Obispo Báez: “Dios ha prometido que el malvado, el tirano, el opresor sucumbirá sin remedio”

El Obispo Auxiliar de Managua, Sivio Báez, llamó a los creyentes que sufren alguna injusticia a creer en la promesa que Dios le hizo al profeta Habacuc: “El malvado, el tirano, el opresor sucumbirá sin remedio”, citó.

Lo dicho por Báez fue parte de la reflexión de este domingo 27 del tiempo ordinario de la iglesia Católica. Explicó que el libro donde se encuentra la promesa de Dios a Habucuc, se encuentra en uno de los textos menos conocidos de la Biblia y que cuenta con tan solo tres capítulos.

“Vale la pena que nos detengamos a reflexionar sobre lo que nos dice el Señor a través de este profeta bíblico”, invitó Báez en momentos en que la dictadura de Daniel Ortega reprime en Nicaragua a sus ciudadanos, a sacerdotes, obispos y a políticos opositores que le han exigidos democracia y respeto a los derechos humanos.

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El prelado también dijo que el libro de este profeta era muy cercano a la “lamentación y a la queja”, que nació, según dijo, después del exilio en Babilonia. “Es distinto a la profecía clásica anterior en la que los profetas denunciaban públicamente el pecado y la injusticia. En este nuevo modo de profecía, el profeta se hace representante del pueblo oprimido, del inocente que sufre y de las víctimas de la injusticia (…)”, añadió.

LLAMA A NO AMEDRERANTARSE

El religioso dijo que el profeta muy valientemente le reclama a Dios por su ausencia ante la injusticia. “El profeta se queja y protesta ante Dios. Le echa en cara que no hace justicia, no defiende a las víctimas y no interviene en la historia para restablecer el derecho pisoteado”, explica.

“Habacuc nos enseña –amplió- a que no hay que resignarnos a que los malvados y los tiranos amedrenten en forma altanera con sus discursos mentirosos y cínicos. Este profeta nos enseña que no podemos ser indiferentes ante los tiranos que imponen su voluntad enfermiza de poder con la fuerza de la represión y la violencia”.

Recomendó al respecto que el creyente, “sobre todo, en esos momentos debemos volver el corazón a Dios para protestar ante él. Sí, también protestar ante Dios es orar”, reflexionó. “La oración no es solo súplica y petición (…) orar no es solo pedir, mucho menos cruzarnos de brazos y esperarlo todo de Dios. Orar es también luchar con Dios en la noche de su ausencia y gritar ante él rompiendo su silencio”, dijo.

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“AL TIRANO SE LE ACERCA SU FIN”

El religioso recordó que Dios le respondió al profeta y en base a esa respuesta, llamó a los creyentes a mantener la fe y la esperanza. “Le habló –dijo—de una visión lejana, pero que viene corriendo y no fallará. Si se tarda, espérala, pues llegará sin falta. El malvado sucumbirá sin remedio; el justo, en cambio, vivirá por su fe”, agregó puntualizando el capítulo y versículo de la promesa.

“Al profeta que ha visto con sus ojos el drama de la historia, ahora el Señor lo invita a ver la historia con otros ojos, asegurándole que nunca el mal y la injusticia podrán triunfar. Dios se compromete ante el profeta a actuar y a hacer justicia, asegurándole que el malvado, el tirano, el opresor sucumbirá sin remedio, se encamina a su fin y muy pronto no quedará ni rastro de él en la historia”, señaló.

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“Llegará el momento –añadió el religioso-- en que queden silenciadas para siempre las lenguas cínicas de los poderosos arrogantes y mentirosos, llegará el momento en que terminen derrotados quienes se imponen en modo tiránico”.