Fuga millonaria de basura reciclable en la Alcaldía de Managua

Alcaldía de Managua pierde anualmente 87,242 toneladas de basura reciclable al año y desaprovecha 81 millones de córdobas en la generación de 4 Megavatios de energía y en bonos en el mercado de carbono mundial.

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  • marzo 03, 2020
  • 09:42 AM
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Fuga millonaria de basura reciclable en la Alcaldía de Managua

Alcaldía de Managua pierde anualmente 87,242 toneladas de basura reciclable al año y desaprovecha 81 millones de córdobas en la generación de 4 Megavatios de energía y en bonos en el mercado de carbono mundial.

Por RAFAEL LARA | 03-MAR-2020

MANAGUA — Alrededor todo es inmundicia. La fetidez es tan desesperante como el sol de las tres que te hace arder la piel. Reynaldo Láinez camina hacia la calle y se sienta en la acera sin inmutarse.

Las angostas calles del Mercado Oriental, el centro de compras más grande y desordenado de Centroamérica, han visto pasar a Reynaldo desde hace casi una década. Siempre lleva una gorra en la cabeza, un par de botas de hule, pantalones desgastados y un viejo carretón de madera que ya se volvió oscuro de tanta mugre, y que cruje al rodar cargado de desperdicios.

Frente a Reynaldo, un grupo de recolectores de basura se mueven con frenetismo entre el mar de desperdicios para encontrar plástico, cartón, cobre y bronce. No paran. La meta es reunir la cantidad suficiente que les permita regresar a sus casas con al menos cien córdobas. Esta tarde, Reynaldo ya sacó el día. Empuña entre sus manos los 200 córdobas que usualmente le deja una  extenuante jornada pepenando basura, a como le dicen popularmente al trabajo de seleccionar vidrio, plástico, cartón, aluminio o chatarra de entre la basura.

Reynaldo es originario de Somotillo, Chinandega, tiene 70 años y es jubilado, pero la pensión no le ajusta para cubrir los gastos. “Solo yo aporto en la casa, por eso es que salgo a recoger en el carretón la basura, para ayudarnos con la comida”, dice mientras observa a un par de niños que no sobrepasan los seis años y que con sus manitas sucias y rostros cansados prácticamente nadan entre la basura.

“No hay trabajo, mucha gente que tenía sus empleos lo que andan haciendo es vender agua helada, y haciendo luchas. Yo ya tengo mis añitos, 9 años de trabajar en el mercado recogiendo basura”, se lamenta este extrabajador de la Corporación de Mercados de Managua al recordar que por conflictos de tierra tuvo que desprenderse de 50 manzanas de tierras productivas que con mucho esfuerzo había comprado en Nueva Guinea.

En el negocio informal de la basura los intermediarios ponen las reglas y los precios: el kilo de botellas plásticas a C$6 y la libra de chatarra y aluminio a C$1.50 y C$12 respectivamente.

 “Yo hasta que lleno el carretón es hasta que me doy cuenta de lo que gano, porque me van dando 10, 15 y otros 20 córdobas. Hasta que lo tengo lleno quizá me traigo unos 100 pesos, hay días que me gano 200 córdobas y 300 en el día, pero es raro que agarre los 300”, cuenta.

Ese mercado informal de material reciclable que expone a cientos de ciudadanos como Reynaldo a condiciones de trabajo de alto riesgo es originado en parte por la gestión deficiente de la Alcaldía de Managua.

PÉRDIDAS MILLONARIAS EN EMTRIDES

A pesar de contar con un plantel de gran capacidad para aprovechar los desperdicios y generar empleo a muchos “churequeros”, la municipalidad ha convertido este bien en una carga económica, según revelan los informes oficiales.

Lo que omiten las cifras municipales es que apenas el 5.2% de los desechos reciclables que produce Managua son transformados y convertidos en divisas. Mientras otros países destinan esfuerzos para hacer de la basura un recurso generador de riqueza, energía y salud para el planeta, la capital nicaragüense descarta el 94.8% de los desechos aprovechables.

Managua genera 92,042 toneladas de residuos sólidos reciclables al año. Sin embargo, la alcaldía reporta en sus informes que la planta recicladora financiada por la cooperación española, a penas aprovecha 4,800 toneladas.

El experto en temas energético Fernandolino Narváez Mojica asegura que la alcaldía de Managua, por medio de la Empresa de Tratamiento de Residuos Sólidos y Urbanos (EMTRIDES), pierde otros 81 millones 300 mil 800 córdobas en la generación de biogás y bonos de certificado de carbono.

