Lucía Pineda Ubau: “No pudieron, ni podrán callarnos”

“Es una victoria que estemos en libertad y será una victoria cuando salgamos al aire con todos los fierros, con 100% Noticias”, dice la periodista Lucía Pineda Ubau al cumplir un mes en libertad. “Queremos que nos devuelvan lo robado”, demanda en esta plática con Despacho 505.

Entre las cosas que guarda del tiempo que estuvo en prisión están unas hojas de papel higiénico que utilizó para llevar los primeros registros de lo que vivía. Una experiencia un tanto irónica para quien en algún momento solicitó que le dieran acceso a las cárceles del país. Quería conocer cómo eran los calabozos sobre los que constantemente escuchaba relatos de terror, y terminó pasando 172 días de encierro, viviendo en carne propia tratos humillantes, inhumanos y torturas.

Por eso, apenas tuvo oportunidad, Lucía Pineda Ubau consiguió maquillaje para ojos y en hojas de papel higiénico comenzó a anotar cuanto pudo. “Ahí tengo mis papel higiénico, yo los escondía para que no me los hallaran, por eso siempre le pedía a mi mama  y a mi primo cuando me visitaban que me trajeran suficiente papel higiénico”,  relata tras soltar una carcajada y compartir que tiene planes de escribir su historia.

Lucía ha tenido poco tiempo para procesar todo. Un mes ha transcurrido desde que el 11 de junio se sumó a las fechas importantes de su vida.   

Fuera de los reflectores, Lucía trabaja en su salud emocional. “Yo quiero sentirme bien, he tratado de sentirme bien, pero claro que tenemos cosas que nos inquietan”, comenta para revelar que ha sufrido pesadillas y experimentado emociones que espera ir sanando con las terapias psicológicas que inició tras la primera semana en libertad.

— Yo le decía a Dios: “que no me afecte la prisión,  y a veces le decía también que estaba en un retiro espiritual, y así lo quiero tomar, para que la cárcel no me afectara.

He pasado chequeos médicos, todavía me faltan. Voy a una segunda cita psicológica, para contar un poco y sacar lo que uno vivió en la cárcel. Lloré montones en La Esperanza y ahora lo que hago es tratar de sonreír, porque no me puedo quedar estancada en lo que estuve sufriendo. Claro, son recuerdos que uno va llevar toda la vida, solo Dios me dio la fortaleza para aguantar esa tortura.

Lucía Pineda Ubau fue apresada el 21 de diciembre de 2018, durante el asalto y ocupación del canal 100% Noticias. Antes de su arresto logró “tirar el última hora” sobre lo que sucedía, llevándose la  satisfacción de que “estuvimos con las botas puestas hasta el final… Nos silenciaron dicen ellos (régimen Ortega-Murillo), pero yo creo que no, porque el mundo se levantó y más voces se multiplicaron para denunciar. Se metieron el puñal”.

Retomar el periodismo, volver al trajín del reporteo, sentir la adrenalina en la sala de redacción “y escuchar el tiriririn” de 100% Noticias en la televisión es también parte de lo que Lucía dice necesitar para sentirse plena.

“Para nosotros es una victoria que estemos en libertad y será una victoria cuando salgamos al aire con todos los fierros, con 100% Noticias, nuestro sistema de 24 horas, nuestras plataformas. Eso va ser una victoria, no solo a 100% sino para todo el periodismo independiente y el pueblo de Nicaragua. Queremos que nos devuelvan lo robado”, demanda.

¿Qué cambió en vos la prisión?

Nos fortaleció nuestros principios de unidad, firmeza, valentía de seguir informando de que estamos en el lado correcto. Fortaleció esa decisión que tomamos de informar en medio de toda la adversidad, los atropellos y la represión. Salimos más fuertes. Yo más convencida de que estamos del lado correcto y estamos del lado correcto de la historia de Nicaragua.

Cuándo llegaste al Chipote tenías referencias de lo que podías enfrentar, ¿Habías estado antes en ese lugar?

No, del portón no habíamos pasado. Yo había pedido incluso, cuando estaba en la vocería de la Policía el comisionado Fernando Borges, en tiempos de la Aminta Granera, hacer un reportaje en El Chipote: saber cómo era, ingresar a las celdas, pero no lo autorizaron. Al estar ahí nosotros fuimos a vivir y a compartir el sufrimiento del mismo pueblo, pasamos por lo mismo que ha pasado todo el que ha estado encarcelado; sin ningún tipo de privilegios, no que por ser periodistas nos iban a tratar mejor, más se ensañaron con nosotros desde el punto de vista psicológico y a Miguel que un policía lo golpeó. Yo estuve durmiendo en el piso, porque éramos seis y a tres nos tocaba el piso. Las presas me daban de comer en los primeros días, me prestaban ropa, ese tipo de solidaridad fue también algo bonito.

