Cinco formas de violencia “normalizadas” contra las niñas que debés evitar

Muchas niñas son víctimas sin saberlo o porque lo tienen arraigado como parte de su vida. Te explicamos cuáles son las formas de violencia, sus consecuencias y cómo identificarlas.

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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • octubre 11, 2024
  • 11:30 AM

La violencia en países como Nicaragua sigue en aumento, pero no tienen las mismas consecuencias para todas las personas que la padecen. Las niñas son más vulnerables y víctimas —muchas veces en silencio— de formas de violencia que las marcan de por vida y que han sido “normalizadas”.  

Las niñas experimentan violencia en sus hogares, desde castigos físicos hasta violencia sexual, emocional o física. Aceptar esta violencia como un “asunto privado o doméstico” muchas veces impide que otras personas puedan intervenir o que las propias afectadas denuncien. 

Tanto en las ciudades como las zonas rurales, la violencia contra las niñas en el espacio público es común. Sin embargo, muchas de las víctimas tienen esta condición sin saberlo o porque lo tienen arraigado como parte de su vida. Por eso hoy te explicamos cuáles son las formas de violencia que más padecen las niñas, sus consecuencias y cómo identificarlas.

1. Matrimonio infantil  

Millones de niñas son obligadas a contraer matrimonio de forma forzada a edades tempranas cada año. Nicaragua, por ejemplo, es el segundo país de América Latina con la tasa más alta de matrimonio infantil: el 10% se casa o inicia una unión de hecho antes de cumplir los 15 años. Es un fenómeno que trastorna los sueños y condena a las niñas, al amparo de una sociedad pasiva y un Estado cómplice. 

Según Plan Nicaragua, en el país está arraigada la idea de que el matrimonio infantil es un problema exclusivo de las áreas rurales. Si bien es cierto que es más frecuente entre menores de zonas no urbanas, también es una realidad en las ciudades. En algunas zonas de nuestro país sigue siendo común “apalabrar” a una menor de edad con un hombre mayor.  

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Las consecuencias del matrimonio infantil forzado son físicas, psicológicas y emocionales, además de sociales y económicas. Las niñas casadas en la infancia tienen pocas probabilidades de asistir a la escuela, con frecuencia se las trata como mujeres adultas y generalmente deben cargar con las funciones y responsabilidades de los adultos, sin que importe su edad. 

2. Acoso sexual 

La violencia de género es una pandemia que viola los derechos de las niñas en todo el mundo, advierten organizaciones como Plan International. Unas de las expresiones más comunes es el acoso sexual.  

El acoso sexual abarca el contacto físico no consensuado, por ejemplo, cuando una persona agarra, pellizca, propina bofetadas o realiza tocamientos de índole sexual a una niña. Incluye también otros tipos de violencia no física, como abucheos, comentarios sexuales sobre el cuerpo o el aspecto, la solicitud de favores sexuales, miradas sexualmente sugerentes, acecho o exhibición de órganos sexuales. 

3. Violencia física  

Consiste en causar o intentar causar daño golpeándola, propinándole patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola, dándole bofetadas, halarle del cabello, mordiéndole u obligándola a consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo de fuerza física contra ellas. 

4. Trabajo infantil 

El trabajo infantil afecta a 120 millones de niños y niñas en todo el mundo, arrebatándoles la infancia y vulnerando sus derechos. Esta práctica representa la mayor fuente de explotación y abuso en el mundo, según un informe de Plan Internacional.  

Además, las niñas sometidas al trabajo infantil deben hacer frente a muchos otros problemas, como abusos físicos en forma de palizas de sus supervisores por no completar el trabajo y abusos sexuales, a cambio de recibir más dinero o comida o por llegar tarde a trabajar. Además, están expuestas a riesgos para su salud y a largas jornadas de trabajo. 

Las niñas que venden en las paradas de buses, en los semáforos o mercados a menudo son víctimas de este tipo de violencia.

5. Violencia de género

La violencia por razón del género afecta el desarrollo físico, emocional y social de las niñas. Puede alterar el sistema nervioso e inmunológico y provocar trastornos sociales, emocionales y cognitivos, además de conductas que causan enfermedades, lesiones y problemas sociales 

El mundo debe ser que consciente de que la violencia no es un asunto privado, debe ser rechazada socialmente. Acabar con la violencia exige todo tipo de acciones: desafiar las normas sociales y los roles de género que toleran la violencia, fortalecer las leyes y procesar a los culpables. 

Es vital para las niñas aprender sobre igualdad en la escuela, al igual que promover el diálogo intergeneracional sobre la violencia contra los niños y niñas. 

Es necesario promover y fortalecer valores que sustenten relaciones no violentas, respetuosas, enriquecedoras y positivas para las niñas, niños y adolescentes incluyendo a los más vulnerables y discriminados. 

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