Adrián Meza: "La autonomía universitaria desapareció desde que Ortega decidió que era un estorbo"

Desde su exilio en Costa Rica, el rector de la Universidad Paulo Freire analiza el cierre de las universidades en Nicaragua y la arremetida de la dictadura contra la educación superior.

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  • febrero 06, 2022
  • 01:46 AM

El rector de la Universidad Pablo Freire (UPF), Adrián Meza, asegura que la dictadura de Daniel Ortega encabeza una "contrarrevolución universitaria" porque le tiene miedo al libre pensamiento de los estudiantes y la autonomía universitaria ha quedado solo en la Constitución.

La Universidad Paulo Freire fue cancelada esta semana por la Asamblea Nacional, dominada por el Frente Sandinista, junto a otras 11 universidades privadas de Nicaragua.

Tras la cancelación Adrián Meza se vio obligado al exilio porque, asegura, recibió información de que sería detenido por la Policía Orteguista.ç

Desde su exilio en Costa Rica, analiza con DESPACHO 505 el cierre de las universidades en Nicaragua y la arremetida de la dictadura contra la educación superior, lo que considera un grave error.

"Frente a la arbitrariedad, la conciencia nacional se estimula, crece, se desarrolla la indignación y se acumula. Nicaragua no es un país en donde un régimen como el Ortega-Murillo pueda sobrevivir", dice.

https://www.facebook.com/despacho505/videos/752518055716183

¿Por qué  y en qué momento toma la decisión de exiliarse? 

Yo no soy amigo de espectáculos, no me atrae el protagonismo, sin embargo sé que hay personas que quieren saber en qué circunstancias salimos (al exilio).

Nicaragua es un país pequeño y relativamente todos nos conocemos. No niego ni tengo por qué renegar de que tengo un pasado sandinista, independientemente de mi posición actual, tengo amigos con los que compartí episodios de mi vida, que tanto para ellos como para mí son imborrables.

Independientemente de que algunos ahora están en el Gobierno, aunque ahora tengamos posiciones políticas distintas, hay cosas que marcan la vida de las personas. Yo recibí una advertencia directa de un funcionario en un alto puesto del Gobierno, con el que compartí episodios de mi vida y me fue muy claro. Me dijo, ‘andate’. En esas circunstancias uno no pide muchas explicaciones, inmediatamente consulté con mi familia, mi esposa, mis hijos y la decisión fue la salida inmediata.

Uno no puede quedarse en su casa viendo Netflix mientras se comprueba si es cierta la amenaza o no, jugando con la libertad. Nicaragua no funciona así. Se trataba de un peligro inminente.

¿Su libertad o su vida estaban en peligro?

Decir que mi vida estuviera en peligro quizá pueda ser desproporcionado, pero mi libertad sí estaba en peligro.  Uno no deja su país por simples rumores o sospechas.

Uno sale al exilio y deja atrás a su familia. Tengo una niña de dos años que ahora está preguntando por su papá. Uno no sale contento, uno no va de vacaciones, cuando toma una decisión que es muy difícil, ¡es muy duro!

¿Qué implica el despojo de la personería jurídica a la UPF?

Eso implica que ellos (el régimen) ahora tienen más propiedades, más edificios pero no significa que la universidad vaya a dejar de funcionar. Una universidad no es sus edificios, el alma de la universidad está en sus estudiantes, en sus docentes, en sus funcionarios y colaboradores y en el compromiso que hay para continuar.

Nosotros ya teníamos los programas de la Universidad Paulo Freire en Costa Rica para atender a los estudiantes que fueron expulsados de las universidades públicas y nosotros tenemos instalaciones en Costa Rica. Si ellos creen que ocupando militarmente o por la fuerza las instalaciones de una universidad hacen que la institución desaparezca, entonces no saben lo que es una universidad.

¿Le van a dar cabida a los estudiantes nicaragüenses que están en el exilio?

Para eso nacimos (en Costa Rica). En esto quiero ser serio, claro y muy respetuoso con el Estado de Costa Rica. Nosotros no somos una franquicia de pizza, no podemos venir a decir: ‘aquí estoy y ya me pongo a vender pizza´. No. Nuestro funcionamiento tiene que ser regulado y regularizado por las leyes de Costa Rica. Sí está claro que vamos a trabajar para los nicaragüenses que están allá (en Nicaragua) y los que están en Costa Rica, pero lo tenemos que hacer muy formal, legal.

