OEA condena persecución a la Iglesia en Nicaragua y reitera demanda de liberar a los presos políticos 

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), condenó este viernes las “restricciones arbitrarias” impuestas por la dictadura de Daniel Ortega contra la Iglesia y las organizaciones de la sociedad civil.  

Con 27 votos a favor, el Consejo aprobó una nueva resolución sobre la “situación en Nicaragua” presentada por las delegaciones de Antigua y Barbuda, Canadá, Chile, Costa Rica, Perú, Estados Unidos, Uruguay y Brasil; y copatrocinada por Haití, Brasil y la República Dominicana. 

La votación reflejó el aislamiento internacional del régimen, puesto que solo una delegación votó en contra, la de San Vicente y las Granadinas, cuyo primer ministro estuvo acompañando al dictador Daniel Ortega en la celebración del 19 de julio.  

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Colombia, que estrena gobierno al frente del izquierdista Gustavo Petro, estuvo ausente. Los gobiernos de Bolivia, Honduras, El Salvador y México continuaron con su política de abstención. Argentina, que se ha abstenido en otras resoluciones, votó a favor.

LAS DEMANDAS

En la resolución, los países miembros de la organización acuerdan “condenar enérgicamente el cierre forzoso de organizaciones no gubernamentales y el acoso y las restricciones arbitrarias impuestas a las organizaciones religiosas y a las que critican al gobierno y sus acciones en Nicaragua”. 

Además, reiteran su insistencia en que “el Gobierno de Nicaragua libere inmediatamente a todos los presos políticos y cese el acoso y la intimidación a la prensa independiente y que garantice el ejercicio del derecho a la libertad de expresión”. 

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Aunque el régimen denunció la Carta de la OEA, explican, las obligaciones legales del Gobierno de Nicaragua, en virtud de la Carta siguen vigentes hasta la fecha efectiva de la retirada de la organización, el 18 de noviembre de 2023.  

Asimismo, renuevan el ofrecimiento del Consejo Permanente de comprometer al Gobierno de Nicaragua en apoyo de la adhesión a las Cartas rectoras de la OEA, el restablecimiento de las instituciones democráticas y el respeto a los derechos humanos en Nicaragua de acuerdo con el derecho internacional. 

La crisis en Nicaragua está generando una migración "sin precedentes" hacia los estados vecinos, lo que, según la OEA, "está teniendo un efecto nocivo en estos países y en los propios refugiados".

Los representantes expresaron su preocupación por el recrudecimiento de la represión que incluye el secuestro policial de monseñor Rolando Álvarez y otras 10 personas que le acompañan en la Curia de Matagalpa.