“Ortega utiliza ascensos policiales para comprar lealtades”, dicen especialistas

El ascenso de nueve comisionados mayores a comisionados generales obedece a la política de comprar lealtades que el dictador Daniel Ortega implementa entre los mandos de la Policía, desde que asumió el poder en 2007, señalan dos especialistas en temas de seguridad.

En vez de favorecer a la institución policial, que vive su mayor desprestigio en la historia, los nuevos mandos le causarán más daño, como ha ocurrido antes,  porque Ortega desvirtuó el rango de los oficiales en relación al cargo o la responsabilidad institucional.

“Usualmente este tipo de organizaciones debe de tener una clara jerarquía”, explica la investigadora Elvira Cuadra. “Debe tener una cúspide pequeña y ser más ancha en la base, lo que ha pasado es que se ha cambiado completamente la forma piramidal y hay gente que tiene un rango que no se corresponde con su cargo o responsabilidad”, señala.

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La necesidad de ganarse el cargo, porque tienen el rango, hacen que los oficiales quieran congraciarse con el régimen y en vez de cumplir con la ley, le juran lealtad en busca del premio.

“Entonces los ascensos llegan a convertirse en un sistema de premios y castigos en los que Ortega apuesta por las lealtades ciegas”, añade otro especialista que pide analizar los ascensos bajo identidad reservada para evitar la represión.

FESTIN DE ASCENSOS DEL RÉGIMEN

El régimen de Daniel Ortega anunció que este miércoles, durante el acto del 43 aniversario de la Policía Orteguista, nueve comisionados mayores pasarán a ser comisionados generales.

De los nueve, seis son mujeres y las ascendidas son Mayra del Carmen Pizarro Martínez, jefa de la Dirección Aeroportuaria; Martha Ligia Solórzano Suárez, jefa de la Policía de Boaco; Vilma Rosa González, jefa de Relaciones Públicas de la Policía; Yanina de los Ángeles Robleto Zeledón, jefa de la Dirección de Asuntos Juveniles; Thelma Isabel Corea Cerda, jefa del Distrito III de Managua y Johana Francisca Plata Tijerino, jefa de las Comisarías de la Mujer.

Los comisionados mayores que suben en grados son Diego Manuel Baltodano Callejas quien se desempeña como jefe de Seguridad Fronteriza; Juan Manuel Chávez Chávez, jefe de la Policía en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, y Luis Alberto Guevara, jefe de Contrainteligencia policial.

En 2007, cuando Ortega volvió a la Presidencia, la Policía contaba con solo cuatro comisionados generales, tres tenían el cargo de subdirector de la Policía y uno era inspector general. Todos integraban la Jefatura Nacional.

En ese mismo año, el dictador ascendió a nuevos comisionados generales, aunque solo dos de ellos lograron formar parte de la Jefatura.

DE CUATRO A 46 COMISIONADOS GENERALES

Cuatro años más tarde, en 2011, Ortega le agregó tres más y triplicó el número, ya eran 12. Ya en 2018 había ascendido a 24 y al año siguiente contaba con 32 comisionados generales.

Para el año 2020, la cifra subió a 37. Con los ascensos de hoy, la Policía contará con 46 comisionados generales, el grado más alto en la institución, solo por debajo del director.

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“Daniel Ortega utiliza estas promociones en función de mantener su lealtad y mantener a la Policía subordinada a su proyecto político, no es algo nuevo, es un proceso que comenzó muy tempranamente en 2007-2008 y que hizo completamente a un lado lo que está establecido en la ley”, criticó Cuadra.

UNA CRISIS SILENCIOSA     

Una fuente policial explicó también que los ascensos de este miércoles obedecen a una “estrategia necesaria” debido a inconformidades que han surgido dentro de sus filas y la búsqueda de sofocarlas.

“Hace cuatro o cinco meses, Ortega ordenó fortalecer las labores de vigilancia y encontraron graves molestias entre oficiales, eso también las motiva”, aseguró el informante.

Explicó que además de calmar las inconformidades de muchos mandos que rechazaban el círculo reducido de poder de Ortega, al ampliarlo, le permite al régimen un mayor control interno. Señaló la fuente que los ascensos, buscan también como mostrar que el dictador está dispuesto a olvidar las inconformidades y darles un voto de confianza.

“Hay una crisis silenciosa”, agrega.  “El régimen depende de la Policía para mantener la represión, la inconformidad lo pone en grave peligro, por eso cede a comprar lealtades”, asegura.

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La Policía como institución fue sancionada en marzo de 2020 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por las graves violaciones de derechos humanos cometidas desde abril de 2018.

También están sancionados el primer comisionado Francisco Díaz, Ramón Avellán, Juan Valle Valle, Luis Alberto Pérez Olivas, Justo Pastor Olivas y Fidel Domínguez entre otros, todos mandos fieles a Ortega que “les ha pagado a buen precio sus lealtades”, dice la fuente.