La dictadura por fin deja que los presos políticos Miguel Mora y Tamara Dávila vean a sus hijos

Régimen cede después que los detenidos injustamente, anunciaron huelgas de hambre para que se les cediera el derecho a las visitas.

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  • agosto 20, 2022
  • 09:09 AM

Después de sostener una huelga de hambre durante 59 días, el preso político Miguel Mora al fin pudo ver cumplido su derecho de recibir la visita de su hijo Miguelito en su encierro de un año y dos meses. La misma felicidad experimentó la también opositora encarcelada Tamara Dávila, quien pudo abrazar a su pequeña hija de seis años.

Hace casi dos meses, Miguel Mora decidió entrar en huelga de hambre, para demandar que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, le permitieran recibir la visita de su hijo Miguelito, un joven de 21 años con parálisis cerebral que durante ese más de un año de encierro, ha extrañado a su padre y ha tenido la ilusión de volver a verlo.

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Según relató la esposa de Mora, Verónica Chávez, al medio aliado 100% Noticias, el reencuentro entre padre e hijo fue emocionante. “Cuando entramos por la puerta, Miguel recibió a Miguelito con un gran grito. ¡Gloria a Dios! Miguelito, lo logramos. La gloria sea para Dios”,  de esta forma relató Chávez la reacción de Mora al ver a su hijo. Mientras tanto, Miguelito lo llamó “papi”.

¿Papá qué estás haciendo?, preguntó Miguelito Mora Chávez , al periodista detenido, quien le respondió que en El Chipote está “construyendo una gran casa con piedras firmes y sólidas, estoy trabajando Miguelito para Nicaragua”, reportan.  

Tamara Dávila también está feliz

La presa política Tamara Dávila también recurrió a la huelga de hambre para reclamar su derecho de ver a su hija, a la que no tenía a su lado desde que fue capturada frente a ella hace más de 15 meses.

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La familia de Dávila dio a conocer que ella les informó que el 15 de agosto iniciaría la huelga de hambre para reclamar que le dejaran ver a su niña, después de haber agotado la vía judicial y cinco días después de tomar esa medida, le concedieron ese derecho.

“Estoy feliz. Esto debió haber sucedido desde el primer día”, dijo Tamara Dávila, a quien su hermana Ana Lucía dijo encontraron “fuerte, digna y feliz por el encuentro”, a pesar que perdió peso por la huelga de hambre que sostuvo.

Dávila hizo tareas escolares con su hija, vio los dientes que pronto mudará y la pequeña, que la abrazaba con emoción, también le mostró las habilidades que ha adquirido en gimnasia.

Asimismo, Álvarez Vijil demandó que haya visitas regulares cada 15 días y que se debe incluir  videollamadas y autorizar la entrada de organismo de Derechos Humanos y de Cruz Roja a la Dirección de Auxilio Judicial,  para constatar el estado de salud de los presos políticos. “Demandamos libertad inmediata, incondicional y con garantías para los presos politicos de Nicaragua”, dijo Álvarez Vijil.

Por su lado, Verónica Chávez dijo que espera que los demás presos políticos no tengan que hacer  huelga de hambre para que se les permita a todos los niños, jóvenes abrazar a sus papás.

"Miguelito es un niño especial. El encuentro fue entre lágrimas, risas y cantos a Dios. Lograron abrazarse y esto es un motivo de felicidad en medio de tanto dolor y angustia, seguimos demandando es la libertad, él debería estar en casa con sus hijo para sus terapias porque es inocente", prosiguió.

Chávez también demandó que “le den su Biblia a Miguel, es una de las cosa que más ha demandado, no veo motivo o en qué pueda perjudicar esto, seguimos demandando la palabra de Dios como cristianos que somos”.

Demandas de otros familiares de presos políticos

Berta Valle solicitó que todos los presos políticos puedan hacer uso de su derecho de ver a su hijos e hijas, no solo a los que viven en Nicaragua, sino también a los que están fuera del país y son  mayores de edad.

“Esta no es una concesión especial, está especificado en la ley los plazos de la visita. No es posible que estén sufriendo tanta tortura. Félix ha insistido en su anhelo de hablar con Alejandra, son 486 días sin poder compartir ni una llamada telefónica, ni una carta, ni un dibujo  y demandamos que se nos permita tener estas llamadas y que se les entregue una Biblia como parte de su libertad religiosa y porque lo han pedido. Es urgente unirnos para orar por nuestro país y el liderazgo religioso”, señaló Valle.

Victoria Cárdenas, esposa del preso político Juan Sebastián Chamorro, dijo estar emocionada porque Miguel Mora y Tamara Dávila pudieron ver a sus hijos y también señaló que su marido lleva 438 días de estar secuestrado injustamente.

“Exigimos la regularidad de la visita, esto no es un regalo es algo que como familia nos los da la ley, el Estado debe garantizarlo mientras estén detenidos injustamente, no cesaremos hasta que estén libres, todos son inocentes, nos solidarizamos con la Iglesia Católica  perseguida”, resaltó Cárdenas.

Xenia Barahona, hermana de Suyén Barahona, también demandó que se le permita ver a su hijo, también habló de que se debe permitir la comunicación “vía llamadas, videoconferencias, que acepten fotos, cartas, correspondencia mutua. Desde el 3 de septiembre del año pasado, estamos intentando ingresar una foto para Suyén y no se ha podido. Demandamos que se respete que pueda tener relación con su hijo y lo queremos para todos y todas los presos políticos”.

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