Mauricio Orúe Vásquez, el candidato del PLI que niega la existencia de los presos políticos

El candidato a la Presidencia por el PLI no es militante de ese partido. Fue escogido por sus ideas, asegura. En esta plática defiende el proceso de votaciones y al CSE como un árbitro legítimo.

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  • octubre 19, 2021
  • 07:16 PM

Mauricio Orúe Vásquez, el candidato del PLI que niega la existencia de los presos políticos

 

El candidato a la Presidencia por el PLI no es militante de ese partido. Fue escogido por sus ideas, asegura. En esta plática defiende el proceso de votaciones y al CSE como un árbitro legítimo.

 

Por Xavier González | Octubre 20, 2021 

La credenciales de Mauricio Orúe Vázquez (53 años), candidato presidencial por el Partido Liberal Independiente (PLI), son las de un político con señalamientos de fraude económico por la Universidad Evangélica de Nicaragua y de complicidad con la dictadura de Daniel Ortega para “socavar la democracia”, ya que es parte de más de un centenar de funcionarios nicaragüenses a los que el Departamento de Estado de Estados Unidos canceló su visa.

Orúe Vázquez — pastor, abogado, psicólogo clínico y diputado — niega ser un “candidato colaboracionista” del régimen, pero en esta entrevista con DESPACHO 505 sus respuestas se inclinan más al discurso oficial. No reconoce que en Nicaragua existan presos políticos, les llama “privados de libertad”.


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 Dice que es irresponsable que la oposición a Ortega y la comunidad internacional hablen de fraude en este proceso electoral. No le parece anómalo que estén presos siete precandidatos presidenciales, tampoco que el CSE haya dejado sin personería jurídica a Ciudadanos por la Libertad, Partido Conservador y al Partido Restauración Democrática (PRD), la organización que lidera su amigo Saturnino Cerrato.

Nacido en Matagalpa, en el seno de una familia cafetalera, Orúe Vázquez incursionó en la arena electoral en el 2016 de la mano del reverendo Saturnino Cerrato, quien ese año fue candidato presidencial de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN). Por ser colega, cristiano y amigo de Cerrato, este lo incluyó en la lista de diputados nacionales y así llegó a la Asamblea Nacional, donde ha sido identificado como fiel colaborador del Frente Sandinista en la Asamblea Nacional (FSLN).

No esconde su reconocimiento al régimen y sus instituciones. A la dictadura le dice “gobierno radicalizado” y a los que “se llaman opositores”, los responsabiliza de radicalizarse. Él se autodenomina un “opositor cívico”.

También justifica la respuesta violenta y mortal del régimen de Ortega contra las manifestaciones cívicas de abril del 2018.

Sobre la corrupción estatal prefiere guardar silencio con el argumento de no tener pruebas para demostrarla. Acerca del “proceso electoral”, dice que es legítimo, porque lo dirigen magistrados que fueron electos y están cumpliendo con las leyes.

En esta entrevista, que forma parte de una serie de DESPACHO 505, Orúe Vázquez pidió a la comunidad internacional no desconocer las elecciones generales. Al igual que Ortega, el candidato del PLI invitó a los distintos sectores a una "mesa de concertación nacional" (Diálogo Nacional), pero después de las elecciones.

Actualmente, usted es diputado por la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), ¿cómo se convierte en candidato del PLI?

Conversábamos con el grupo del PLI, que es con el que he tenido más acercamiento en los últimos años, sobre el contexto sociopolítico y les expresaba las ideas que me han surgido y que le pueden dar un aporte a Nicaragua. Les gustó a los miembros del partido y luego me invitaron a hablar, me expusieron la posibilidad de que aceptara una candidatura. Conversamos con las bases de tal manera que acepté la postulación.

¿Usted no es militante del PLI?

No. 

¿De quién es su diputación?

De ALN. Llegué a la diputación por ALN, pero en una alianza electoral, nunca tuve una alianza política. Recordemos que hay alianzas políticas, electorales y programáticas. En este caso, nosotros llegamos en una alianza electoral que se acabó cuando fuimos electos, por lo tanto, nunca tuve una alianza política con ALN. Las alianzas electorales se terminan el día de las elecciones, las políticas y las programáticas duran más tiempo. 

