Desempleo, hambre y migración: la dictadura lleva a Nicaragua a la miseria
Según datos del INIDE, el precio de la comida se elevó en 22% en 2022, pero el ajuste al salario mínimo fue del 7% y en las zonas francas 8%, señala economista. La pobreza azota al país.
- febrero 02, 2023
- 10:10 PM
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El desempleo abrumador, la asfixiante carestía de la vida y la migración medida en miles, parecen hundir cada vez más, y de forma irreversible, al régimen de Daniel Ortega. Y él a Nicaragua. “Es un régimen desgastado que ya nada puede ofrecer”, dice Ana Quirós, del bloque opositor Unidad Azul y Blanco (UNAB).
Los números compartidos por el presidente en el Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, y difundidos muy alegremente en los medios de comunicación oficialistas, son frágiles y demolidos fácilmente por una realidad asfixiante, advierten expertos. “Es imposible que en mi casa podamos comer queso”, dice Fredy Domínguez, un jornalero de Carazo que gana 5 mil 525 córdobas al mes en una distribuidora de Rivas.
Antes de llegar ahí, Domínguez, laboraba para una empresa más grande que recortó personal en enero de año pasado. “No he podido agarrar en otra cosa”, se lamenta. Con lo que gana debe resolver comida, salud y gastos de colegio de una niña de cuatro años.
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Su esposa, no ha logrado encontrar empleo y se queda en casa mientras pasa lo que para ellos son “los días grises” de los primeros meses del año. Esta pequeña familia, como muchas en el país, admiten que no tienen la capacidad de pagar 115 córdobas por una libra de queso, uno de los productos de consumo familiar más caros desde noviembre del año pasado en el país.
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DESEMPLEO ES ABRUMADOR
Pero el presidente del Banco Central de Nicaragua dice que el país va muy bien. Celebra que el régimen al que sirve anuncie una reducción de nueve décimas la tasa de desempleo, la que al término del 2002 cerró en 2,6% y que en 2021, la entidad estableció en 3,5%.
Lo que no dijo, es que en números generales acumulados a la fecha, tan solo 24 de cada 100 nicaragüenses, tienen un empleo formal y 76 de cada 100 viven en la informalidad o el subempleo. Es a esa masa, a la que pertenece Domínguez ahora, los que ven al queso como un lujo con un precio por libra que definitivamente ya es histórico.
El economista Enrique Sáenz califica de “falacia” los números vendidos con optimismo por el funcionario del Banco Central, la voz oficial de la economía nicaragüense. Asegura en su blog de análisis, que la pobreza reinante en Nicaragua, además de verse en las casas, es notable en las estadísticas que tiene como fuente, el mismo gubernamental Instituto Nacional de Información y Desarrollo (Inide).
Sáenz asegura que el Inide, señala, que el porcentaje de inactividad laboral es del 33% y que el porcentaje de la población laboral en condición de subocupado es 38%. “Si conforme la definición oficial un subocupado es una persona que no tiene empleo fijo y no gana ni el salario mínimo, allí tenés que al menos el 38% de la población no tiene ingresos ni siquiera para cubrir sus necesidades básicas”, critica el economista.
“El empleo es necesario para cualquier sociedad, es un derecho ciudadano y un deber del Estado crear condiciones para que existan”, señala por su lado Gonzalo Carrión, del organismo defensor de derechos humanos Nicaragua Nunca+.
“El régimen que gobierna al país no puede crear esas condiciones porque para eso se requiere democracia, Estado de derecho, justicia, leyes y nada de eso procura, porque es una dictadura. La ausencia de estas condiciones, no atraen inversión que es la que genera empleos”, acusó.
HAMBRE AZOTA SIN PIEDAD
Hace 13 días, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), señaló que el 18.6 por ciento de los nicaragüenses, cerca de 1.2 millones de personas, sufren hambre o están mal alimentados.
En el informe, denominado Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2022, se revela también que Nicaragua es el país que más sufre de mala alimentación en toda Mesoamérica, es decir, desde México hasta Costa Rica. Ni en Guatemala, que según el informe el 16% de su población sufre hambre, ni en Honduras que marcó el 15.3%, la mala alimentación azota como en Nicaragua.
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Una buena explicación de esos números puede encontrarse en en el análisis de Sáenz. El economista explica que el precio de la comida se elevó en 22% en 2022, pero el ajuste a los pensionados fue del 2%, el salario mínimo 7% y en las zonas francas 8%, según la información que sirve Inide.
“La diferencia entre estos porcentajes significa lisa y llanamente hambre, porque una de las características de esta población es que la mayor parte de sus ingresos los destina a la comida”, aseguró.
En algunos mercados del país, algunos precios de productos que en diciembre llegaron "a las nubes" han empezado bajar, pero otros incluso, los más básicos continuarán un espiral que los vuelven inalcanzables. Luis Galeano, un vendedor de verduras de Juigalpa dice que la papa que antes llegó a costar hasta 60 córdobas la libra, ha bajado ya a 44 y hasta 40. Hay bajas también en la zanahoria y el tomate. Un alivio.
Pero, los frijoles es otra cosa. “Se viene la temporada seca y es la época que sube. Sigue valiendo 36 córdobas la libra, pero puede llegar a los 40. Eso la gente lo resiente, porque el frijol es necesario para los tres tiempos de comida”, asegura por su lado, el comerciante de granos básicos, David Calero.
“La dictadura ve que la gente sufre, pero no se conmueve”, dice Quirós por su lado. “Pienso que el rechazó que siente él a los reclamos de la gente, es igual al rechazo que la gente tiene hacia él y su régimen. Es un mandatario ilegítimo, porque la gente ya no lo respalda y claro él sabe eso, por eso tampoco le importan los ciudadanos”, asegura la opositora.
MIGRACIÓN: HUIR PARA NO PADECER
Carrión cree también que la migración explica lo que vive el país con el régimen de Ortega. “La gente ha tenido que ir en busca de oportunidades a otros países, en busca de libertades, no solo las individuales, sino las económicas también”, señala.
Las estadísticas sobre el tema de las migraciones de los nicaragüenses en el año que terminó son abrumadoras: 217,097 ciudadanos fueron detenidos por las autoridades de migración de Estados Unidos cuando intentaron ingresar de manera irregular a ese país.
Diciembre, un mes para pasar en familia según las tradiciones nicaragüenses, fue el mes que más arrestos ocurrieron. Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés), 35,490 nicaragüenses fueron detenidos en esta frontera el ultimo mes del año pasado.
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“La gente huye del hambre, de la represión. Es cierto que el Estado no debe darle de comer a los ciudadanos, pero los nicaragüenses no se fueron para que otro Estado les de comida, busca que ese otro Estado, les de oportunidades que la dictadura les que ha quitado en su país de origen. Definidamente, ni Ortega, ni su régimen ya son viables en Nicaragua”, dijo Carrión.