La Policía sitia la parroquia de San Jerónimo y militariza toda Masaya
Masaya amaence militarizada este martes en la víspera del inicio de sus fiestas patronales. "¿Cuál es el miedo?", se preguntan devotos que reclaman el derecho a festejar su San Jerónimo sin asedio policial
- septiembre 20, 2022
- 03:35 AM
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Cercada de policías amaneció este martes la iglesia San Jerónimo de la ciudad de Masaya, día en que sus ciudadanos celebran el inicio de sus fiestas patronales con la tradicional bajada de San Jerónimo, su patrono.
Numerosas patrullas se han apostado en diferentes puntos de la ciudad, convirtiéndola en una zona militarizada. La exagerada presencia policial es sin justificación alguna y sin que haya ocurrido algo parecido en años anteriores. Lo que ha molestado a los devotos.
La tarde de este lunes, durante la bajada de la imagen de San Miguel, los feligreses abuchearon al comisionado Juan Valle Valle, quién ingresó al templo rodeado de varios policías, para "recordar" al presbítero Ramón López, a cargo de la parroquia, que no podían salir con el santo a las calles.
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La Policía prohibió las procesiones en honor a San Jerónimo, patrono de la ciudad de Masaya, y a San Miguel Arcángel, alegando razones de seguridad pública, informó el sábado pasado la Arquidiócesis de Managua. Lo que ha pasado augura tensión en Masaya para esta tarde que es la significativa bajada del santo.
"¿CUÁL ES EL MIEDO? ", SE PREGUNTAN
“No sabemos cuál es el temor que le tienen a la gente, porqué están con todo, armados y con patrullas. Es una provocación y una ofensa a este pueblo de tradiciones", criticó un promesante.
Otros lamentaron que empañen una celebración de más de 50 años y que además expongan a los ciudadanos porque se puede interpretar como una provocación. “No sabemos qué va a pasar por la tarde con toda esta situación”, se quejó.
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Masaya es un bastión cultural nicaragüense, es conocida como cuna del folclor y guardiana de centenarias tradiciones. La celebración en honor a San Jerónimo hace parte de las expresiones de cultura y religiosidad que distinguen a este pueblo, lo cual explica la molestia e indignación que genera la orden de reprimirla.
ESTADO DE TERROR
A pocas horas de la misa previa a la bajada del santo patrono de los masayas, la Policía ha reforzado el cerco que rodea al templo, lo que ha provocado que haya a estas horas menos devotos de los que normalmente llegan cada año.
Los policías son dirigidos por el comisionado Valle Valle, a quien se la ha oído decir que solo están para garantizar el orden ante las malas caras y críticas de los promesantes.
En el interior del templo, algunos han llegado a encender velas y pedir por algún milagro. Pocos pueden ocultar lo mal que se sienten con la presencia policial en el lugar. "Ya ni profesar su fe puede uno", se quejó una devota que no recuerda cosa alguna, "ni en los tiempos de Somoza", dice a DESPACHO 505.
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A una cuadra del templo no se permite el paso de vehículos y la policía orteguista hasta impide la circulación en bicicletas. La única forma de poder llegar hasta la iglesia, es caminando.
En tanto, algunos devotos queman candelas de cebo en honor a “Tata Chombo” mientras otros reparten tamales, nacatamales y chicha dentro del templo, intentando hacer algo de lo que normalmente acostumbran durante la bajada del "doctor que cura sin medicina".