La ONU reitera a los hutíes que libere a los más de 50 trabajadores humanitarios detenidos

- El Secretario General de la ONU, António Guterres, volvió a solicitar "la liberación inmediata e incondicional" de más de 50 trabajadores humanitarios "detenidos arbitrariamente" por los rebeldes hutíes en Yemen, según anunció su portavoz este viernes en una rueda de prensa.

Han pasado seis meses desde que esta milicia, que controla alrededor del 30 % de Yemen, detuvieran a más de 50 funcionarios de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales, miembros de la sociedad civil y misiones diplomáticas, además de personal de la ONU arrestado entre 2021 y 2023.

Aunque Guterres reconoce la reciente liberación de un funcionario de la ONU y de dos personas de una oenegé, recordó que "la continua detención arbitraria de docenas de personas es inaceptable y constituye una violación del derecho internacional".

Según comunicó su portavoz, Stéphane Dujarric, tanto las Naciones Unidas como las oenegés y otros socios internacionales están trabajando a través de todos los canales y autoridades posibles para lograr la liberación inmediata de este personal humanitario.

En junio de este año, Estados Unidos, Australia, Canadá, el Reino Unido y Nueva Zelanda ya solicitaron la puesta en libertad de los trabajadores humanitarios, uniéndose al llamamiento que hizo el Secretario General entonces.

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El movimiento insurgente hutí, próximo a Irán, tomó en 2014 Saná y desde entonces se hizo con amplias zonas del norte y el oeste del país, donde siguen librando una guerra contra las fuerzas gubernamentales.

Desde mediados de noviembre del año pasado, los hutíes han lanzado decenas de ataques contra navíos mercantes en el mar Rojo para ejercer presión económica contra Israel e intentar que el Estado judío cese en su asedio contra la Franja de Gaza, donde el grupo apoya al movimiento islamista Hamás.

De acuerdo con la ONU, más de 18 millones de personas sufren las consecuencias de la inseguridad alimentaria, epidemias, desplazamientos forzados y daños a la economía e infraestructuras fruto del conflicto yemení, que ha cumplido una década de hostilidades.