Las iglesias evangélicas guardan silencio ante la prohibición de la Policía Orteguista de celebrar el Día de la Biblia

Algunos pastores temen que el régimen emprenda una cacería como lo ha hecho con los obispos católicos. Las iglesias evangélicas han guardado silencio sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por Ortega.

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  • septiembre 21, 2022
  • 01:52 PM

Sin que las diversas asociaciones de pastores evangélicos de Nicaragua se pronuncien oficialmente, este miércoles se conoció que “por motivos de seguridad” la Policía Orteguista prohibió la celebración de los 453 años de la traducción de la Biblia en las calles del país. 

“La primera negativa a la celebración se recibió en el norte del país, en la zona de Matagalpa, y ya anoche supimos que se suspendía el desfile nacional que estaba programado para este domingo, 25 de septiembre y que como todos los años estaría conformado por carrozas, los hermanos irían leyendo la Biblia y los ministerios de música avivando con alabanzas, pero no podemos salir a la calle”, señaló bajo anonimato un pastor de la iglesia Pentecostal.

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Asimismo, dijo que de todas formas celebrarán los 453 años de la traducción de la Biblia al castellano, a lo interno de las iglesias, pues se nos ha indicado que lo que está prohibido es salir a las calles.

“Celebrar la Biblia no es nada malo, pero este es un precedente que nos augura que las cosas pueden llegar a un extremo insospechado, Jehová no lo permita, pero se puede venir una persecución como la que están haciendo contra los hermanos sacerdotes y obispos”, recalcó.

DESPACHO 505 trató de contactar vía telefónica a dos pastores líderes en Nicaragua, pero ninguno respondió las llamadas. Asimismo, en los diferentes perfiles de las Asociaciones de Pastores Evangélicos de Nicaragua, no hay una postura determinada al respecto.

Circula un comunicado con el sello del Consejo Nacional de Pastores de Nicaragua con sede en Nagarote, en el que se lee: “por medio de la presente estamos informando que por orientaciones de las autoridades civiles no se celebrará el 453 aniversario de la traducción de la Biblia al castellano. Ellos expresan que la razón es la seguridad de los participantes”.

En la misiva invitan a realizar las celebraciones en cada templo y piden que oren para que puedan vivir “quieta y reposadamente”. 

La Policía debe eliminar los obstáculos para las prácticas religiosas

En la página de Facebook de la Iglesia Ríos de Agua Viva Carazo respondieron a la prohibición con un mensaje bíblico en el que enuncian que “la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.

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El abogado Yader Morazán asegura que perturbar el derecho constitucional de manifestación de actos religiosos o ceremoniales contemplado en el artículo 69 de la Constitución Política de Nicaragua es un delito y que la Policía debe velar por que se eliminen las condiciones que impiden el ejercicio religioso.

El artículo referido cita: “Nadie puede eludir la observancia de las leyes, ni impedir a otros el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes, invocando creencias o disposiciones religiosas”.

Censura del régimen no tiene asidero legal

La sociólogoa y feminista María Teresa Blandón considera que la libertad de creencia es un derecho contenido en la Constitución Política, la cual  señala que es responsabilidad del Estado proteger las creencias y las manifestaciones de fe, porque forman parte del pluralismo y la diversidad.

“Las iglesias de cualquier denominación forman parte de esa pluralidad de ideas y efectivamente los ritos que llevan a cabo, católicas o evangélicas, forman parte de sus derechos sociales. El Estado está en la obligación de impedir que haya ataques o atentados a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa”,  enfatiza.

Por otro lado, señala que “la dictadura Ortega Murillo no tiene ningún asidero legal para impedir que se lleven a cabo misas o celebraciones como el Día de la Biblia que cada año llevan a cabo las iglesias evangélicas”.

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La experta considera que es incomprensible que “en algunos momentos incluso han apoyado económicamente la realización de estos eventos y ahora deciden prohibirlos por razones de seguridad, un argumento falaz porque ni las misas ni los cultos que pueden llevar a cabo las iglesias constituyen un peligro para la ciudadanía, pero sí es un peligro el control del Estado, la censura, el amedrentamiento y la persecución como la que están siendo víctimas sacerdotes”.

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