El pensamiento azul y blanco por el que Ortega llevó a juicio a José Antonio Peraza

A José Antonio Peraza le impresionó saber que el régimen de Daniel Ortega les negaba sol y el ingreso de alimentos a los presos políticos. Le parecía que ese era un nivel de crueldad a lo que era innecesario llegar. Lo comentó en una reunión con el Consejo Político de la Unidad Azul y Blanco (UNAB) --al que pertenecía-- sin saber, que a él le tocaría vivirlo en carne propia. La dictadura lo declaró culpable por el delito de menoscabo a la integridad nacional en un juicio político celebrado este miércoles.

Fue secuestrado el 26 de julio del año pasado en su casa y la Policía Orteguista justificó su detención bajo los mismos argumentos de decenas de capturas que se hicieron sin investigación previa, ni presumiendo la inocencia de los perseguidos, dejando claro que eran acciones políticas.

El comunicado número 207-2021 que emitió minutos después la institución, acusaba a Peraza de haber cometido “actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación”, pero no brindaba detalles de esas acciones que justificaran el arresto.

Eso sí, eran los delitos recién “sacados del horno”, que Ortega se mandó hacer a la Asamblea Nacional y aprobó bajo la Ley 1055 de diciembre de 2020. La que llaman Ley de Soberanía, pero que solo han aplicado a nicaragüenses que no quieren más a Ortega y a su esposa mandando en Nicaragua. Esta es la segunda semana de juicio maratónico en contra de los opositores.

El día de su detención, José Antonio Peraza cumplía 24 horas de haber comparecido en el programa de televisión, Esta Semana, que emite desde el exilio el periodista Carlos Fernando Chamorro. En el programa, José Antonio Peraza criticó que el país se enfilara “al peor escenario electoral que pudimos haber imaginado”, teniendo como sustento que siete aspirantes a la presidencia estaban tras los barrotes y dos organizaciones políticas opositoras habían sido decapitadas por el tribunal electoral.

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JOSÉ ANTONIO PERAZA, UN INTELECTUAL A JUICIO

Nació en Rivas el 26 de mayo de 1966. Se licenció en proyectos de desarrollo en la Universidad de Costa Rica (UCR) y es considerado un experto en Sistemas Políticos y Electorales. “Hablamos de alguien apasionado por los datos, y el análisis. Y eso era lo que hacía”, dice su colega en el Consejo Político de la UNAB, Alexa Zamora, a pocos días del juicio de José Antonio Peraza.     

Zamora no ve los delitos que le imputan a Peraza en nada de lo que hacía o decía. “Gustaba de las estadísticas y era recurrente con la historia sobre los procesos electorales. Era un intelectual que analizaba el pasado y los hechos actuales y daba una conclusión que se hacía pública”, agrega.

José Antonio Peraza Collado ocupó la silla Ejecutiva del Movimiento por Nicaragua, funcionaba como miembro del Consejo Asesor de Transparencia Electoral y pertenecía al Grupo Promotor de Reformas Electorales (GEPRE), que impulsa una reforma profunda al sistema electoral nicaragüense. Impartía clase de Ciencias Políticas en la Universidad Americana, UAM, era columnista y autor de libros y ensayos sobre la política nicaragüense.

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“José Antonio siempre hacía análisis prospectivos sobre lo que pasaba en Nicaragua y en ese sentido, enriquecía las líneas del Consejo de la UNAB, es lamentable verlo en prisión, solo por hacer lo que es su trabajo; análisis”, señala por su lado la activista política de la organización, Marcela Guevara.

PERAZA Y SU ÚLTIMO ANÁLISIS ANTES DE SU CAPTURA

La noche del 26 de julio del año pasado, el politólogo no se resistió al asalto a su casa que ocurrió pasada las horas hábiles para un arresto digamos convencional; pues eran cerca de las 9:00 de la noche. Pero estaba decidido a que los represores no se salieran con la suya tan fácilmente. Grabó un video y denunció el abuso del que estaba siendo víctima.

Pero no fue todo. En un minuto y 24 segundos hizo su análisis sobre el futuro de quienes por la fuerza se sostienen en el poder y bajo un mandato considerado ilegítimo por más de 30 países.

 “Esta es una dictadura (la de Ortega-Murillo) que está llegando a su fin”, dijo. Agregó que su captura y las otras detenciones que por entonces llegaban a 28 en menos de un mes, sostenían ese pronóstico. “Mi captura, es un episodio más, pero esta noche oscura pronto terminará”, añadió.  

Guevara cree que la mayoría de los dirigentes de UNAB siempre estuvieron claros que ir a prisión siempre fue una posibilidad dado el nivel de desenfreno con que actúan quienes están gobernando Nicaragua. “José Antonio siempre visualizó un régimen represor, pero era difícil augurar el nivel de maltrato al que han llegado contra la gente que piensa diferente, esto sorprende a cualquiera”, comenta por su lado Zamora.

La forma en que se han desarrollado los juicios contra los opositores hace pensar a la familia del politólogo que su suerte ya está echada. Los jueces que se han trasladado desde el complejo judicial hasta el nuevo Chipote con togas y mazo, no han visto un solo imputado inocente, ello, aunque los testigos sean los mismos policías que recibieron las órdenes de asediarlos, seguirlos y capturarlos, sin más pruebas que el hecho de considerarlos adversarios de un partido político.