Así fue la farsa electoral en Nicaragua, en la que ganó el abstencionismo
El CSE, pese a jactarse de realizar un proceso rápido y con alta tecnología, no pudo brindar ni siquiera resultados parciales hasta antes de la madrugada.
- noviembre 06, 2022
- 07:23 PM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
Cerca de las 9:40 de la noche, en diversos municipios del país, incluyendo Managua, empezaron a reventar cohetes en señal de celebración del Frente Sandinista (FSLN) por haber “triunfado” en los comicios municipales 2022, a pesar de que el Consejo Supremo Electoral (CSE), que se jactó de impulsar un proceso ágil y con alta tecnología, fue incapaz de brindar resultados parciales antes de la madrugada.
La jornada electiva de munícipes que la dictadura Ortega Murillo “bautizó” como “elecciones soberanas” se caracterizó por un nivel de abstencionismo extremo y la coacción de operarios del régimen para que trabajadores del Estado y sus familias acudieran a votar.
Lea más: Diputados del FSLN, el CNU y UNEN son los “acompañantes electorales” del CSE
Tras la apertura de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), durante el transcurso del día fue evidente que el pueblo no acudió a las urnas, por lo que en los Centros de Votaciones no había filas. Asimismo, los únicos votantes fueron los trabajadores del Estado, quienes debían enviar una selfie para informar a sus superiores que ya habían votado.
El organismo de observación e incidencia política compuesto por un grupo de expertos multidisciplinario y voluntarios, Urnas Abiertas, informó que el abstencionismo fue de al menos el 82.67 por ciento en un proceso en el que hubo un absoluto control territorial en cuanto a que “trabajadores públicos, personas opositoras y ciudadanía en general era vigilada por el oficialismo cuadra a cuadra, ya sea para obligarlos a votar o para asediarlos y evitar cualquier expresión de resistencia”.
Despacho 505 pudo constatar que en los diversos Centros de Votación, en las afueras, había militantes del FSLN que lista en mano iban chequeando a quienes llegaban a votar, asimismo, les indicaban a sus adeptos que la orientación era votar temprano y les tomaban fotos como evidencia.
Esa situación también fue denunciada por Urnas Abiertas: “Se indica la instalación de puestos de control en las afueras, desde donde operadores políticos del FSLN vigilan y controlan quiénes han llegado a votar”.
Además de estar al acecho para que la gente votara, el régimen también dispuso ejecutar una cacería de opositores que fue denunciada. Urnas Abiertas reportó la detención de 19 personas en el contexto electoral en al menos seis departamentos del país: Rivas, Río San Juan, Masaya, Carazo, Nueva Segovia y Managua
Ciudadanos en JRV cambiadas y silencio oficialista
Como novedad en este proceso, se encontró la instalación de kioskos tecnológicos en los que los ciudadanos se iban a reportar, en las computadoras los ubicaban y luego recibían una esquela en la que indicaban el número de JRV y la página del Padrón Electoral en la que estaba. Dicha esquela clasificaba a los ciudadanos en blancos y verdes, siendo esta última la categoría asignada a quienes no estaban en el Padrón Electoral, lo que los hacía “sospechosos” por no votar en elecciones anteriores.
Muchos ciudadanos se quejaron por no aparecer en la JRV en la que siempre han votado y estaban registrados incluso en otros municipios del mismo departamento.
El traslado de votantes fue nuevamente utilizado como estrategia del régimen para garantizar la participación de sus militantes. Para llevar a cabo esa misión dispusieron de vehículos de instituciones públicas, así como de unidades de transporte colectivo, vehículos particulares y mototaxis que iban a las casas de la gente a traerlas, esperaban que votaran y luego los llevaban de regreso.
En algunos municipios se conoció que pagaban 400 córdobas más combustible para que los cadetes realizaran dichos traslados.
En horas de la tarde, la presencia de votantes fue prácticamente inexistente, pues los operarios del FSLN garantizaron que los trabajadores del Estado y las personas que por temor a represalias políticas asistieron a las urnas, lo hicieran temprano.
Los medios de comunicación oficialistas reportaron sobre el traslado de las boletas a los centros de cómputo, pero desde las 9:00 de la noche ninguno de sus portales registró más información de los comicios, sumándose al silencio del Consejo Supremo Electoral en unas elecciones que han sido calificadas como farsa electoral.