Mal recuento en las comunas: dictadura acumula tres alcaldes corridos y tiene a cuatro "en capillas"
Antes de la escalada, el año pasado uno huyó a Estados Unidos tras ser apresado y otro se suicidó en circunstancias poco claras. El dictador les recuerda que el mismo que los nombró, los echa, dice especialista


- junio 06, 2023
- 03:41 AM
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Tres alcaldes echados de sus puestos en cinco meses, al menos cuatro “en capilla” y con destino incierto, uno perseguido y otro muerto por un suicidio que a sus electores no convence hasta la fecha, es tan solo un recuento público de las comunas desde que son controladas radicalmente por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En los municipios de los alcaldes defenestrados: El Tuma-La Dalia, Granada y esta semana Ciudad Darío, en Matagalpa, los miembros del partido sandinista que votaron por ellos porque eran “los compañeros idóneos para que asumieran las riendas de sus localidades” siguen esperando una explicación oficial de las causas de sus salidas.
En el caso de El Tuma-La Dalia, el ahora exalcalde Jaime Aráuz, quiso convencer que se iba por problemas de salud, tres días después que se hiciera pública su defenestración el 22 de enero de este año. “Yo no me voy en la desgracia como dicen muchos, yo me voy con el reconocimiento y la frente en alto”, señaló el hombre que dirigió esa comuna por 22 años y que apenas tenía nueve días desde el 10 de enero, de haber asumido el cargo tras ser reelecto dentro de la lista de alcaldes orteguistas.
Dos meses después, en marzo, le tocó al alcalde de Granada, Pedro Pablo Vargas. El argumento fue el mismo; dejaba el cargo por problemas de salud, aunque a él no se le permitió decirlo públicamente. Vargas solo entregó el cargo y salió “en silencio y a pies”, porque según gente cercana a él, e inconformes con su destitución, dieron a conocer que hacía un par de semanas le habían quitado la camioneta y desde la secretaría departamental del orteguismo en Granada, ordenaron “no hacerle caso en nada”.
POR LA PUERTA ANGOSTA
El alcalde, electo por los votos de los militantes rojinegros en Granada, pasó a ser una especie de fantasma en la comuna, decorativo totalmente. El profesor Vargas, como era conocido por granadinos, salió como su antecesora, la abogada Julia Mena Rivera, que un día no volvió más a la comuna y fue obligada a dimitir del cargo y salir por “la puerta angosta, en silencio y humillada” también por el partido Frente Sandinista, al que se alió para ganar la comuna en la poco recordada alianza Nicaragua Triunfa.
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A ella y a Vargas, la militancia orteguista, le recordaban con frecuencia que no eran sandinistas de origen, y nunca le reconocieron sus aportes para ganar una municipalidad que históricamente se inclina por partidos conservadores. “El orteguismo ha sido malagradecido en ese sentido, el profesor Vargas fue muy maltratado, pero así es, mal paga el diablo…”, comentó un exconcejal opositor granadino que pidió hacer sus comentarios bajo anonimato.

El 9 de marzo pasado, Vargas fue sustituido oficialmente por la vicealcaldesa Rosario Caldera. Varios funcionarios señalaron a Caldera de estar al frente de la guerra que su mismo partido le hizo a Vargas hasta que decidió irse a su casa “renunciado”.
En el caso de Vargas se cumplió el mismo patrón de salida del exalcalde Araúz en El Tuma-La Dalia. Renunció por supuesta enfermedad y desde El Carmen, la residencia de los dictadores en Managua, ordenaron que la “compañera vicealcalde” lo sustituyera. Francis Lucila Tórrez Blandón, vicealcaldesa designada, es desde hace cinco meses la alcaldesa de El Tuma-La Dalia.
UNA DUPLA FUERA Y UN RARO SUICIDIO
Esta semana no fue como otras en Ciudad Darío, departamento de Matagalpa. Desde la semana pasada pobladores de esa ciudad venían alertando de patrullas en las afueras de la comuna y la desaparición de la alcaldesa Lesbia Treminio de sus oficinas. Tampoco la miraban en su casa.
El misterio fue revelado este lunes. Trascendió que la alcaldesa era investigada supuestamente de malversación de fondos y nepotismo. El régimen ordenó su salida in inmediata y aun son confirmación oficial, gente de su confianza filtró que fue llevada a Managua, a El Chipote.
El municipalista Silvio Prado, miembro de la Red Nicaragüense por la Democracia y el Desarrollo Local, dijo a DESPACHO 505 que las destituciones, es la confirmación de que la dictadura de Daniel Ortega ejerce un control de hierro en los alcaldes de los 153 municipios del país. "Es el recordatorio que quien te puso ahí, te puede quitar", dijo.

