El papa Francisco y el cardenal Brenes buscan una salida al secuestro de monseñor Rolando Álvarez

El silencio del papa Francisco en estos 16 días de secuestro policial impuesto a monseñor Rolando Álvarez en Nicaragua, “no significa inactividad o falta de decisión; significa que se están trabajando en otros planos”, aseguró este viernes Rodrigo Guerra López, Secretario del Pontificio Consejo para América Latina desde El Vaticano.  

“En Nicaragua no hay nuncio apostólico, pero la operación diplomática con su equivalente está en curso a través del cardenal (Leopoldo) Brenes y de algunas otras personas, me incluyo. Estamos metidos en el asunto”, confirmó el asesor papal al medio especializado en temas católicos Aleteia.  

Según Guerra López, el Papa “está súper enterado de todos los acontecimientos que ocurren en Nicaragua” y podría emitir un primer comentario el próximo domingo tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro.  

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“A mí no me extrañaría que después del encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez, a lo mejor el domingo el Papa nos regale algún primer comentario. No me extrañaría. Pero, eso es el tema exterior. La Santa Sede, principalmente trabaja en la diplomacia discreta”. 

El silencio del Pontífice ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos, expresidentes y creadores de opinión a nivel regional.  

Sin embargo, su asesor para temas de América Latina explica que un silencio papal “nunca es un silencio apático, sino es el silencio de un pastor que vela por su pueblo antes que por las posiciones ideológicas”. 

“Un silencio papal no significa inactividad o falta de decisión, no, nada de eso; significa que se están trabajando en otros planos. Y en el momento en que el Santo Padre vea prudente, por supuesto, tendrá una intervención”, agregó el filósofo mexicano.  

FUE TRASLADADO A MANAGUA

La Policía Orteguista asaltó pasadas las tres de la madrugada la Curia Episcopal donde el obispo se encontraba “casa por cárcel” junto a ocho colaboradores.   

En el operativo, calificado de ilegal por abogados y defensores de derechos humanos, fueron detenidos los sacerdotes Sadiel Eugarrios, José Luis Díaz, Ramiro Tijerino y Raúl González. Los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira y el camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa Sergio Cárdenas. 

La Policía Orteguista informó que el obispo se encuentra bajo arresto domiciliar en Managua en casa de sus familiares, mientras que los demás detenidos están en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote.

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Monseñor Óscar Escoto, vicario de Catedral de Matagalpa, permanece en la Curia Episcopal, según el régimen, "sin ninguna restricción policial y de movilidad".

Álvarez, de 55 años y obispo de la Diócesis de Matagalpa, administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, se encuentra retenido junto a cinco sacerdotes y tres seminaristas, en el Palacio Episcopal desde el 4 de agosto pasado, que está sitiado por fuerzas especiales policiales.  

El obispo es acusado por la Policía de intentar «organizar grupos violentos», supuestamente «con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales», aunque de momento no han ofrecido pruebas.