¿Qué cualidades humanas considera que lo hacen un candidato aceptable?

Ser sensible a las necesidades de la población y tener claro qué es lo que la gente necesita. Considero ser un buen candidato, porque estoy empapado de las necesidades de Nicaragua y la primera necesidad es la paz social. 

Su candidatura está siendo cuestionada porque es diputado de ALN y ahora aparece como candidato del PLI. Su postulación es vista como parte de una estrategia para legitimar un proceso que está siendo seriamente cuestionado. ¿Qué opinión le merece esa crítica?

No tiene sentido porque el presidente de ALN en su momento reiteró que yo no soy miembro de ese partido. Entonces, yo no tengo ningún impedimento para aceptar la candidatura del PLI. 

La Ley Orgánica de la Asamblea Nacional establece que las diputaciones pertenecen al partido por el cual son electos los diputados. Usted dice que no es militante de ALN, partido por el cual se convirtió en diputado. ¿Por qué no lo han desaforado? ¿Hay algún acuerdo extra para que no le apliquen esa norma?

No entiendo porqué el presidente de ALN no lo solicitó. Si él lo ha solicitado, sí, probablemente lo hubieran hecho. Pero ¿por qué no lo solicitó? Simplemente porque como él mismo lo ha dicho, yo no soy militante de ese partido.

Señalan a los candidatos que están participando en las actuales votaciones de estar dándole legitimidad a un proceso ilegítimo. ¿Usted está legitimando un proceso que está siendo desconocido?

Es que este proceso tiene todas las normativas establecidas. Que desde el punto de vista político se estén señalando esas cosas, ese es un asunto, y que no cumpla el proceso con los estándares, es otro asunto. Hay un CSE que ha sido electo y los magistrados electos se están sujetando a las leyes, a las normativas y a los reglamentos de una elección, es un proceso que se ha desarrollado todo el tiempo y en ese proceso estamos todos.

 Yo no veo que esté fuera de legitimidad, si está dentro de la normativa establecida todo está bien.

Mauricio Orúe, actualmente es diputado por ALN pero participa como candidato del PLI en las actuales votaciones. M.E. / D505

¿Usted considera que el actual proceso electoral ofrece garantías de transparencia y legitimidad pese a que hay siete precandidatos presidenciales presos y la comunidad internacional lo está cuestionando?

Es que la legitimidad se la vamos a dar los nicaragüenses el 7 de noviembre con el voto. Eso lo vamos a ver ese día. Es la población la que decide con su actuar cívico la legitimidad. Si ningún nicaragüense sale a votar, entonces estamos en un proceso anómalo, pero la verificación fue de casi 4.3 millones personas.

Ese es parte de un aviso que está dando la población, que está interesada en salir a votar y a lo mejor salen más porque hubo gente que no se verificó, pero eso se va a dar el 7 de noviembre y quien va a legitimar el proceso electoral va a ser la misma población y el CSE que no se manda solo y obedece a las leyes. Va a tener que acatar y respetar la voluntad de los nicaragüenses que fueron a votar por el PLI.

Eso fue lo que ocurrió en 1990, cuando el Poder Electoral estaba controlado por el FSLN y el doctor Mariano Fiallos, al ver que la población votó contra su partido, no tuvo más que reconocer cuando vio que era más que evidente lo que había sucedido. En esta ocasión va a ser igual.

Solo hay una diferencia candidato, en 1990 hubo observación electoral internacional muy creíble, esta vez no hay observación. ¿Usted cree que debería haber observación electoral nacional e internacional en el actual proceso?

Todos los procesos deberían ser observados, sin embargo, esa es la decisión que tomó el CSE de invitar a acompañantes, pero yo le voy a decir algo: sí van a ser observadas estas elecciones, es posible que no tengamos observadores in situ, pero con el avance de la tecnología, todos los países del mundo van a estar observando, a través de la televisión, del internet, a través de todos los medios posibles, van a ver cómo se están dando el comportamiento, la participación del proceso electoral; y eso nadie lo va a poder ocultar y ahí es donde se tiene que emitir una opinión, pero quien se anticipe a hablar de fraude sin que se hayan dado las elecciones creo que está siendo irresponsable.

