Monseñor Rolando Álvarez cumple 46 días de secuestro policial y un mes sin que se conozca su estado
El papa Francisco dijo la semana pasada que "hay diálogo" con Nicaragua cuando fue consultado sobre los últimos hechos de persecución a la Iglesia. Sin embargo, hasta ahora no han mostrado avances.
- septiembre 19, 2022
- 03:46 AM
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Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, cumple este lunes 46 días de secuestro policial impuesto por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Estuvo 15 días "retenido" en la Curia Episcopal y, posteriormente, trasladado a Managua desde ha un mes a casa de familiares. Desde entonces no hay información sobre su estado físico.
La Policía Orteguista señala al alto jerarca de intentar "organizar grupos violentos", supuestamente "con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales", aunque de momento no han ofrecido pruebas.
Hasta ahora ni el Ministerio Público ni la Policía Nacional han presentado públicamente una acusación formal contra monseñor Álvarez, quien es el primer obispo arrestado desde que Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) exigió hoy la "inmediata libertad" del obispo y respeto a su integridad física y psicológica.
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El cardenal Leopoldo Brenes dijo el pasado 4 de septiembre a la agencia EFE que Álvarez, a quien había ido a visitar, "está bien de salud".
"He estado platicando con él (...) De salud me dijo que está muy bien. Lo encontré de mejor ánimo. Tuve un buen tiempo platicando con él. Y él nos pide que sigamos orando por él y que ojalá pues, el Espíritu Santo nos ilumine para que pronto solucionemos este conflicto", relató.
Brenes aseguró que Álvarez "está siendo bien cuidado. Su familia va dos veces por día a visitarlo. En la mañana y en la tarde", y que "su prima, que era la que le cuidaba la casa, limpiaba y le cocinaba los días que estaba en Managua, le sigue cocinando", indicó.
El papa Francisco dijo la semana pasada que "hay diálogo" con Nicaragua cuando fue consultado sobre los últimos hechos de persecución a la Iglesia. Sin embargo, hasta ahora ni la Santa Sede ni la dictadura han mostrado avances.
RELACIONES IGLESIA-ESTADO
El arresto del obispo y otros siete sacerdotes es el capítulo más reciente de un último año especialmente convulso para la Iglesia católica de Nicaragua con el régimen de Ortega, quien ha tildado de "golpistas" y "terroristas" a los jerarcas.
Este año, el régimen sandinista expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.
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También ha llevado a prisión a siete sacerdotes, cerrado nueve estaciones de radio católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.
La Policía además ha ingresado por la fuerza y allanado una parroquia, impedido a los feligreses recibir la eucaristía dentro del templo y sitiado a otros sacerdotes en sus iglesias, entre otros.
Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.
(Con información de EFE)