Analista no ve interés ni presión de Ortega para ceder a las peticiones del Papa

Para el politólogo Carlos Murillo, los políticos que se acercan a Daniel Ortega con la idea de convencerlo de echar pies atrás con sus acciones represivas, no están ni leyendo bien la verdadera situación de Nicaragua, ni conocen bien al dictador.

La mayoría de voces que han analizado la crisis política en Nicaragua, concluyen que la única salida es que Ortega deje el poder que ejerce de forma ilegítima y convoque a elecciones libres y vigiladas bajo el estándar democrático internacional.

“El problema es que el señor Ortega no quiere ceder en nada”, dice Murillo. “Él lo que busca es ganar espacio. Dice oír a quienes se le acercan para ver cuánto gana, cuánto le ofrecen y si no ve alguna oportunidad, si no ve que gana algo, se cierra de nuevo”, dice el politólogo.

Este jueves, el papa Francisco aseguró que existe un canal de diálogo abierto con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo para tratar de frenar la persecución desatada contra la Iglesia Católica de Nicaragua, aunque admitió que “estas cosas son difíciles de entender y también de sobrellevar”.

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“CONDENADOS AL FRACASO”  

Ortega desató una feroz persecución contra sacerdotes, misioneras y laicos, debido a que los religiosos han defendido a los ciudadanos de los abusos del dictador y han demandado desde los púlpitos, el respeto a los derechos humanos de los nicaragüenses.

La iglesia era la única voz en el país que mantenía las denuncias, tras el cierre, asaltos armados y confiscaciones de medios de comunicación independientes y la ilegalización de casi 1,800 organizaciones civiles que el régimen consideró enemigas y que mandó a extinguir, al arrebatarles sus personerías jurídicas.

Las declaraciones del Pontífice fueron las primeras en las que se refiere abiertamente sobre lo que ocurre en Nicaragua. “En Nicaragua las noticias son claras, hay diálogo, se ha hablado con el Gobierno. Hay diálogo, pero esto no quiere decir que se apruebe o desapruebe todo lo que hace el Gobierno», enfatizó durante una rueda de prensa a bordo del avión papal de regreso a Roma de su viaje a Kazajistán.

Sobre esas declaraciones, el politólogo Luis Murillo cree que la Santa Sede tiene claro que en un diálogo con Ortega, el fracaso es una posibilidad real.

“La verdad es que todo intento de hacer que cambie el rumbo del país está condenado al fracaso, porque este régimen, no cederá fácilmente, debe estar más presionado y no lo vemos aún así”, dice el especialista.

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¿QUÉ LE PUEDE OFRECER LA IGLESIA?

El papa admitió los grandes problemas que aquejan a los nicaragüenses desde que Ortega y su consorte decidieron atornillarse al poder a costo de lo que sea, incluso de la vida de jóvenes, adultos y hasta niños, que le plantaron cara en el levantamiento social del 2018. Ortega ordenó aplastar las protestas con armas y como resultado, 355 personas fueron asesinadas.

 “Hay problemas y hay que resolverlos”, dijo el papa Francisco cuando le preguntaron sobre la crisis en en Nicaragua. El líder de la Iglesia Católica rechazó la expulsión de su Nuncio y de las Misioneras de la Caridad que Ortega echó del país para apoderarse de sus bienes con los que ayudaban los más desposeídos.

“¿Qué puede ofrecerle la iglesia Ortega?”, se preguntó Murillo. “Que lo dejen gobernar como quiere, eso no resuelve los problemas reales de Nicaragua", comentó.

Ortega --aseguró-- tiene mucho poder todavía, lo controla todo, "lo que siempre hace es entretener, ganar tiempo, porque los problemas ahí están, ahí siguen”, dice.

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Reitera el especialista, que el dictador no está todavía bajo una presión real que lo haga ceder en algo. “El Papa corre el riesgo de fracasar con Ortega como lo hizo Petro, (el presidente de Colombia) porque creo que no hay la presión suficiente para ponerle fin a su régimen. Al menos no se ve”, concluye Murillo.