Narváez Mojica, presidente de Conjuris, S.A. y del consorcio Conjuris SCS, afirma que alcaldía de Managua no se está aprovechando el potencial económico de la planta, sobre todo en la producción de biogás para la producción de energía y los lixiviados que ya tratados puede constituir abono agrícola.

Según los cálculos Narváez Mojica, con la basura orgánica que la alcaldía de Managua desecha generarían 4 Megavatios hora (MW) de energía, equivalentes a 30 millones de kilovatios hora por año.

Además, se reducirían por incineración o producción energética, más de 40 millones de metros cúbicos de Gases de Efecto Invernadero (Metano, Dióxido de Carbono, y otros) que contaminan nuestra atmósfera.

“Lo anterior permitiría comercializar en el mercado de carbono mundial los Certificados de Reducción de Emisiones de más de 200,000 toneladas de Dióxido de Carbono anuales por un periodo de 20 años. Como beneficio adicional el país dejaría de importar anualmente 58,000 barriles de petróleo”, asevera Narváez.

EMTRIDES PODRÍA SER SOSTENIBLE

Los argumentos de Narváez Mojica coinciden con los datos publicados en el estudio “Los desechos: un análisis actualizado del futuro de la gestión de los desechos sólidos” realizado por el Banco Mundial en septiembre del 2018, que revela que la alcaldía de Managua debería de estar explotando el 19.64% de desechos sólidos, equivalentes a 92,042 toneladas al año, y no las 4,800 toneladas que afirma la alcaldesa Reyna Rueda.

En promedio, los camiones recolectores de basura llevan a la planta Emtrides 1,301 toneladas al día, de las cuales 933.6 son desperdicios de comida o material orgánico, y 255.52 toneladas de material reciclable, sin embargo, la alcaldía solo procesa 400 toneladas al mes, un promedio 13 toneladas diarias.

De las 468,660 toneladas de basura que llega a Emtrides al año, el 71.72% corresponde a materia orgánica, es decir, desperdicios de alimentos, el 8.64% de otros tipos de desechos; el 8.57% de papel y cartón; 8.37% de plástico; 1.42% de vidrio; y 1.28% de metales.

Estos datos revelan que la alcaldía de Managua podría reciclar 111.56 toneladas de papel y cartón; 108.9 toneladas de plástico; 18.4 toneladas de vidrio; y 16.6 toneladas de metales. Sin embargo, deja de procesar 87,242 toneladas de basura reciclable al año.

ALCALDÍA DESCARTÓ PRIVATIZAR LA CHURECA

El consorcio Conjuris SCS y la Empresa Norteamericana SCS Engineers, Inc., presentaron en el 2006 a la alcaldía un proyecto para explotar el manejo de la basura orgánica, sin embargo, la propuesta fue desechada. “En ambas presentaciones solicitamos la concesión de los gases para efectos de obtener el financiamiento”, asegura Fernandolino Narváez Mojica, presidente de Conjuris, S.A.

Los ingresos brutos que proyectaba el consorcio Conjuris SCS estaban estimados en 1 millón 500 mil dólares por venta de energía eléctrica (30,000,000 kW x US$0.05); y 940 mil dólares por venta de Certificado de Reducción de Emisiones (200,000 x US$4.70).

Narváez Mojica señaló que la propuesta fue presentada a “Herty Lewites (que) nos motivó a que continuáramos con los estudios correspondientes y someter a consideración del Consejo Municipal nuestra solicitud. Posteriormente, el alcalde Dionisio Marenco expresó su apoyo al proyecto. Incentivados por la buena aceptación del proyecto, procedimos a obtener una serie de documentación para cumplir con los requisitos para implementar nuestros planes”.

Incluso afirma que entre la documentación que presentaron a la alcaldía de Managua “estaban la carta de No Objeción de la Oficina Nacional de Desarrollo Limpio; el estudio de Factibilidad de SCS Engineers; la evaluación Ambiental del Centro de Investigación y Estudios en el Medio Ambiente de la UNI; el Aval Ambiental del INE y de Marena; el documento Diseño del Proyecto de SCS Engineers; y la recomendación de aprobación de la Dirección General de Medio Ambiente de la alcaldía de Managua, de la Comisión del Medio Ambiente del Consejo Municipal y de la Comisión Ambiental Municipal (CAM), esta última obtenida en Abril 2005”.

La propuesta de esta empresa fue desechada en el 2006, cuando la alcaldía de Managua logró conseguir los fondos con la cooperación española.