***

En El Chipote, la periodista Lucía Pineda Ubau era el código AJ04. Desde el primer momento cuenta que fue sometida a interrogatorios y malos tratos que ella rápidamente interpretó como mecanismos para bajarle la moral.

— Querían humillarme, una vez querían ponerme a recoger la basura para hacerme sentir mal, algo absurdo si  yo hasta soy bien ecológica, ambientalista (risas). Después hasta me les ofrecía para barrer. Estar encerrada ahí es espantoso y yo buscaba maneras para salir, hacer ejercicio, por lo menos barrer.

También me tomaban fotos dentro de la celda, fotos que nunca publicaron y que eran para hostigarme y yo les cuestionaba que porqué a mi sola, con el traje azul.

Yo no me sentí menos. Me sentí la misma Lucía, hasta ese color es uno de mis favoritos, el azul eléctrico, tengo blazers y centros de ese color. Ellos pensaban que me iban a bajar la moral, todo lo contrario.

¿Ante tanto acoso llegaste a sentir miedo?

En El Chipote a veces me entraba un poco de temor, cuando me llevaban a los interrogatorios y uno no sabe cómo va reaccionar el interrogador, si al contestarle o no contestarle te puede hacer algo.

Has declarado que tu libertad es una obra de Dios, que en prisión fortaleciste tu fe, también el régimen invoca a Dios

No les da resultado, a saber a qué Dios le están rezando, porque el Dios al que sigue el pueblo de Nicaragua, ese es el Dios que está diciendo que viene un cambio en Nicaragua.

Es que lo que está ocurriendo en Nicaragua es una lucha entre el bien y el mal, más que político. No podés llamarle a lo malo bueno, solo ellos (el régimen) le llaman a malo bueno y son capaces hasta de celebrar la Operación Limpieza que hicieron en Jinotepe, cuando esas eran caravanas de la muerte.

¿Tus planes siguen en el periodismo o valorás la idea de un cargo público?

Yo sé que hay muchas cosas que pueden venir, ofertas hasta de candidaturas, pero yo he decidido quedarme en el periodismo. Hay bastantes líderes, jóvenes que pueden aspirar a esos cargos, a la mayoría de los presos políticos los veo en esos cargos. Yo no me veo, en un cargo de elección popular no me veo. Me veo siempre ejerciendo mis labores de periodista y estar en 100% Noticias, es lo que yo quiero (risas), eso se lo dije a Dios, pero uno nunca sabe, Dios también puede traer sorpresas.

¿Tenés miedo de regresar a Nicaragua?

Yo no tengo miedo, pero hay miedo en mi familia, porque vivo sola allá, esa arte es la que le preocupa a mi mamá. Entonces, por el momento voy a estar desde Costa Rica, porque también tengo varios viajes y para no estar con esa incertidumbre de que si te retienen o te ponen trabas en el aeropuerto voy a operar desde acá.

***

EL PREMIO ES PARA TODO EL PERIODISMO VALIENTE

El premio Coraje en Periodismo 2019 que la Fundación Internacional de Mujeres Periodistas le otorgó a Lucía Pineda Ubau es el primero que gana en los 24 años que lleva ejerciendo la labor de informar.

“Nunca he participado en concursos por falta de tiempo para elaborar un buen trabajo, (este premio) no lo anduve buscando, nosotros simplemente informamos e informamos con la verdad y con valentía y por eso es el premio al coraje y la valentía por informar”.    

Cuando en octubre viaje a Estados Unidos para recoger el  galardón Lucía dice que centrará su mensaje en destacar que “en Nicaragua hay periodistas valientes, que sacrifican todo por informar con la verdad. Me tocó a mí el premio, pero yo creo que es para todos los periodistas valientes de Nicaragua.

“El mundo está premiando al periodismo independiente de Nicaragua que pese a represalias, atropellos y persecución no nos han callado, no pudieron ni podrán callarnos”, subraya al destacar el compromiso con la defensa de los derechos humanos que ha asumido el periodismo nicaragüense desde el 18 de abril.

“El periodismo ha sido consecuente como lo fue en los años duros de la dictadura somocista. Aquí el que no ha sido consecuente es Daniel Ortega que antes cuando era oposición apoyaba a los estudiantes y ahora decide matarlos con su policía”, critica.