La Fiscalía imputa a un joven de 18 años el asesinato del niño Teyler Lorío y deslinda a la Policía 

La Justicia de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha desvinculado a la Policía Orteguista del asesinato del niño Teyler Leonardo Lorío Navarrete y ha culpado al joven opositor de 18 años Beyker Enrique Ferreti Hernández. El bebé de 14 meses y 16 días fue ultimado por una bala el 23 de junio de 2018 cuando agentes policiales ejecutaron la denominada Operación Limpieza cuyo objetivo era poner fin a las protestas ciudadanas de entonces. 

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El niño falleció al recibir un balazo en la cabeza en el momento que su papá Nelson Lorío lo llevaba entre sus brazos por el costado este del colegio Rigoberto Cruz  Argüello, ubicado en el barrio Américas Uno. El padre del menor contó a DESPACHO 505 que ese trágico día había salido antes de las siete de la mañana a su trabajo, pero antes tenía que dejar a su pequeño en la casa de su papá. 

"Cuando veníamos de sur a norte con mi esposa y mi otra hija la Policía y paramilitares llegaron a reprimir a manifestantes que se encontraban en el sector de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y le pegaron el balazo al niño”, narró el hombre. Tras el asesinato, Nelson Lorío denunció que la bala que mató a su pequeño hijo salió de las armas que portaban policías y paramilitares.

Producto de la denuncia fue víctima de persecución policial y se vio obligado a salir del país para exiliarse en Estados Unidos, desde donde afirmó que la Justicia orteguista está utilizando al joven Ferreti "como chivo expiatorio para intentar omitir la culpabilidad de todo un Estado corrupto y genocida".

EL ACUSADO ES UN VECINO DE LA FAMILIA

El juicio de Ferreti se realizará en el Juzgado Décimo Tercero de Distrito Penal de Juicio de Managua, que preside la jueza orteguista Ulisa Yahoska Tapia. Nelson Lorío asegura que el joven es un vecino de las Américas Uno, que estuvo junto a otros manifestándose en contra del régimen en el sector de la extinta Upoli y que nada tiene que ver con el asesinato de su hijo. 

La Fiscalía pretende condenar a Ferreti por el homicidio en perjuicio del niño con testigos que supuestamente observaron el hecho. Uno de ellos es Wilberto Noe Ríos Mora, de 28 años, quien llegará a testificar en juicio que a eso de las 6:07 de la mañana del 23 de junio del 2018, pasaba por el sector suroeste del colegio y observó que Ferreti se encontraba con un revólver en sus manos junto con otro grupo que también estaba armado. 

Ríos Mora también asegurará que estos realizaban disparos a los policías y que en medio de la balacera, se refugió en el porche de una casa desde donde observó a Nelson Lorío cargando a su hijo entre sus brazos, en compañía de su esposa y su  pequeña hija.

En ese instante, el testigo señala que supuestamente observó que un disparo realizado por Ferreti impactó en la cabeza del menor y que también lo escuchó decir que había matado al niño. El otro testigo identificado como Hernaldo José Salinas Aguilar, de 32 años, también librará de responsabilidad a los agentes policiales. 

Este asegura que en medio de la balacera se escondió detrás de una casa quedando a seis metros de donde estaba Ferreti, y según su versión al enterarse que había matado al niño salió corriendo en dirección a Villa Austria.

“Todo el relato de la acusación de la Fiscalía oculta la realidad de los hechos y ni siquiera tomaron en cuenta la versión de nosotros como padres del niño”, afirmó el papá del niño.

TESTIGOS SON PARAMILITARES

Lorío sostiene que los testigos propuestos por la Fiscalía son paramilitares y trabajadores del Estado que se confabularon con la Policía y el Ministerio Público para armar la historia ficticia del crimen de su pequeño hijo. 

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Además, señala que como se trata de un montaje hasta han mantenido en sigilo el caso y ni siquiera informaron a medios oficiales el día en que fue capturado Ferreti en Honduras y la fecha que fue deportado a Nicaragua. 

La acusación contra Ferreti la presentó el Ministerio Público el 13 de noviembre del 2018 en el Juzgado Sexto de Distrito Penal de Audiencias de Managua, pese a que no lo habían detenido. Ese día el juez Henry  Morales Olivares dictó una orden de captura en su contra y posteriormente fue circulado a través de la Interpol. 

Tras ser detenido aparentemente a finales de octubre en Honduras, la Justicia orteguista le realizó la audiencia preliminar con carácter inicial el 1 de noviembre. Ese mismo día fue remitido a juicio.