FUGA DE MATERIAL RECICLABLE

El director de la Red de Emprendedores Nicaragüenses del Reciclaje (REDNICA), David Narváez, afirma que el principal problema con Emtrides es la fuga de materiales reciclables, autorizado por la alcaldía, a operarios recolectores tanto del plantel Los Cocos, como en los camiones de la misma empresa.

Narváez asegura que las cuadrillas de la comuna realizan la separación de los materiales reciclable sobre la marcha y venden el material reciclable a las acopiadoras cercanas a la planta procesadora de desechos sólidos.

“Las cuadrillas vienen haciendo la separación de materiales sobre la marcha y antes de llegar a la planta de tratamiento, se desvían y de manera particular venden el material reciclable a las acopiadoras cercanas”, afirma Narváez.

Este año, la comuna capitalina destinó 101.9 millones córdobas, para el salario de los 433 empleados de Emtrides, debido a que esta empresa no genera los recursos necesarios para ser sostenible.

El director de REDNICA asegura que esa práctica se acentuó en 2008, cuando el precio del material reciclable tuvo un alza, provocando una protesta de los churequeros, porque al vertedero no les llegaba material para ganarse la vida.

“Solo en el Distrito II, donde está ubicada la planta de Emtrides, hay 230 lugares de acopio. En Managua hay otros centenares regados por la ciudad”, afirma Narváez.

ALCALDÍA LO JUSTIFICAN

El Secretario General de la alcaldía de Managua, el sancionado Fidel Moreno, reconoció la fuga del material reciclable, sin embargo, justificó que no pueden impedir a las cuadrillas que realicen selección de la basura durante su recolección.

Añadió que la municipalidad tiene un convenio con los recolectores del plantel Los Cocos a los que se les permite una cuota de materiales y el resto debe ser trasladado a la planta de procesamiento de residuos sólidos.

Sin embargo, David Narváez, presidente de REDNICA, asegura que esa cuota a la que se refiere Fidel Moreno no es controlada, porque no existe ningún tipo de supervisión durante el recorrido que realizan los operarios municipales.

En junio del 2012, Moreno informó a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), sobre el déficit en la recolección de basura, y afirmaba que a la planta Emtrides solo estaban llegando 800 toneladas de basura y que la mayor parte era materia orgánica.

Hasta ahora, los únicos recursos que ingresan a las finanzas de Emtrides son generadas por el alquiler de camiones recolectores en las zonas residenciales donde no hay cobertura de la flota municipal. En el 2019, el alquiler de los camiones generaron 33 millones 983 mil córdobas.

CHUREQUEROS A LA MANO DE DIOS

El director de la Red de Emprendedores Nicaragüenses del Reciclaje (REDNICA), David Narváez, señaló que para los churequeros la creación de Emtrides fue un arma de doble filo, porque si bien es cierto les entregaron viviendas a un grupo de los antiguos recolectores, solo se contrató a 500 trabajadores, de los cuales en la actualidad laboran 50 de ellos.

“El proyecto lo miramos como una oportunidad de que las y los recicladores íbamos a administrar esta planta, por los conocimientos que teníamos, la capacidad de distinguirlos y seleccionar lo de mayor valor. Pero no fue así e incluso muchos de los que fundaron Emtrides fueron despedidos y conocemos que hay menos de 50”, afirma Narváez.

El presidente de REDNICA asegura que los nuevos operarios no tienen experiencia, “esto ha dado lugar a un desperdicio del material (reciclable), porque los nuevo no son conocedores y dejan pasar material útil”.

Añadió que tras el despido de los recicladores, muchos de ellos se cruzaban las cercas de la empresa para buscar material reciclable entre los desechos de la planta, sin embargo, lo que recibieron de las autoridades fueron detenciones y amenazas de enjuiciamiento por robo.

Fernandolino Narváez Mojica, presidente de Conjuris, S.A., confirmó la versión del presidente de REDNICA, y afirma que “esta empresa (Emtrides) desplazó a la gente que trabajaba en La Chureca y los reemplazó con personas afines al gobierno”.

Añadió que los “funcionarios de la alcaldía continúan siendo los coordinadores de la mayor recolección de materiales exportables por medio de los ayudantes de los camiones recolectores de basura, los cuales venden posteriormente a los acaparadores que exportan”.

“En La Chureca nada ha cambiado. Los exchurequeros (nuevamente) andan en diferentes basureros sin ningún apoyo o esperanza, la basura sigue sin ser manejada apropiadamente, los ayudantes de los recolectores siguen siendo explotados por sus superiores, y los acaparadores continúan enriqueciéndose exportando a países de Centroamérica”, concluyó.

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