Aníbal Toruño: “Me he convertido en un dolor de cabeza para el Frente, por eso quieren matarme”

El director de Radio Darío sostiene que el régimen ha puesto en marcha un plan para asesinarlo. Tiene miedo, pero seguirá en la lucha. El 30 de agosto, tras un año en el exilio, regresó a Nicaragua. Tiene un mensaje para Ortega y Murillo: “Si aún les queda una fracción microscópica de razón, dejen a Nicaragua en paz”.

default.png
  • septiembre 19, 2019
  • 12:10 AM

El director de Radio Darío sostiene que el régimen ha puesto en marcha un plan para asesinarlo. Tiene miedo, pero seguirá en la lucha. Este es su mensaje para Ortega y Murillo: “Si aún les queda una fracción microscópica de razón, dejen a Nicaragua en paz”.  

En Nicaragua no existen las condiciones mínimas para el retorno seguro de miles de personas que salieron de Nicaragua tras la represión desatada por el régimen de Daniel Ortega en abril de 2018. Aníbal Toruño, director de Radio Darío de León, es prueba de ello. A dos días de su retorno al país, tras un año en el exilio, sufrió un atentado frustrado ejecutado por turbas orteguistas. El periodista sostiene que la orden de matarlo está dada.

El 30 de agosto volvió a Nicaragua para continuar desde adentro en la lucha por la libertad de prensa, de expresión y la democracia, pero también en el contexto de denuncia internacional, como lo había venido haciendo desde su exilio en Estados Unidos.  

Desde su regreso a Nicaragua su casa y su radio han estado bajo asedio policial y paramilitar, fanáticos orteguistas han dejado pintas amenazantes en las paredes y cuando regresaba a su natal León el pasado 7 de septiembre, el vehículo en el que se desplazaban miembros de la Alianza Cívica fue atacado por turbas que creyeron que Aníbal Toruño viajaba dentro.  

https://twitter.com/despacho505/status/1170407209580290048?s=20

LEA MÁS: Amenazan con “plomo” a Aníbal Toruño, director de Radio Darío que retornó del exilio

Su vida no es normal, como tampoco lo está el país. Siempre viaja acompañado por un amigo, evita lugares públicos, se desplaza en constante observación de su entorno y no sale por las noches.  

A dos días de regresar del exilio sufrió un atentado cuando regresaba a su natal León. El vehículo en el que iba el presidente del Cosep  fue apedreado y atacado a balinazos  por fanáticos orteguistas. ¿Por qué cree que el ataque era dirigido a su persona? 

Este grupo de motorizados ya yo lo conocía, nosotros le llamamos la caravana de la muerte, es decir, está constituido por asesinos, delincuentes armados no solo formados para asediar o destruir, sino también para matar.  

Cuando el orden de los factores se altera del por qué en ese momento yo no estoy en esa camioneta que viaja la Alianza Cívica.  La Policía procede a detener el vehículo y registran a los pasajeros que venían dentro, es decir, ellos estaban buscando a Aníbal Toruño. ¿Qué me hubiese pasado? Por lo menos que me hubiesen secuestrado y llevarme al zonal del Frente Sandinista que son los que manejan este grupo de delincuentes motorizados que andan azotando, atacando a todo lo que se parece a periodismo y medios de comunicación independientes.  

Creo que fue un milagro porque el orden de las cosas se alteró, yo debí haber viajado en la camioneta con la gente de la Alianza y estoy seguro de que las cosas hubiesen sido diferentes. Ese ataque no era pasa José Adán Aguerri.  

Usted acaba de regresar del exilio y ya sufrió un atentado, la Policía rodea la casa y la radio... ¿Cuál es el panorama que ve en el país para los que quieren volver del exilio? 

Una de las cosas que he dicho es que regresar a Nicaragua implica riesgos porque no hay protocolos de seguridad para los periodistas y para los exiliados en general. Nosotros (Jaime Arellano y Aníbal Toruño) éramos los primeros que estábamos regresando del exilio. El hecho de volver al país es una decisión que se toma desde lo profundo de tu conciencia y asumís los riesgos.

LEA MÁS: Paramilitares dan persecución a Félix Maradiaga en Managua  

No puedo invitar al resto de colegas a volver a Nicaragua porque los riesgos son muy grandes. En el caso mío regresé porque considero que hay que romper el cerco de terror que ha tendido Daniel Ortega que sigue enviando mensajes de miedo. Es indudable que en estas condiciones no vamos a poder tener ningún tipo de seguridad. Creo que es importantísima la labor que todos los periodistas siguen haciendo desde el exilio, pero es muy importante también que el que así lo considere pueda acompañar a los que están adentro, acompañar a los medios independientes, a Radio Darío, que es un símbolo de libertad en medio de las circunstancias que estamos viviendo.  

