Piden a Estados Unidos impulsar una investigación contra Ortega y Murillo en la Corte Penal Internacional

El régimen de Daniel Ortega fue calificado como “un Estado canalla” y como un “brutal” perseguidor de la Iglesia católica en Nicaragua, durante una audiencia virtual de la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional en la que se le pidió a la Administración Biden impulsar una investigación ante la Corte Penal Internacional.

En la audiencia celebrada este martes participaron expertos como Manuel Orozco, director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano; Ryan Berg, director del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés); Irela Guevara, directora de programa de Outreach Aid to the Americas (OAA) y Christopher Ljungquist, consejero para América Latina de la Oficina de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.

Los expertos sugirieron a la Administración Biden que endurezca sus políticas en contra del dictador nicaragüense. Piden cortar las fuentes de financiación del régimen Ortega Murillo, presionar más a favor de los presos políticos; declarar ilegítimo el gobierno de Daniel Ortega, que haya más sanciones económicas impuestas de manera estratégica y no aisladas; revisar el DR-Cafta; y que Estados Unidos impulse y apoye una investigación en la Corte Penal Internacional contra el régimen Ortega Murillo.

También piden que garantice que las instituciones financieras internacionales rindan cuentas por los préstamos que otorgan y que estos a su vez exijan mayor transparencia a los gobiernos receptores de sus préstamos; que apoye a la diáspora nicaragüense como actor cívico y pacífico para cambios en Nicaragua y que cabildee por la plena implementación de la Ley Renacer.

Uno de los expertos, Berg, animó al papa Francisco a que eleve con fuerza la voz a favor de la Iglesia católica nicaragüense.

ENTREVISTA | Ryan C. Berg: “El Gobierno de Biden no tiene un enfoque muy duro hacia Nicaragua”

BRUTAL PERSECUCIÓN A LA IGLESIA

Irela Guevara, directora de programa de Outreach Aid to the Americas (OAA), nicaragüense exiliada desde 2018, testificó que en Nicaragua los líderes religiosos son perseguidos por denunciar las violaciones a los derechos humanos que cometen Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Desde abril de 2018 se han contabilizado más de 190 ataques a la Iglesia católica, entre ellos la explosión de una bomba en la catedral de Managua, más de 60 religiosos obligados al exilio, entre ellos el obispo Silvio Báez; así como la existencia de sacerdotes a quienes les han confiscado sus pasaportes, no los han dejado entrar al país o los han expulsado, como ocurrió con el representante del papa, el nuncio Waldemar Stanisław Sommertag.

La exiliada nicaragüense resaltó que en la actualidad hay más de 10 sacerdotes encarcelados o privados de libertad, incluido el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.

Ocho radios y un periódico administrados por la Iglesia fueron cancelados por el régimen y organizaciones católicas se encuentran entre los 2,700 organismos no gubernamentales que los dictadores nicaragüenses también han cancelado, destacándose la expulsión de las Misioneras de la Caridad hacia Costa Rica.

Lea más: Familiares de presos políticos piden una prueba de vida tras 81 días sin visitas

Además, a través de la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras (Siboif), el régimen vigila las finanzas de todas las parroquias del país.

Por su parte, Christopher Ljungquist, consejero para América Latina de la Oficina de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, recordó su visita a Nicaragua en 2018. Los sacerdotes le mostraron las parroquias ensangrentadas tras dar auxilio a los manifestantes que protestaban contra el gobierno y fueron atacados con armas de guerra por paramilitares de Ortega.

Ljungquist trató de dejar claro que la persecución contra la iglesia es “brutal” y que no se debe a razones políticas, como Ortega y Murillo tratan de establecer en sus discursos, en los que llama “malvados” e “hijos del diablo” a los sacerdotes.

“El argumento de que los obispos nicaragüenses han actuado como políticos, y ahora están enfrentando las consecuencias, es falaz”, dijo.

ESTADO CANALLA

El nicaragüense Manuel Orozco, por su parte, manifestó que Daniel Ortega dirige un gobierno “canalla” y lo hace imponiendo el miedo entre los nicaragüenses y promoviendo el odio entre sus bases para que actúen con violencia contra los opositores.

Recalcó que no es la primera vez que Daniel Ortega gobierna en contra de las creencias religiosas, las libertades y pluralismo político, porque ya lo hizo también en los años ochenta del siglo pasado.

PERFIL: Sándigo, la oveja negra de la iglesia Católica

Según Orozco, aunque muchos piensen lo contrario, las sanciones económicas sí afectan al régimen Ortega Murillo, y no a la población, por lo que recomienda a Biden que incremente las mismas contra quienes faciliten la represión y la corrupción en Nicaragua, que los organismos internacionales ya no le den más recursos a Ortega, porque los ocupa para las fuerzas armadas y la represión.

CERO FINANCIAMIENTO

Ryan Berg recomendó a la Administración Biden cortar las fuentes de financiamiento a la dictadura y criticó a organismos como el Banco Centroamericano de Integración Económico (BCIE), por oxigenar al régimen.

Aunque Estados Unidos no tiene injerencia en el BCIE, Berg sí cree que Biden puede solicitar que se cumpla una cláusula democrática en los préstamos de ese banco, a socios como Taiwán, Corea del Sur y la Unión Europea.

Berg puso énfasis en la Ley RENACER, de la cual dijo que golpea fuerte a Ortega y que, si se usa bien, es fundamental para cortar la capacidad de la dictadura para acceder a fondos en instituciones financieras internacionales.