Preocupación por el estado de salud de sacerdotes en El Chipote
Pérdida de peso, hipertensión y problemas con la vista son algunos de los males que padecen los sacerdotes presos y no les permiten medicinas
- noviembre 23, 2022
- 11:41 PM
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La alerta sobre el estado de salud de los sacerdotes y religiosos en El Chipote debe tomarse muy en serio, asegura el defensor de Derechos Humanos Pablo Cuevas. Los familiares confirmaron que han bajado de peso, tienen problemas de salud y algunos de ellos hasta pueden perder la vista.
Este jueves, el padre Uriel Vallejo advirtió desde el exilio que los religiosos no están bien. “Uno de los sacerdotes está perdiendo la visión y los oídos, los otros están sumamente delgados y enfermos”, denunció en su cuenta de Twitter.
Cuevas por su lado, asegura que los familiares del sacerdote Enrique Martínez Gamboa temen a lo peor. “Él tiene problemas con la vista, padece hipertensión y no le están permitiendo medicamentos. Es grave lo que está pasando con estos religiosos”, agrega. "La familia tiene miedo de hablar y es normal", señala.
Cuevas agregó que el organismo que representa, Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos, ha asumido la denuncia de los familiares de Martínez Gamboa y ellos le han confiado que en la última semana, el padre ha presentado un serio quebranto en su salud.
“Los familiares llevan una semana intentando ingresarle medicamentos, pero los carceleros no los reciben", denunció.
PREOCUPACIÓN POR OBISPO ÁLVAREZ
Hace diez días, el cardenal Leopoldo Brenes dijo que el Obispo Rolando Álvarez, quien tiene casa por cárcel, estaba bien de salud y que así lo ha visto él, las veces que lo ha visitado.
“Está muy bien, espiritualmente muy bien”, dijo Brenes al finalizar un oficio religioso ordinario en la Catedral de Managua.
Pero el padre Vallejos puso en duda la afirmación de Brenes al afirmar este miércoles que “monseñor Rolando y los sacerdotes encarcelados no pueden estar bien”. “Monseñor Rolando (Álvarez) está enfermo, la atención médica la brinda al mismo sistema (el régimen)”, criticó.
Vallejos agregó también que los religiosos y laicos que están en prisión, son mal alimentados por lo que han bajado de peso de forma preocupante.
Cuevas asegura que para nada le extraña sobre las condiciones que denuncia el padre Vallejos y los familiares de los sacerdotes. “Además de estar privados de su libertad, les privan de su derecho a la salud, nosotros hemos documentado las denuncias que los familiares hacen y hemos concluido que se trata del cumplimiento de un protocolo de tortura, de sometimiento”, criticó el defensor de derechos humanos.
“FAMILIAS ATERRORIZADAS”
El régimen de Daniel Ortega ha desatado una guerra feroz contra la iglesia Católica nicaragüenses a quienes acusó de apoyar las protestas sociales de abril de 2018. Como resultado, nueve sacerdotes se encuentran privados de su libertad acusados de cometer delitos políticos.
Dos sacerdotes más, han sido condenados por delitos comunes y al menos una treintena se encuentran fuera del país, porque fueron desterrados al no permitirles su ingreso y otros que han salido al exilio para no ser encarcelados.
El mismo Vallejos, párroco de la iglesia Divina Misericordia en Sébaco, Matagalpa, se exilió en Italia debido a la persecución. Monseñor Álvarez se encuentra en casa por cárcel desde hace más de tres meses, desde que policías del régimen lo mantuvieron encerrado primero en la Curia Arzobispal de la Diócesis que administraba en el norte del país. Sus colaboradores, que son los que están sufriendo en El Chipote, fueron también secuestrados y acusados después.
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Cuevas advierte que los religiosos corren peligro, debidos a su edad y a sus enfermedades. “Espero equivocarme, pero estamos en riesgo de que algo parecido a lo que ocurrido con el general Torres puede repetirse”, señaló.
El 13 de febrero pasado, el legendario guerrillero y general en retiro Hugo Torres, falleció ochos meses después de ser apresado por la dictadura de Daniel Ortega. Torres tenía 73 años y era uno de los críticos desde que Ortega secuestró el Frente Sandinista y se atornilló al poder.