Los familiares de Suyén Barahona ruegan al régimen una llamada telefónica con su hijo

Los familiares de la presa política Suyén Barahona pidieron al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que permita una llamada para que la dirigente de la Unión Democrática Renovadora (Unamos) pueda escuchar la voz de su hijo de cinco años, quien se encuentra fuera del país tras el encarcelamiento de su progenitora.

Alrededor de 15 meses han pasado desde que Barahona escuchó la voz de su hijo y de su último contacto físico. “Lo único que desea es una llamada con el pequeño, quien también a diario pregunta por su mamá, recluida en la cárcel de El Chipote”, señalaron los familiares en una carta hecha pública este jueves.

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Barahona, quien era la presidenta de la Unión Democrática Renovadora (antes MRS), fue apresada el 13 de junio pasado y condenada a 8 años de cárcel por el presunto delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional. Desde ese tiempo la dirigente política se encuentra en las celdas de El Chipote, una cárcel considera como un centro de tortura.

“Los familiares de la líder de Unamos demandan al Gobierno de Nicaragua una comunicación madre-hijo lo antes posible, ya que es un derecho fundamental de todo preso, consignado también en las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, mejor conocidas como Nelson Mandela”, expone el documento de la familia.

¿CÓMO EXPLICAR A UN NIÑO QUE NO PUEDE HABLAR CON SU MADRE?

César Dubois, esposo de Barahona, manifestó que ninguna familia debería estar enfrentando el dolor y la confusión de un niño que pregunta por su madre a la que no puede ver ni escuchar “Hay muchas cosas que es imposible que un niño de cinco años pueda comprender, pero crecer lejos de su mamá es una tortura para nuestro hijo y también lo es para Suyén. Suyén está en todo su derecho de escuchar a su hijo y recibir dibujos o cartas de su pequeño”, declaró.

En el documento plantean que la Policía debe respetar la Ley 473, Ley de Régimen Penitenciario y Ejecución de Pena, y concedan la llamada telefónica. También hicieron un llamado a las autoridades para que cumplan con la obligación de velar por la salud emocional del niño, la cual se deteriora por la imposibilidad de “interactuar con ella desde que fue arbitrariamente apresada”.

 “Buscamos que la solidaridad pueda movilizarse para hacer esta llamada posible”, manifestaron los familiares de la presa política.

MIGUEL MENDOZA EN HUELGA DE HAMBRE

La demanda de Barahona también la comparte el preso político Miguel Mendoza, quien el pasado 19 de septiembre inicio una huelga de hambre para que el régimen de Ortega le permita ver a su hija de ocho años.

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Antes de Mendoza, estuvieron en huelga de hambre, los presos políticos Tamara Dávila y Miguel Mora, para que la dictadura les permitiera ver a sus hijos. El 20 de agosto pasado ambos reos de conciencia se reencontraron sus vástagos.

Dávila pudo abrazar a su pequeña hija de seis años y Mora recibió la visita de su hijo Miguelito, un joven de 21 años con parálisis cerebral.  Los familiares de otros presos políticos también demandan que puedan recibir la visita de sus hijos no solo a los que viven en Nicaragua, sino también a los que están fuera del país.