Cinco partidos políticos presentaron candidatos para participar junto con Daniel Ortega en las cuestionadas votaciones y los señalan de estarle haciendo el juego a la dictadura, los tildan de zancudos ¿Usted es un candidato zancudo?

No. No me considero ni comparto esa opinión. Lo que sucede  es que muchos tienen tendencias y posiciones de que cuando no se piensa igual que ellos entonces crean opinión negativa del otro. En el caso del PLI, el hecho que no nos sumemos a otros grupos, que en muchas cosas tenían razón, no significa que no seamos opositores. Tenemos nuestro Plan de Gobierno, tenemos muy claro nuestro Plan de Nación, que nuestra posición sea cívica, sea ética, no significa que no seamos oposición. 

La comunidad internacional ha expresado que podría no reconocer los resultados de las votaciones. ¿Cuál es su opinión ante esa posibilidad?

No se deberían anticipar a los acontecimientos. Lo correcto es esperar a conocer los resultados, si hay irregularidades, hay que decirlo y si no hay pues hay que reconocerlo. Cuando los resultados estén, ya es válido dar opiniones y pueden incluso desconocer las elecciones. 

¿Usted teme un fraude electoral?

No, no temo, yo estoy optimista y voy hacia adelante. 

¿Es normal la campaña en la que está participando con todas las limitaciones que les han impuesto el CSE?

Tiene sus situaciones que no han sido las convencionales, pero hay que tomar en cuenta que vivimos en pandemia. Las medidas que se han tomado han sido las correctas. Hay que tomar medidas y no podemos exponernos ni exponer a las demás personas. Hay cosas que deseábamos que fueran diferentes, por ejemplo el tiempo, pero en el tiempo que tenemos lo hemos aprovechado al máximo para darnos a conocer. 

El CSE les impuso no hacer marchas, o concentraciones con menos de 200 personas, pero el partido de Gobierno sigue haciendo las actividades que le da la gana con aglomeraciones. ¿Es justa la campaña electoral con respecto al FSLN?

Nosotros nos sujetamos a las normas que nos han orientado las autoridades del CSE. Si  otros partidos violan esas normas, que respondan ellos. Nosotros no somos el ente para regular eso. Nosotros nos sujetamos a las normas orientadas por el CSE, los otros partidos que respondan. 

Ustedes que son participantes en el proceso podrían denunciar las violaciones a la Ley Electoral, viendo que las instituciones del Estado están siendo utilizadas para la propaganda del partido de Gobierno. ¿Por qué no han denunciado esos delitos electorales?

Nosotros no hemos hecho ninguna denuncia pero hemos escuchado que otras organizaciones lo han hecho. Nuestro trabajo no está centrado en eso de denunciar partidos, sino hacer una campaña que esté vinculada con el Derecho, con el orden y apegada a las normativas que nos han orientado las autoridades del CSE. Nosotros tenemos la obligación de respetar lo que se nos ha dictado, si otros las violan que respondan ellos. Si el partido va a hacer alguna denuncia, ellos lo tendrán que considerar, yo estoy concentrado en mi campaña.

¿Usted cree que hay corrupción en el actual Gobierno?

En todos los gobiernos siempre ha habido malos manejos. No puedo hablar en esos términos porque para poder acusar en términos jurídicos tendría que tener prueba, y nosotros no estamos enfocados en denunciar sino en proponer, si ya hubo (corrupción) Nicaragua lo sabe, lo que nosotros decimos es que no haya corrupción. Tenemos que enfocarnos en el futuro, en que haya desarrollo y sabemos que eso no se logra por los males de siempre: el clientelismo político, el populismo, el tráfico de influencia.

A usted le suspendieron el derecho de viajar a EE.UU al cancelar su visa. ¿Eso es una sanción por colaborar con el régimen de Daniel Ortega? ¿Cómo lo ve usted?

No, simplemente son decisiones que toman los países. Cuando me suspendieron la visa yo no era candidato. 

