Policía Orteguista prohíbe por “razones de seguridad” procesiones por fiestas de San Miguel y San Jerónimo en Masaya

La Arquidiócesis de Managua dio a conocer este sábado que la Policía Orteguista al mando de Francisco Díaz, prohibió por “razones de seguridad” las procesiones por las fiestas de San Jerónimo y San Miguel, en la ciudad de Masaya.

“La Arquidiócesis de Managua comunica que la Policía Nacional de la ciudad de Masaya ha informado a las Cofradías y Párrocos de las Parroquias de San Miguel Arcángel y San Jerónimo, que por razones de seguridad pública no estarán permitidas las procesiones en las festividades respectivas de esa ciudad”, señala el comunicado.

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Las fiestas en honor a San Jerónimo tradicionalmente inician el 20 de septiembre con la bajada de la imagen y queda expuesta hasta noviembre. Estas son consideradas las fiestas más largas de Nicaragua.

“Que San Miguel Arcángel, San Jerónimo y la bienaventurada Virgen María, madre de la Iglesia y reina de la paz, intercedan y escuchen las plegarias, nos alcancen sanidad de todo mal con la medicina de Dios”, fue la petición de la Arquidiócesis de Managua en su comunicado.

SE MANTIENEN MISAS, NOVENARIOS Y OTRAS CELEBRACIONES

La iglesia católica señaló que las misas, novenarios y celebraciones litúrgicas se realizarán conforme el programa de cada una de las parroquias de los respectivos templos.

Además, invitaron a los devotos y promesantes de ambos santos a tener “presente que la fe y devoción son un tesoro que llevamos en el corazón y desde ahí podemos dar el homenaje debido con la fuerza de esa herencia ancestral en nuestras comunidades”.

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Masaya, también conocida como la Ciudad de Las Flores, situada a unos 28 kilómetros de Managua, es uno de los símbolos de la resistencia de la Insurrección de Abril del 2018. Las barricadas que levantaron los pobladores en esas fechas fueron derribadas a punta de balas y con el “vamos con todo” que proclamó el régimen.

El 12 de agosto pasado, la Policía Orteguista también prohibió una procesión que tenía prevista realizar la Arquidiócesis de Managua con motivo de un Congreso Mariano y el fin de la peregrinación de la imagen de la virgen de Fátima en Nicaragua.

En esa ocasión las fuerzas policiales también adujeron “razones de seguridad” para no permitir dicha actividad la cual estaba prevista a realizarse el 13 de agosto.

Estas medidas las toma el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en medio de la escalada represiva en contra de la Iglesia Católica de Nicaragua.

Este año, la Policía Orteguista ha encarcelado a siete sacerdotes y un obispo, la mayoría no han sido acusados penalmente, pero la dictadura los señala de intentar “desestabilizar” al Gobierno.  

Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, es acusado de intentar “organizar grupos violentos», supuestamente «con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”. Hasta ahora no ha sido acusado penalmente, tampoco los otros sacerdotes que fueron capturados junto a Álvarez.

El régimen ha cerrados medios de comunicación de la Iglesia Católica, expulsó al nuncio  Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.  Ha allanado parroquias, ha impedido a feligreses participar en las homilías y ha condenado a dos sacerdotes y unos 50 han  solicitaron acogida a diferentes diócesis de Honduras y Costa Rica.