Este lunes por la noche, los trabajadores de la comuna de Ciudad Darío fueron informados que el régimen ordenó que la concejal Maritza Ruiz, una conocida profesora de esta localidad asume el cargo junto al vicealcalde, Donald Treminio, que también era investigado, pero que aparentemente logró “una segunda oportunidad”.
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A la alcaldesa defenestrada, el régimen no le perdonó que un hijo haya sido contratado con ciertas ventajas salariales y de autoridad, como parte de las acciones mal vistas desde El Carmen, ello pese a que la pareja Ortega-Murilllo, tienen a sus 8 hijos trabajando para el gobierno, algunos con cargos superiores a los de un ministro.
A la cuenta de estos manejos que hace el régimen en las comunas se integra otro final infeliz de otro exedil sandinista. La militancia orteguista de Diriamba fue sorprendida con la repentina muerte de su alcalde Fernando Antonio Baltodano Velásquez. Tenía 54 años y le faltaban dos meses para terminar un segundo periodo como edil y en su ciudad esperaban que Ortega y Murillo, le aprobaran la continuidad para la simulación de elecciones municipales que el régimen organizó para noviembre de ese año.

Era un lunes de agosto de 2022. Del edil se sabía que era investigado por el régimen por presuntos actos de corrupción que nunca confirmaron las autoridades, ni de la Policía, ni del Contraloría General de la República, menos del Instituto de Fomento Municipal, Inifom, que ha sido el encargado de echar a los alcaldes. Llegó a ser un secreto a voces que Baltodano Velásquez, hacia maletas para viajar a Estados Unidos donde desde hace algún tiempo residía su esposa.
ALCALDES “EN CAPILLA”
Una fuente confiable señaló que el aparato represor de sus alcaldes, tiene en su lista las autoridades municipales San Ramón y la de San Isidro, en el mismo departamento de Matagalpa más dos administraciones en otro departamento. “Van por los que creen ya no son confiables, porque no todos ven con buenos ojos como actúa la dictadura; los ataques a la iglesia, la represión, ya no se aguanta”, dice un militante matagalpino.
Nadie olvida que en julio del 2022, a menos de seis meses de culminar su período 2017-2022, el régimen obligó a renunciar al alcalde de Rivas, Wilfredo López Hernández, quien posteriormente se exilió en Estados Unidos, por temor a ser encarcelado.
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La salida de Julia Mena en Granada a finales del 2020, la defenestración del exalcalde del municipio de Muy Muy, Antonio Blandón Peralta; y la alcaldesa del municipio San Juan de Oriente, Brenda Jiménez, quienes también fuero echadas por la vía de la renuncia en 2018 cuando ni siquiera tenían un mes de haber sido juramentados, dejan claro que el orteguismo no les perdonará nada a sus leales militantes convertidos en alcalde.
El exalcalde sandinista de Rivas, Wilfredo López, tuvo que huir a Estados Unidos tras ser detenido por unos días en diciembre pasado. El exalcalde sandinista “renunció” a su puesto el 11 de julio pasado, acorralado por la cúpula de su partido en una sesión que duró media hora y que más pareció una "emboscada" en su contra.
Además, la dictadura dejó claro que la autonomía municipal ha sido extirpada por su régimen, cuando además tomó con armas las alcaldías opositoras de Wiwilí, El Cuá, Mulukukú, Santa María de Pantasma, San Sebastián de Yalí, El Almendro y Murra, asaltos que comenzaron a mediados del 2022 muy cerca de las votaciones municipales.