Los datos que evidencian las mentiras de la dictadura en la OEA

La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) concluyó este viernes que las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua "no tienen legitimidad democrática". Por su parte, la dictadura de Daniel Ortega insistió en denunciar lo que considera “injerencia en los asuntos internos” y presentó datos para defender la supuesta legitimidad del proceso.  

Michael Campbell Hooker, representante permanente alterno de Nicaragua ante la OEA, aseguró que la participación ciudadana durante las votaciones fue altísima, que no hubo ningún acto de protesta y que el proceso fue cubierto por más de 600 periodistas independientes nacionales e internacionales. 

A continuación, te presentamos datos, videos y fotografías que desmontan las mentiras de la dictadura en la OEA:

 LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA 

“El punto que se discute hoy es una de las contradicciones menos elocuentes que se pueden conocer. ¡No hay forma posible de negar que la mayoría del pueblo nicaragüense expresó clara y decididamente su deseo y voluntad! Cualquiera de los casi tres millones de nicaragüenses que asistieron a votar, y que se vieron a través de los medios y en las calles aledañas a los más de 3,000 centros de votación y, sobre todo, los más de 75,000 fiscales de partidos políticos, puede certificar esta verdad incuestionable”. 

FALSO.  

Según el observatorio de Urnas Abiertas la abstención ciudadana en estas votaciones fue de 81%. Además, las calles de Nicaragua el pasado 7 de noviembre en su mayoría lucían vacías en correspondencia al llamado de “Quédate en casa” hecho por la oposición. 

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Los centros de votación, diferencia de otros procesos, no se vieron abarrotados de votantes y tampoco se apreciaron largas filas a lo largo de la jornada. Lo que también fue evidenciado por el bloguero estadounidense Benjamín Norton, quien fue acreditado como “acompañante” por el Consejo Supremo Electoral.  

LA OBSERVACIÓN INTERNACIONAL 

"Exigimos que sean respetuosos y se abstengan de calificar un proceso electoral que es propio de nuestro Pueblo y que fue visto por más de 200 acompañantes internacionales y 9,000 nacionales”.  

MANIPULADO.  

El régimen de Daniel Ortega controló de antemano la observación nacional e internacional de estas votaciones.  

Los “acompañantes” internacionales a los que se refirió el embajador Hooker son más bien figuras de partidos comunistas y de la izquierda de América Latina, Norteamérica, Europa y Asia. Todos afines a Ortega. Ninguno se atrevió a cuestionar el proceso, no se refirieron al encarcelamiento de precandidatos de la oposición y existencia de presos políticos 

Entre los acompañantes nacionales estaban miembros del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y la estatal Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, ambas instancias controladas por la dictadura.  

Los acompañantes tampoco podían brindar declaraciones a medios independientes. 

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Las reconocidas Misiones de Observación Electoral Internacional (MOE) de la OEA y la Unión Europea no fueron invitadas para participar en el proceso.  

LOS MÁS DE 600 PERIODISTAS INDEPENDIENTES 

El proceso electoral fue “cubierto por más de 626 periodistas independientes nacionales y extranjeros” 

FALSO.  

El Consejo Supremo Electoral no acreditó a periodistas de medios nacionales, regionales y locales independientes, por el contrario, los medios de la familia Ortega – Murillo podían entrar y salir sin problemas de los Centros de Votación.  

El organismo Periodistas y Comunicadores Independientes (PCIN), registró 17 agresiones a reporteros en el contexto de las votaciones presidenciales en Nicaragua. 

También se identificaron ocho desplazamientos forzados en 48 horas, tres exilios forzados en contexto electoral, 4 casos de robo de bienes y equipos: dos teléfonos, cámara fotográfica y una motocicleta. 

Por otro lado, siete equipos de prensa internacional denunciaron públicamente haber sido impedidos de ingresar al país, entre los que se incluye el Washington Post, El Heraldo de Honduras y CNN internacional.