Los Ortega Murillo, un ejemplo de cómo protegerse desde casa del Covid-19

La normalidad en Nicaragua en tiempos de pandemia no aplica para la residencia de los Ortega Murillo. Con recursos del Estado se pagan ferias, fiestas y eventos a los que asisten los sandinistas más fieles y trabajadores temerosos de ser despedidos. Los dictadores permanecen en su búnker, son un ejemplo de cómo llevar una cuarentena.

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  • julio 14, 2020
  • 01:17 AM

La normalidad en Nicaragua en tiempos de pandemia no aplica para la residencia de los Ortega Murillo. Con recursos del Estado se pagan ferias, fiestas y eventos a los que asisten los sandinistas más fieles y trabajadores temerosos de ser despedidos. Los dictadores permanecen en su búnker, son un ejemplo de cómo llevar una cuarentena.

La familia Ortega Murillo es el mejor ejemplo de cómo se debe seguir una cuarentena. Durante los casi cuatro meses que lleva la pandemia de Covid-19 en Nicaragua, mantienen un estricto resguardo domiciliar en El Carmen. Ningún acontecimiento, ha hecho que Daniel Ortega y Rosario Murillo salgan de su búnker.

Mientras los presidentes del mundo asumen el liderazgo y cumplen su obligación de informar a sus ciudadanos sobre las medidas y evolución del Covid-19, Ortega ha preferido no exponerse. También está entre los pocos líderes mundiales que han minimizado la pandemia y alentado a la población a no parar.

Cuando la pandemia apenas iniciaba, en marzo pasado, el líder sandinista convocó a sus simpatizantes a una marcha que su mujer y segunda al mando bautizó "Amor en tiempos del Covid-19". Pero ni él, ni ningún miembro de su familia participó. Comenzaba a transcurrir su primera cuarentena. Estuvo ausente desde el 12 de marzo -luego de una reunión virtual con los presidentes de los países miembros del SICA- hasta el 15 de abril, cuando apareció en cadena nacional desde su casa, acompañado de unos cuantos de sus funcionarios.

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Quince días después, el 30 de abril, Ortega estaba nuevamente en televisión nacional, por el octavo aniversario de muerte de Tomás Borge. Se le volvió a ver hasta el 18 de mayo, por el natalicio de Sandino, nuevamente desde su casa en El Carmen. Esa noche aseguró que estaban logrando controlar la pandemia, mientras el vacío en la mesa que antes solía compartir con sus más leales servidores era notorio. A su lado estaba solo Rosario Murillo y en puestos con suficiente distancia colocó a Gustavo Porras y a la doctora Martha Reyes, la ministra titular de Salud, son tres con ese mismo rango.

Desde entonces, Ortega sigue en cuarentena. Sin embargo, da órdenes para que desde las instituciones de Estado hagan creer a la población que la pandemia pierde fuerza y todo va volviendo a la normalidad.

POBRES A LA CALLE, LOS ORTEGA MURILLO EN CASA

Dora María Téllez, la exguerrillera que se apartó del orteguismo, manifiesta que la política ante la pandemia del régimen Ortega-Murillo ha tenido tres características: primero la falta total de transparencia, es decir, cero información, ni al pueblo de Nicaragua, ni a la comunidad internacional. Tiene que ver con un claro interés por ocultar la magnitud de la epidemia en el país y su falta de acción, opina.

Como segundo punto, menciona sus esfuerzos por promover contagios. Téllez sostiene ese es el trasfondo de las actividades, eventos y aglomeraciones que promueven desde el estado y entre la militancia. Un ejemplo reciente fue la competencia promovida por la Federación Nicaragüense de Motociclismo (Fenimoto) en las calles de Diriamba y Ciudad Sandino, ahí los asistentes retaron al Covid-19: no mantuvieron distancia entre personas y tampoco usaron mascarillas.

"En tercer lugar el régimen ha estado jugando con esta falsa sensación de normalidad, que solo tiene que ver con el hecho que ellos tienen un desprecio por la vida de los nicaragüenses, pero tienen mucho aprecio por la vida de ellos, los Ortega Murillo. Están todos ellos completamente aislados, están encerrados evitando el contagio, pero lanza al pueblo a que se contagie eso es una política negligente y criminal", subraya Téllez, quien en los años 80 fue ministra de Salud.

La exguerrillera insiste en la notoria segunda cuarentena de Ortega. "Y cuando se decide a hablar en televisión, notamos que las cámaras están cada vez más lejos”, apunta.

“La política es criminal, (Daniel Ortega) ha mentido, se ha negado a tomar acciones de prevención, no informa sobre la verdadera cantidad de muertes. Ellos lanzan a sus militantes al contagio, pero ellos sí se mantienen aislados y custodiados para cuidarse, porque saben que hay un problema grave, aunque nos digan a todos lo contrario", cuestiona Téllez.

DEL DICHO AL HECHO

Daniel Ortega y Rosario Murillo en una de sus últimas comparecencias públicas.
En las últimas comparecencias de Daniel Ortega por televisión se ha notado la reducción del número de invitados y la distancia que mantiene de los pocos que convoca. Foto: El19digital

El exdiputado y político Eliseo Núñez también encuentra contradicciones entre el discurso y las acciones de los Ortega Murillo, las cuales chocan, incluso con los reportes oficiales sobre la pandemia.