Pero es diputado y según Estados Unidos se tomó  por ser diputado que colabora con el Gobierno?

No sabemos, porque ellos no han dado ninguna explicación, simplemente me mandaron un correo y  no me dieron explicación y yo no las pedí, pero para mí eso no es lo más importante, a mí me dolería que me quitaran el derecho de seguir viviendo en Nicaragua, pero eso no va a suceder, por eso estoy contento de estar en Nicaragua haciendo una oferta al pueblo de Nicaragua.

Hay siete precandidatos presidenciales que están en la cárcel. ¿Usted cree que ellos tienen derecho de estar en este proceso electoral y deberían estar participando?

Todas las personas nicaragüenses tienen el derecho de participar en un proceso electoral y ser candidato. De ellos no podría decir si ese derecho se les invalidó, si tienen razón ellos o no. Lo que yo puedo decir es que todos tenemos derecho de participar y en un país libre y democrático como el que proponemos en nuestro plan de gobierno, todos deberíamos tener derecho a participar. 

¿Hay dictadura en Nicaragua?

Lo que hay es una radicalización de posiciones, y eso no ha sido solo el Gobierno, se han presentado líneas radicales en los grupos que se han llamado opositores y esto ha tensionado la situación de Nicaragua, que ha dado lugar a una crisis. Cuando se radicalizan posiciones dañan a las personas menos privilegiadas.

Orúe es matagalpino, descendiente de familia cafetalera y ahora político que dice "competir en serio" contra Daniel Ortega por la presidencia. M.E / D505

Usted aspira a gobernar este Estado y tiene una visión política del país. ¿Considera que hay represión?

Ha habido una radicalización de posiciones que se va a acabar en la medida que nosotros tengamos voluntad, porque no es una situación solo del Gobierno sino de todos. 

¿Qué opina de los presos políticos?

Yo le puedo hablar del privado de libertad, porque cuando tomamos términos debemos tener la certeza que están bajo ese criterio, yo prefiero decir privado de libertad porque están en un lugar donde no están libres físicamente. Yo no podría decir si son culpables o inocentes, eso le corresponde al Poder Judicial. 

Candidato, los más de 30 privados de libertad, como usted les dice, fueron apresados y acusados de traición a la patria, eso es un delito político, ¿deben estar detenidos o libres?

Todo eso se debe llevar a una mesa de concertación, se debe llegar a un consenso donde se debe decidir si salen de ahí o se quedan ahí, pero debe ser un consenso. 

¿Usted está diciendo que la libertad de los presos políticos debe ser negociada?

Tal vez “negociada” no es el término, sino un acuerdo nacional que le dé a Nicaragua la libertad y la seguridad de que vivimos un tiempo de democracia y desarrollo. No solo esos temas sino temas como la revolución educativa.

¿Las protestas sociales del 2018 fueron legítimas?

Inicialmente sí, después otros actores con otros intereses desvirtuaron la lucha y se volvió una crisis profunda. De tal manera que hay que sentarse a resolver todos esos problemas. 

¿Cuáles son sus tres principales propuestas de su plan de Gobierno?

En primer lugar es traer la paz social. Si no hay paz social no hay desarrollo. Que nos arreglemos entre todos los nicaragüenses no solo entre dos cúpulas. Lo segundo es impulsar una economía libre, amplia y participativa y poder atraer la inversión extranjera. Necesitamos seguridad jurídica y seguridad ciudadana para atraer inversión, porque no tenemos capacidad para generar las riquezas necesarias que necesita nuestro pueblo. Lo tercero es el desarrollo social, que incluye una revolución educativa, en impulso a la salud y vivienda.

La primera dama Rosario Murillo ataca todos los días a la Iglesia Católica y no ataca a la Iglesia Evangélica ¿Qué opinión le merece eso?

Desconozco eso. Lo que sí puedo decir es que las instituciones religiosas tenemos una misión clara de predicar el evangelio. El religioso debe predicar y el político a hacer su política. En ese sentido, el religioso que se mantenga en su labor y el que quiera participar en política, que no es nada malo, pues que se dedique a la política y deje su labor de pastor.

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