¿Por qué los nicaragüenses nunca han podido votar en el exterior?

Nicaragua es el único país de América Central que no permite el voto exterior, a pesar que el ejercicio del sufragio está reconocido en la Ley Electoral (Ley 331) y en la Constitución como un derecho de todos los nacionales.

Los nicaragüenses no pierden sus derechos ciudadanos al residir en otro país o adquirir otra ciudadanía, entre ellos el de elegir a sus gobernantes. Desde los noventa, luego de las primeras votaciones libres en Nicaragua, la demanda del voto en el exterior sigue sin resolverse. 

Y ocurre que el cumplimiento de ese derecho está condicionado a que el Consejo Supremo Electoral determine si hay condiciones “de pureza, igualdad, transparencia, seguridad, control, vigilancia y verificación que se ejercen dentro del territorio nacional”. De tal forma que, desde 1995, año en que el derecho al voto en el exterior fue incorporado a la Ley Electoral, nunca ha sido cumplido.

Este 2021, con la reforma a la Ley Electoral el derecho al voto de los nicaragüenses residentes en el extranjero quedó estipulado en el artículo 109 y, entre otras cosas, mantiene que corresponde al CSE elaborar un registro que permita "determinar e inscribir el número de ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses residentes en el exterior con derecho a voto".

EL CSE SE HA NEGADO

¿Por qué es un derecho negado? En 2001, ante la demanda de la diáspora, Roberto Rivas, entonces presidente del CSE dijo: “Ese proceso todavía es muy tierno y requiere de mucha logística”. La misma respuesta se ha repetido en cada comicio. En este 2021 ni siquiera se planteó.

“El voto en el extranjero ha ido adquiriendo mayor importancia, en la misma medida en que el número de migrantes ha ido aumentando”, indica un especialista en temas electorales a GATO ENCERRADO como uno de los principales motivos por los que el derecho ha sido históricamente bloqueado.

Debido a esto, “la negativa a reconocer el voto en el exterior es que el régimen dictatorial sabe que ese voto es mayoritariamente de oposición”, añade el analista.

No obstante, el peso de la migración nicaragüense no es reconocida por las autoridades. El 13 de octubre pasado, el canciller Denis Moncada declaró en rueda de prensa durante una gira de trabajo en Ankara, Turquía, que el fenómeno ha disminuido.

Su afirmación está basada, según dijo a medios turcos, en que “las políticas del Gobierno (...) le dan a la población seguridad ciudadana, alimentaria, hospitalaria y educativa”. Tal declaración choca con la realidad que denuncian países como Estados Unidos, España y Costa Rica, tres de los principales destinos donde buscan refugio los nicaragüenses. 

Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la persecución política y las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua provocaron desplazamiento a gran escala: “Más de 108 mil nicaragüenses solicitaron protección internacional en el mundo a partir del 2018”, reporta Acnur.

En el país se identifican dos flujos migratorios forzados por Daniel Ortega. Primero en la década de 1980, por la crisis económica y la guerra, y desde 2018 a raíz de la represión. 

NO HAY CENSO DE NICARAGÜENSES EN EL EXTRANJERO

Líderes de la diáspora nicaragüense en Estados Unidos, han denunciado que aproximadamente 341 mil compatriotas no tienen derecho al voto por vivir en el exterior.  En España, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), a día de hoy se contabilizan 57 mil 530 connacionales.

Aunque Costa Rica no cuenta con un dato exacto sobre la cantidad de migrantes nicaragüenses que viven en su territorio, se calcula que hay entre 300 y 500 mil nicaragüenses viviendo en ese país. Las estimaciones apuntan a que el 20% de la población, estimada en más de seis millones, residen fuera del territorio nacional.

Asimismo, datos de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), indican que hasta mediados del año pasado más de 700 mil nicaragüenses vivían en el exterior. Esto podría significar un 15 por ciento de los 4,7 millones de nicaragüenses inscritos en el padrón electoral. 

“Con la facilidad que dan las nuevas tecnologías de comunicación no se explica el porqué Nicaragua le niega este derecho a los migrantes”, afirmó otro especialista consultado para este artículo.

PILAR DE DE LA ECONOMÍA PERO SIN DERECHO A DECIDIR

Por otra parte, entre agosto y octubre del presente año, las remesas familiares provenientes del exterior sumaron mil 381,6 millones de dólares, lo que representa un 16,5 por ciento más que el mismo período del año pasado, según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN).

“Las causas de que los flujos migratorios sean cada vez mayores son económicas y políticas. Muchos dejan el país en busca de mejores oportunidades, otros huyen de la persecución política. Como sea, esos migrantes se han convertido en una fuente de ingresos de primera importancia. Es lógico que estas personas, que tienen derecho a votar e incidir en el futuro de su patria, exijan tener acceso a los medios para poder hacerlo en los países donde trabajan”, señala el analista consultado.

Según datos del BCN a marzo de este año, las remesas que provienen de Estados Unidos representaban el 61,3 por ciento del total. España ocupa el segundo lugar con el 15,4 por ciento y Costa Rica representa el 13,3 por ciento.   

CÓMO SE VOTA EN EL EXTERIOR 

Según el Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA) el voto en el extranjero puede realizarse en elecciones nacionales o locales, aunque "lo más usual es que sólo se permita el voto en el extranjero en elecciones nacionales, es decir, para la presidenciales y legislativas".

El voto por correo electrónico es utilizado cada vez más en países desarrollados y democráticos aunque existen diversos mecanismos.

En Centroamérica, los tribunales electorales coordinan con embajadas y consulados en el exterior para que quienes residan fuera, puedan elegir a sus gobernantes.

Desde 2001, en Honduras sus ciudadanos pueden votar desde el extranjero, mientras que el caso más reciente es el de Guatemala, 2019.

FORMAS DE VOTAR EN EL EXTERIOR

Destacar que Nicaragua no solo aparece como el único país de la región que no permite a sus ciudadanos votar en el extranjero, si no que es parte de un grupo de cinco en el todo el mundo que cuentan con normas legales que contemplan el voto en el extranjero, pero no las implementan. Los otros son Angola, Bolivia, Grecia y Mongolia, según el documento "Voto en el extranjero. El manual de IDEA Internacional", publicado en 2018.