. Al respecto, el politólogo Félix Maradiaga, quien fue uno de los 222 presos políticos excarcelados y desterrados a Estados Unidos, dice que la presidencia de España en la UE genera expectativas por la influencia que tiene esa nación.
En ese sentido, recordó que, en diciembre de 2020, la UE adoptó un régimen global de sanciones en materia de derechos humanos, las cuales ha aplicado a funcionarios e instituciones de la dictadura Ortega - Murillo. Sin embargo, critica que además de “faltar personas e instituciones en esa lista”, debe de existir coherencia entre las decisiones que adopta la UE en materia de derechos humanos y las acciones que ponen en marcha los países miembros en organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las cuales según Maradiaga “continúan oxigenando al régimen mientras este último nos endeuda”.
“La cleptocracia instalada en Nicaragua usa la financiación internacional para dar negocios a empresa propiedad de miembros del régimen, algunas de las carreteras se trazan por rutas que benefician propiedades de miembros del régimen, y ya no hablemos del efecto propagandístico que el régimen usa a conveniencia”, comenta Maradiaga quien fue condenado a 13 años de prisión por los Ortega-Murillo por el supuesto delito de cometer menoscabo a la integridad nacional.
Un experto en temas internacionales que pide omitir su nombre por temor a represalias, señala que la agenda política de la Unión Europea se centra principalmente en la guerra en Ucrania, pero considera que dada la cercanía de España con Latinoamérica, y en especial con Nicaragua, “cabría esperar una mayor atención al grave deterioro de los derechos humanos en ese país”. “Hay numerosas resoluciones del Parlamento Europeo con recomendaciones que no han sido retomadas o avaladas por el Consejo, entre ellas la revisión del Acuerdo de Asociación (entre Centroamérica y la Unión Europea) y mayores sanciones individuales”, señala el experto, quien manifestó que las decisiones del Consejo de la UE requieren unanimidad entre los 27 miembros, lo que a veces es muy complejo y difícil lograr.
A inicio de marzo, El Senado de España, a solicitud del Partido Popular (derecha), propuso la posibilidad de expulsar a Nicaragua del Acuerdo de Asociación de la Unión Europea-Centroamérica, y más sanciones individuales a funcionarios del régimen de Daniel Ortega. La petición llegó tras la declaración de “traidores a la patria”, retiro de nacionalidad y confiscación de bienes a unos 317 nicaragüenses opositores al régimen y la condena a 20 años de prisión contra monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa.
Los llamados ocurrieron a tan solo meses de que España asuma la presidencia de la Unión Europea. Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano, dijo El Periódico de España que el Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, puede tener un papel muy importante a la hora de marcar las prioridades exteriores para el bloque comunitario, e incluso ha llegado a decir que “si Europa quiere tener influencia como actor geopolítico debe prestar más atención a lo que ocurre en Latinoamérica y el Caribe”. Borrel ha criticado con firmeza al régimen orteguista a quien calificó como “una de las peores dictaduras del mundo”.
Algunos medios madrileños han informado que el Gobierno de Sánchez confía en que Alemania apoye su apuesta de recuperar la influencia de la Unión Europea en América Latina, pero es algo que no será fácil tomando en cuenta la polarización política que se vive en la región con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a las que Estados Unidos vetó de la Cumbre de las Américas el pasado año en Los Ángeles.
Carlos Murillo, catedrático costarricense y experto en temas internacionales hace hincapié en los problemas que enfrentan cada uno de los países miembros de la UE, pero señala que España se ha caracterizado por emprender acciones hacia América Latina. “No veo que vaya a cambiar más la presión de la UE porque España asuma la presidencia, mantendrá las sanciones, no veo que haya un rol conciliador porque no se observa disposición por parte de Managua a cambiar, a buscar flexibilizar el proceso que conduzca a una salida pacífica mediante elecciones democráticas, pluripartidista y libres”, valora Murillo.
El catedrático es del criterio que a mediano plazo no se avizora una apertura por parte de Ortega y, al contrario, el régimen va “endureciendo” sus medidas represivas, muestra de eso es que recientemente canceló las gremiales empresariales incluyendo al Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep). España despuntará la presidencia de la UE con una cumbre con los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la cual está prevista para mediados de julio.
El experto considera que habrá que esperar los temas que fijarán en la agenda, pero señala que la Celac “ha preferido centrarse en los temas de integración económica y comercio, evitando los temas políticos controversiales”. La presidencia de la Celac la ejerce San Vicente y las Granadinas, cuyo primer ministro Ralph Gonsalves, es uno de los aliados de Ortega, así como de la dictadura de Venezuela.