Se cumple un año desde que Ortega denunció la Carta de la OEA ¿Qué ha pasado desde entonces?

A las ocho de la mañana del 19 de noviembre del 2021, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo envió una misiva a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), la denuncia de Nicaragua a la Carta Democrática. De eso hace un año y el proceso de salida se completa en el 2023, según el artículo 143 del documento.

El exembajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields califica esa decisión de “torpe y cobarde”, a un año de la denuncia de la Carta de la OEA, la que suscribió en abril de 1948.

Según el exdiplomático la decisión fue “cobarde”, porque la dictadura tuvo miedo de ser expulsado de la OEA.

La denuncia de la Carta de la OEA la hizo el régimen luego que la Asamblea General declarara ilegítimas las elecciones presidenciales del 7 de noviembre del 2021, donde Ortega y Murillo se impusieron para un nuevo periodo presidencial.

“Antes de ser expulsados y pasar esa vergüenza internacional decidieron huir, retirarse y torpe porque a la larga a quien más daño le hacen es al pueblo, porque no están dispuestos a cumplir una serie de compromisos en materia de derechos humanos, económicos, sociales y civiles”, expresó McFields.

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Las relaciones con el organismo se agravaron en abril del 2022, cuando el régimen ordenó el cierre de las oficinas de la OEA en Managua, les retiró las credenciales a sus representantes y además confiscó sus instalaciones y se las entregó a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) para la creación de la “Casa de la Soberanía Padre Miguel D’Escoto Broockmann”.

QUÉ QUEDA POR DELANTE AHORA

McFields descartó un posible retorno de Nicaragua a la OEA a pesar de que el presidente colombiano, el izquierdista Gustavo Petro, llamó recientemente a las dictaduras de Nicaragua y Venezuela a que se reincorporen a la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la cual es parte de la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Hay que pedirle a Nicaragua que reingrese al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Son decisiones de ellos, obvio no son nuestras, no las podemos imponer”, manifestó Petro a mediados de septiembre pasado.

McFields es de la opinión que Venezuela está pensando la propuesta de Petro, pero que Nicaragua no ha cumplido una serie de compromisos legales y financieros con la OEA.

Uno de los incumplimientos financieros es que no ha pagado la cuota anual que es de unos 11 mil dólares y que enero del 2023 la deuda sumará unos 22 mil dólares.

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El exdiplomático no descarta que los gobiernos de izquierda inicien un proceso de recomposición de la OEA, porque podrían tener los votos para impulsar los cambios necesarios. En enero se suma el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ganó las elecciones en octubre pasado.

“Habría que ver si la izquierda latinoamericana ejerce presión para que regrese Ortega, no tanto porque quieran que haya un cambio en Nicaragua, sino porque les interesa tener el control total de la OEA y el voto de Nicaragua sería un voto más para sumar”, indica McFields.

Si Ortega decidiera retornar a la OEA, lo único que tiene que hacer es enviar una comunicación donde desiste de denunciar la Carta de la OEA.