A puertas cerradas y con defensor de fachada, juez del régimen declara culpable a monseñor Leonardo Urbina

El titular del Juzgado Tercero de Distrito Especializado en Violencia de Managua, Edén Aguilar, declaró culpable a monseñor Leonardo Urbina, párroco de la Iglesia del Perpetuo Socorro de Boaco, del presunto delito de abusos sexual a una menor de edad.

El juicio fue celebrado a puertas cerradas este jueves, dijeron fuentes judiciales entre los que se cuenta el exfuncionario de esa entidad el abogado Yader Morazán, quien se encuentra en el exilio. Según explicaron, a monseñor Urbina siempre le fue negada una defensa privada e impuesto una proporcionada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que evidentemente lo mantuvo en indefensión todo el tiempo.

Aunque los supuestos delitos fueron cometidos en Boaco, monseñor Urbina fue trasladado a Managua para ser juzgado, una acción que expertos en derecho han considerado violatoria del proceso, por contradecir el derecho del ciudadano a ser juzgado por lo que la Constitución considera su juez natural.

Los operadores de justicia de la dictadura, nunca han explicado públicamente a que obedece esa violación al principio procesal, aunque si les permitió exhibir al sacerdote en medios de televisión oficialistas cuando fue trasladado esposado y días después, al fin de una audiencia expusieron a la madre de la menor, una identidad que nunca debió conocerse públicamente por respeto a la víctima.

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SIN CONTACTO CON LA FAMILIA

Monseñor Leonardo Urbina, fue detenido la mañana del 13 de agosto por agentes de la Policía del régimen y presentado ese mismo día en los Juzgados de Managua, acusado de la supuesta violación de la adolescente de 14 años.

Esa mañana el padre Urbina, quien también era vicario de la zona pastoral de Boaco, recibió una citación para que se presentara a la estación policial de su ciudad para responder a una denuncia, cuyos detalles no le dieron. Una patrulla llegó muy temprano para llevárselo, lo hicieron con engaño pues el oficial a cargo le dijo que se trataba “de una entrevista  y que no debía preocuparse”, contaron feligreses.

Pero Urbina, no volvió y solo se supo de él hasta por la tarde cuando medios a fines al régimen trasmitieron en vivo en sus redes sociales, el traslado del religioso a una sala judicial, sin dilación, esposado y vestido con traje azul con los que visten a los privados de libertad.

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Los familiares del monseñor Urbina, se quejaron que desde su detención no han podido tener contacto con él, y que el juez se negó a permitirle una defensa que ellos asumirían.

DOS SACERDOTES CONDENADOS Y VARIOS PRESOS

Monseñor Urbina, es el segundo sacerdote de la Iglesia Católica nicaragüense declarado culpable tras ser juzgados por supuestamente ser responsable de delitos comunes, impulsados por operadores de justicia del régimen.

El primero fue el padre Manuel Salvador Martínez condenado a casi cinco años de cárcel por supuestamente haber amenazado a un grupo de fanáticos de la dictadura y haberle causado lesiones psicológicas y físicas a una mujer, quien también terminó procesada por negarse a acusarlo.

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Otros religiosos han sido secuestrados y procesados en secreto como los que acompañaban al Obispo de Matagalpa Rolando Álvarez y el sacerdote Óscar Danilo Benavides, párroco de la iglesia Espíritu Santo ubicada en el municipio de mulukukú.

El Obispo Álvarez se encuentra bajo “resguardo domiciliar” una figura inexistente en las leyes nicaragüenses que no es más que “casa por cárcel”, la que tampoco ha sido decretada por un juez, sino que ha sido una acción de la misma Policía incompetente para decretar la medida cautelar.