Así fue la “Operación Limpieza” en Carazo, uno de los ataques más sangrientos de la dictadura

Un contingente de al menos 2,000 armados irrumpió en Jinotepe, Diriamba y Dolores la madrugada del 8 de julio de 2018 con licencia para matar. Portaban armas PKM, RPG-7 y hasta granadas. Cortaron la señal de telefonía y se tomaron los hospitales.

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Uriel Velásquez
  • Diriamba, Carazo
  • julio 08, 2019
  • 05:27 AM

Las campanadas de los templos fueron la señal de alerta. Al amanecer del domingo 8 de julio, caravanas de policías y paramilitares llegaban por todos los puntos cardinales a Diriamba y Jinotepe con licencia para matar. La "Operación Limpieza" en Carazo fue un ataque despiadado contra manifestantes opositores a Daniel Ortega que dejó una estela de muerte, llanto y rabia que sigue latente.

Entraron con todo. La orden era desmantelar los tranques que caraceños habían levantado en protesta contra la dictadura por la represión que venía ejerciendo contra el pueblo desde el 18 de abril.  

En un informe sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en Nicaragua entre el 19 de junio y el 14 de julio de 2018, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), calificó el ataque a Carazo como una de las mayores masacres en la historia del departamento, que acabó con la vida de al menos 22 manifestantes en siete horas de ataque.

Un contingente de al menos dos mil armados entre antimotines y paramilitares llegó procedente de Managua.

A Diriamba llegaron alrededor de 70 camionetas con hombres armados y palas mecánicas. Ingresaron a través de la carretera a La Boquita.

A Jinotepe ingresaron por tres sectores: por el sector conocido como “Dulce Nombre” entraron a pie unos 800 armados; por la zona de Hertylandia, en la carretera a San Marcos, se reportó el ingreso de 30 camionetas y el sector del cementerio se reportó la entrada de unos 400 encapuchados.

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Durante el ataque a las ciudades caraceñas, el informe del Cenidh, detalla que se usó armamento de alto calibre, algunas armas de uso exclusivo del Ejército de Nicaragua.

Ametralladoras PKM de fabricación rusa, lanzacohetes RPG-7 de fabricación rusa, fusiles Dragunov con miras electrónicas, bombas y escopetas habría sido parte del armamento utilizado.

INCOMUNICADOS

La comunicación durante las horas de ataque fue escasa. Pobladores de Diriamba, Dolores y Jinotepe reportaron fallas en la señal de telefonía celular, principalmente de la empresa Claro y los servicios de televisión satelital de Telecable fueron suspendidos en todo el departamento.

Durante la "Operación Limpieza" en Carazo también hubo cortes de energía eléctrica y fallos en el servicio de agua potable. El ataque, que había iniciado a las 5:00 a.m., se extendió hasta el mediodía. A partir de ese momento las ciudades de Jinotepe, Dolores y Diriamba quedaron bajo el control de las fuerzas paramilitares.

Durante la noche los paramilitares y policías comenzaron con las detenciones ilegales y los allanamientos de las viviendas en busca de jóvenes, procediendo a detener a más de un centenar de personas. Al menos 90 de ellos fueron trasladados la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como “El Chipote”.

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Los manifestantes en Carazo, en su mayoría jóvenes, se defendían con piedras y morteros detrás de las barricadas / Foto. Carlos Herrera - Confidencial.

Uno de los primero detenidos fue el jinotepino Rafael Acevedo. Había estado protestando en el tranque del colegio San José y asegura que antes de ser trasladado a Managua fue llevado a la Estación Policial de Jinotepe, donde dice, fue torturado.

“A mí me agarraron tempranito. Me secuestró el régimen de Daniel Ortega, me tuvo en las mazmorras de El Chipote y La Modelo, pero antes de llevarme a Managua me tuvieron en Jinotepe todo el día. Me torturaron, perdí parte de la vista, me golpearon todo el día y querían que identificara a los demás compañeros, pero nunca cedí”, relata Acevedo.

La "Operación Limpieza" Carazo también dejó al menos 105 personas heridas, quienes no pudieron ser trasladados a centros de asistencia médica ya que los paramilitares se tomaron las empresas médicas, el Hospital Regional Santiago y el Hospital Harmin.

La represión en Carazo dejó al menos 22 muertos y al menos 105 heridos.

ESTADO DE SITIO

Tras la toma de las ciudades caraceñas, los paramilitares impusieron un estado de sitio de facto. Al día siguiente, el 9 de julio, 30 camionetas doble cabina entraron a la ciudad de Jinotepe para quitar los tranques con una pala mecánica escoltada por dos patrullas de la Policía Orteguista.

“El 10 de julio ingreso una caravana con hombres armados, estos encañonaron a las personas y les gritaban que se metieran a las casas, estableciendo un estado de sitio”, detalla el informe del Cenidh.

La persecución desatada contra los manifestantes en todo el departamento provocó que centenares de caraceños abandonaras sus casas y salieran al exilio. En Costa Rica hay reportes del menos 1,000 exiliados de este departamento.

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