JD Vance asistió con su familia a la Pasión de Viernes Santo en el Vaticano sin el papa

La liturgia de Viernes Santo es uno de los ritos más solemnes del calendario litúrgico y único día en el que no se oficia misa, marcado por el silencio y el recogimiento pues la Iglesia, de luto, conmemora el martirio y crucifixión de Jesús.

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EFE
  • abril 19, 2025
  • 09:29 AM

 El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, asistió este Viernes Santo junto a su familia en los ritos de la Pasión del Señor en la basílica de San Pedro del Vaticano, aunque sin la presencia del papa Francisco, todavía convaleciente.

Vance, que se convirtió al catolicismo en 2019, accedió al templo vaticano acompañado por su esposa, Usha, y sus tres hijos -llevando a uno en brazos-, y se sentaron en primer fila ante el altar papal.

El vicepresidente de Donald Trump se encuentra de viaje oficial en Italia hasta el domingo y, tras reunirse hoy con la primera ministra italiana Giorgia Meloni, también está previsto que lo haga mañana con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.

La liturgia de Viernes Santo es uno de los ritos más solemnes del calendario litúrgico y único día en el que no se oficia misa, marcado por el silencio y el recogimiento pues la Iglesia, de luto, conmemora el martirio y crucifixión de Jesús de Nazaret.

Francisco ausente

Sin embargo, el papa Francisco no ha participado en la liturgia ya que se encuentra aún convaleciente por los problemas respiratorios que le mantuvieron hospitalizado en Roma durante 38 días, hasta el 23 de marzo.

El pontífice, de 88 años, ha reducido drásticamente su agenda esta Semana Santa, delegando las misas a cardenales, y tampoco se prevé que acuda al tradicional Vía Crucis de esta noche en el Coliseo romano (en los últimos dos años ya renunció para evitar el frío).

En el rito de la Pasión, Francisco ha delegado en el cardenal italiano Claudio Gugerotti, que lo inició tumbándose en el suelo para orar ante el lugar donde según la tradición fue enterrado el apóstol san Pedro.

Después, tres diáconos vestidos con paramentos rojos, color del luto, entonaron los pasajes de la Pasión del Evangelio de San Juan, el arresto, martirio, crucifixión y muerte de Jesús. Al término de la lectura, toda la asamblea se arrodilló y rezó.

Acto seguido, y por primera vez en Semana Santa, tomó la palabra el nuevo predicador de la Casa Pontificia, el capuchino Roberto Pasolini, que el pasado noviembre sustituyó al franciscano Raniero Cantalamessa tras 44 años predicando en el Vaticano.

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En su larga homilía, escuchada en silencio por los cerca de 4.500 presentes en el templo vaticano, entre estos la familia Vance, Pasolini sostuvo que Jesús "nos revela que la fuerza no salva el mundo sino la debilidad del amor".

Sobre todo, indicó, "en un tiempo como el que vivimos marcado por el mito de la prestación y seducido por el ídolo del individualismo".

Una vez terminada, un diácono recordó en latín al pontífice ausente: "Oremos por nuestro papa Francisco, para que el Señor y Dios Nuestro le conceda vida y salud y lo conserve como guía y pastor del pueblo santo de Dios".

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Al término de la ceremonia, un diácono portó la cruz a lo largo de la nave central de la basílica para su adoración, franqueado por otros dos que llevaban dos cirios encendidos.

Por último, se procedió a impartir la comunión -aunque este día no haya eucaristía- y en ese momento pudo verse al vicepresidente estadounidense de rodillas orando.

Vance se encuentra de viaje oficial en Italia hasta el domingo y este viernes se reunió con la primera ministra Meloni.

Antes de acudir a misa con su familia, deseó un "bendito" Viernes Santo a todos los cristianos del mundo y, en particular, a los de su país, Estados Unidos. "Él murió para que nosotros podamos vivir", escribió en la red social X.

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