Según el Ministerio de Salud, Nicaragua no ha entrado en fase de transmisión comunitaria. Se presentan casos en brotes claramente identificados. Es más, en los últimos dos informes semanales se refleja una leve disminución en contagios y muertes, pero Ortega hace caso omiso del discurso de control epidémico y no sale de su residencia y casa de partido que desde 2007 convirtió en despacho de gobierno.

Ni repliegue, ni 19 de Julio. Si el control sanitario, basado en el modelo de salud familiar y comunitaria ha sido efectivo, porqué cancelar el Repliegue táctico a Masaya y la conmemoración del 41 Aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista, los únicos eventos masivos en los que Ortega se permitía participar. "Suspendió actividades como el repliegue y el 19 de julio, pero fue porque tiene miedo, miedo a que su gente no llegue por temor a la pandemia, solo quiere dar la impresión de que no va a celebrar el 41 aniversario porque tiene algo de responsabilidad, pero hasta que ya expuso a la gente pobre, y digo pobre, porque aunque sean sandinistas y seguidores ciegos de Ortega son ellos los que se están contagiando y muriendo, están engañados, manipulados. Otros son empleados estatales que por miedo al despido obedecen órdenes insensatas", critica Núñez.

Clases en línea para sus nietos. La administración orteguista también se aferra a continuar el Ciclo Escolar 2020 en los 10,000 colegio públicos. No obstante, los menores de la familia Ortega Murillo estudian de manera virtual desde marzo, porque a los centros de educación privada, como es el caso del Colegio Alemán Nicaragüense donde están matriculados los nietos de la pareja de dictadores; el Ministerio de Educación les autorizó seguir el plan de estudio en línea.

Lote de alcohol en gel para El Carmen. El 8 de marzo, diez días antes que el Ministerio de Salud reportara el primer caso de Covid-19 en Nicaragua, Despacho 505 reveló que en El Carmen se preparaban para protegerse del nuevo virus con la compra urgente de 5,000 unidades de guantes y más de 100 galones de alcohol en gel, por un monto de 101,085 córdobas.

"La cuarentena de Ortega, la cuarentena de sus nietos, que no asisten a clases, más la compra de alcohol en gel y mascarillas para usar en El Carmen, que por cierto no se permiten en los hospitales, mucho menos en las instituciones públicas, son las contradicciones principales", valora Núñez.

Los funerales a los que no llegó. El exdiputado agrega a la lista de evidencias de que Ortega se cuida del contagio, su ausencia a los funerales de figuras relevantes del sandinista, como el diputado Jacinto Suárez, la diputada Rita Fletes, Edén Pastora, entre otros.

SEGUIDORES CIEGOS

Núñez critica que desde el inicio de la pandemia el orteguismo centró sus acciones para aparentar una normalidad a costa de sus propios seguidores". "Los mandó a conglomeraciones públicas, manifestaciones, ferias, incluso, los llevó de paseo en Semana Santa y esto provocó que la curva del contagio se disparara a su pico entre la segunda semana de mayo y la primera de junio, ocasionando un montón de fallecimientos dentro de las propias filas del Gobierno".

“Ortega está asumiendo la pandemia de una manera vergonzosa”, remata el político.

El sociólogo Héctor Navarrete, opinó que los militantes sandinistas han sido tan manipulados que es muy difícil de hacerles ver que Ortega no tiene preocupación por la salud del pueblo, y que más bien los utiliza.

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“La estrategia del régimen es hacerles creer que son importante en sus filas, por eso en los barrios delegan coordinadores, tienen ayudantes, asistentes y un circuito político, fichas creen que son indispensables para el partido, pero no son más que peones para Ortega”, analiza.

Navarrete resaltó que el fanatismo de los militantes es tan grande, que no notan que familia OrtegaMurillo está encerrada en El Carmen cuidando su salud. En tanto, a las actividades como ferias, festivales, reuniones partidarias envían a sus seguidores más pobres.

ADVIERTEN MÁS CONTAGIOS Y MUERTES

Especialistas independientes insisten en lanzar advertencias a la población para que no caiga en la trampa de la “normalidad”. Recomiendan no relajar las medidas para evitar contagios.

Sin embargo, también expresan preocupación porque cada día se observan más personas desafiando el virus. Pronostican que esa imprudencia se traducirá en un nuevo pico de contagios en las próximas semanas, quizás peor que el registrado entre mayo y junio.

“Yo dudo mucho que el sistema de salud de Nicaragua esté preparado para contener un repunte importante en los contagios. Ya al inicio de la pandemia colapsó el Hospital Alemán Nicaragüense y aunque ahora hay más centros asistenciales donde se están atendiendo los enfermos de Covid-19, un repunte como el que creemos que podría venirse en las próximas semanas, pondría en aprietos la capacidad de los hospitales”, declaró a Despacho 505 el experto en salud pública, Carlos Hernández.

En su último informe, el Observatorio Ciudadano de Covid-19 reportó 7,893 casos presuntivos de coronavirus y 2,225 personas fallecidas por esa causa. No obstante, el Ministerio de Salud, solo reconoce 2,846 casos contagios y 91 muertes relacionadas al Covid-19.

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