¿Cómo valora la escalada de represión contra la educación superior?

Hay que entender que el debate y la divulgación de las ideas libertarias ha sido una tarea de las universidades desde siempre. Ellos (dictadura Ortega-Murillo) tienen temor a esa tarea de siempre de las universidades. 

Ya ocurrió en la España de (Francisco) Franco, la Alemania de (Adolf) Hitler, y nuestro país no es una excepción porque también tiene una dictadura. El Chele (William) Grigsby ya lo dijo recientemente, que había que entender el problema (la arremetida contra las universidades) desde la lógica política por el papel de las influencia que han tenido las ideas de la intervención europeas y norteamericanas desde las universidades.

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Está ocurriendo lo que yo llamo la contrarreforma de Córdoba (Argentina) de 1918. En aquella época los estudiantes de la universidad de Córdoba proclamaron la autonomía y rescataron las instituciones educativas para prepararla para el siglo XX: Libertad de cátedra, libertad de debate, gestión efectiva de los estudiantes e incidencia sobre los procesos de aprendizaje.

Contrario a eso, en Nicaragua hay algo que asusta mucho a la academia latinoamericana, y es que se está desarrollando una contrarreforma de Córdoba, se está echando hacia atrás la evolución histórica de las instituciones universitarias.

¿Cómo queda la autonomía universitaria en Nicaragua?

La Autonomía Universitaria solo quedó puesta en la Constitución, pero eso desapareció desde el momento en que Daniel Ortega decidió que la autonomía era un estorbo. Lo que es una ironía en el tiempo porque la autonomía universitaria fue precisamente el escenario en el que el sandinismo logró capitalizar la fuerza del estudiantado en torno a la lucha contra la dictadura de Somoza. En esta época, en su propia dictadura, le estorba la autonomía universitaria, la maldice porque a un régimen de fuerza toda posibilidad de libre discusión es un estorbo porque no lo deja controlar a la sociedad.

¿Cuántos estudiantes y trabajadores de la Universidad Paulo Freire han sido afectados con la cancelación?

La universidad atendía 1,200 estudiantes en cuatro recintos con ocho carreras universitarias en Carazo, Río San Juan, Estelí y Managua y un programa especial de formación para maestros en Rivas. Un programa en el que estaban la UPF, La Asociación de Educadores de Nicaragua (Anden) y el Ministerio de Educación (Mined). Además 35 trabajadores administrativos, 120 docentes.

Sin embargo, quiero dejar claro que la afectación es relativa porque todo el docente y trabajador que quiera seguir trabajando con nosotros bajo las directrices que establezca el rectorado lo puede hacer.

Nos hemos enterado que el Estado desconoce los pasivos laborales de los trabajadores, pues nosotros no le vamos a dar la espalda, lo vamos a asumir. Independientemente de lo que diga la llamada Asamblea Nacional, la UPF está viva y existe. 

Un mensaje a los estudiantes y población Nicaragüense

Mi mensaje es de un académico: Yo no me muevo en el ámbito del drama ni la batalla por el poder, pero sí le pido a los estudiantes y a la población que no hay que desfallecer, no hay que angustiarse.

Este es un proceso en el que el régimen va de un error a otro, con consecuencias cada vez mayores. Yo lo digo con toda claridad: El mayor enemigo del Gobierno en este momento es el mismo gobierno.

Pareciera que ahí no hay nadie que piense con cinco dedos de frente. Uno se queda sorprendido porque cuando uno cree que ya ocurrió todo lo que podía ocurrir, a la semana siguiente la dictadura estrena un nuevo escenario de represión que parecía impensable.

Con eso lo único que se deteriora es el propio régimen porque frente al abuso y la arbitrariedad, la conciencia nacional se estimula, crece, se desarrolla la indignación y se acumula. La zona de confort y de reserva de cada ciudadano se está viendo invadida por una dinámica de control de la sociedad a la que Nicaragua jamás va a estar acostumbrada. Nicaragua no es un país en donde un régimen como el Ortega-Murillo pueda sobrevivir. Estamos hechos de otra manera, tenemos otra lógica de vida, que es la libertad y eso es un obstáculo insalvable para cualquier régimen de fuerza.

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