Usted sostiene que la orden de matarlo está dada. ¿Cree que lo van a volver a intentar? ¿Qué medidas de seguridad está tomando? 

El Frente Sandinista el 20 de abril de 2018 nos voló las instalaciones de Radio Darío con dos de los trabajadores adentro. Había una determinación y una orden de matar: no fue de eliminar o de cortar, amedrentar o destruir equipos, la orden era matar. La orden es asesinar a un periodista, a un director de medio de comunicación que se ha convertido desde la perspectiva de ellos en un dolor de cabeza para el Frente Sandinista porque la lucha de Radio Darío que lleva 70 años, es una lucha que trasciende fronteras. En un contexto en el que no se tolera la libertad de prensa ni la libertad de expresión es obvio que Daniel Ortega quiere eliminar a hombres y mujeres de prensa que se interponen en su camino. La historia lo dice, tenemos a Pedro Joaquín Chamorro, Carlos Guadamuz y Ángel Gahona.  

¿En medio de ese contexto qué tipo de medidas está tomando? ¿Va quedarse en Nicaragua?  

No ando con guardaespaldas, no ando armado, me muevo dentro de unos protocolos de seguridad dependiendo del lugar donde esté. Hago mucha observación y básicamente ando protegido por el Señor, pero sí viendo, buscando lugares, maneras y formas donde pueda estar más seguro. En las noches no salgo y siempre ando a un acompañante. El hecho de haber llegado a León acompañado de miembros de la Alianza Cívica era para crear un escudo alrededor de aquellos que tienen alguna protección por ser personajes dentro de Nicaragua y pasó todo lo contrario, el vehículo de ellos fue atacado pensando que iba yo.  

¿Tiene miedo? 

Sí, claro. Hay sensación de temor, pero se lo he entregado a Dios. Me siento protegido y convencido de que tengo que vencer el miedo. Creo que si dejara ser preso de miedo no verían a Aníbal Toruño pudiendo hacer las cosas que está haciendo dentro de Nicaragua. Sin embargo, hay peligro, hay riesgos y eso se percibe en el ambiente. 

¿Cuáles son las condiciones con las que está operando actualmente Radio Darío no solamente en la parte del asedio constante, sino desde la parte técnica? 

En Radio Darío todo cambió desde abril de 2018 cuando nos quemaron la radio. Tenemos protocolos de seguridad. Casi que tenemos que hacer un periodismo de catacumba. Tenemos un régimen bastante restringido sobre cómo podemos seguir trabajando en el proceso de poder generar contenido. Eso es sumamente difícil porque implica que nuestros movimientos están relativamente restringidos y tenemos que proteger vidas en el ejercicio del periodismo.  

LEA MÁS: Aníbal Toruño: “Nicaragua no puede continuar construyendo dictadores”

Técnicamente hablando, la radio tiene las condiciones mínimas para seguir trabajando porque los estudios fueron volados. Habíamos dejado de generar contenido periodístico a raíz de la quema en 2018, pero desde este mes de junio cuando fueron excarcelados los presos políticos retomamos labores y los noticieros que siempre habíamos hecho. Hay muchas limitaciones. Tenemos los protocolos para trabajar la generación de contenido, la movilización, la protección a los periodistas y la parte técnica.  

Frente a esas condiciones difíciles de trabajo, ¿qué tan fiel se ha mantenido la audiencia de Radio Darío?, ¿cómo ha sido ese respaldo? 

Hemos crecido muchísimo. La crisis es buena desde el punto de vista que te lleva a reinventarte y hacer ajustes, crecimos en la parte digital grandísima paralela a la radio análoga y hemos evolucionado para aprender hacer producciones de video que nos han permitido crecer mucho más. La gente de León y de Nicaragua en general agradece el hecho de que estemos trabajando pese a los riesgos que implica.  

Luego de todo lo que ha pasado desde abril de 2018 y ahora con su regreso, ¿qué le dice a Daniel Ortega y a Rosario Murillo? 

Si hubiese espacio en sus mentes, si quedara alguna fracción microscópica de alguna razón les diría que dejaran a Nicaragua en paz, que dejen vivir a los nicaragüenses en democracia, que nos dejen libres, que nos dejen tener la nación que nosotros queremos. El pueblo habló, el pueblo dijo que no los quiere en el poder, el pueblo les pidió que abandonen las paredes de El Carmen donde están encerrados.  

Insisto, si les queda alguna fracción microscópica de razón deben entender que seguir caminando en esa línea que lleva al país al derrumbe, lo único que van a conseguir es que cuando se vayan quede muy poco de nuestra nación. Confío en que en algún momento entenderán que Nicaragua le pide a Daniel Ortega y a Rosario Murillo que se vayan, que nos dejen libres, que nos dejen en paz.  

Ayúdanos a romper la censura, necesitamos tu apoyo para seguir informando

Donar