Juan Sebastián Chamorro: “No tendría sentido que exista una fórmula con dos Chamorro”

El economista apoya la idea de que la oposición participe en las elecciones, aunque no se logren reformas, para documentar el fraude, y pujar por el desconocimiento internacional de Daniel Ortega. En esta entrevista habla sobre la dificultad de la unidad y su Plan de Gobierno para reconstruir Nicaragua.

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  • abril 12, 2021
  • 12:21 AM
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*  ELECCIONES 2021 *

Juan Sebastián Chamorro  

“No tendría sentido que exista una fórmula con dos Chamorro” 

El economista apoya la idea de que la oposición participe en las elecciones, aunque no se logren reformas, para documentar el fraude, y pujar por el desconocimiento internacional de Daniel Ortega. En esta entrevista habla sobre la dificultad de la unidad y su Plan de Gobierno para reconstruir Nicaragua.

 

Por JOSÉ DENIS CRUZ | Abril 12, 2021 

Juan Sebastián Chamorro se ve así mismo como el hombre que puede devolverle la esperanza a la Nicaragua sumida en una crisis sociopolítica y económica desde abril de 2018. De los diez precandidatos presidenciales de la oposición, es el que tiene más experiencia como servidor público; fue viceministro de Hacienda, durante el último año de la Administración de Enrique Bolaños; gerenció la Cuenta Reto del Milenio, de los Estados Unidos; y estuvo al frente de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), el principal centro de pensamiento del país.

Aunque asegura que su principal aspiración es poner su experiencia al servicio público en la era post dictadura, “en la posición que sea”, dice que su apellido le impediría ser fórmula de otro candidato, porque piensa que tendría que ser conformada por un hombre y una mujer, es decir su prima, Cristiana Chamorro. “No veo la posibilidad de que sea fórmula de nadie, pero por esa razón”, alega en entrevista con DESPACHO 505, a través de la plataforma Zoom, en la que también admite estar “haciendo todo lo posible para ser el candidato de la unidad”.  “No estoy sentado en una silla esperando a que la candidatura me caiga del cielo”, enfatiza.  

Juan Sebastián saltó a la política por “accidente”, en mayo de 2018, cuando los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) convocaron a una serie de personajes de la vida sociopolítica del país para que se convirtieran en la contraparte de un Diálogo Nacional con el dictador Daniel Ortega. Los jerarca habían pensando en un líder empresarial  que formaba parte de Funides, sin embargo este no quiso así que la oportunidad de estar cara a cara con Daniel Ortega se la dieron a Chamorro. “Acepté participar porque pensé que era posible una negociación con la dictadura”, dice. 

Fue entonces que el economista, con estudios en Estados Unidos, dejó los trajes formales, con los que solía aparecer cuando presentaba estudios económicos, por camisas blancas y celestes que adornaba con broches de la bandera azul y blanco. Su rostro se hizo más familiar y afianzó su liderazgo al asumir la Dirección Ejecutiva por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia. Renunció a Funides y se enfocó en la agrupación opositora hasta enero de este año que dejó ese cargo para dedicarse a su precandidatura. 

— ¿En qué momento siente que su figura es candidateable? 

— Cuando mi nombre empieza a figurar en las encuestas de 2019. El trabajo que, como opositor,  vengo realizando desde abril de 2018 me ha dado liderazgo. 

— ¿Cuál fue su principal aporte a la Alianza Cívica como Director Ejecutivo? 

— El fortalecimiento de la institución. Evolucionó de ser un grupo de negociadores a una organización política con estatutos, organigrama, y una estructura en todos los departamentos del país. Entregué una Alianza fortalecida.

— La Alianza que usted entregó no fue la misma de mayo de 2018. ¿Cómo afectó a la imagen de la Alianza la salida de Carlos Tünnerman, Azahalea Solís y Ernesto Medina?

La Alianza era diferente porque no era homogénea desde el punto de vista ideológico, y estaba diseñada para el proceso de negociación con la dictadura, por lo tanto era natural que se dieran diferencias. He lamentado la salida del doctor Tünnermann, a quien admiro mucho, pero la Alianza sigue siendo una agrupación política relevante porque integra a una buena parte de las caras que estuvimos en la lucha, independiente donde estén los miembros que se han ido. Hubiera preferido que no se dieran esas salidas.

Juan Sebastián Chamorro, al frente de la Alianza Cívica y en conjunto con la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), ayudó a conformar la Coalición Nacional, que fue lanzada el 26 de febrero  de 2020, pero a los nueve meses la agrupación, compuesta por diversos sectores sociales, decidió salirse porque sentía que habían vicios de la “política tradicional” y porque le incomodaba la presencia del Partido Liberal Constitucionalista. Y a los cuatro meses de esa decisión se alió con el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) para lanzar un bloque electoral llamado la Alianza Ciudadana. Tanto él como Arturo Cruz son señalados de ser los candidatos del sector empresarial nicaragüense. Ellos dos han sido los únicos aspirantes presidenciales en reunirse con CxL para conocer el mecanismo de selección del candidato de esa facción opositora.

Juan Sebastián Chamorro durante la entrevista con DESPACHO 505, desde su casa en Managua. Maynor Valenzuela / D505

¿El sector empresarial apoya su candidatura?

Tengo muchos amigos empresarios que están decididamente apoyándome como sus candidatos.

He leído varias entrevistas suyas y se muestra muy optimista en que será el candidato único de la oposición, ¿ha contemplado ser la fórmula vicepresidencial de alguien en caso que usted no sea el candidato presidencial?

Yo aspiro a poder trabajar y poner la experiencia que he acumulado en dos décadas de servicio público al nuevo gobierno democrático, en la posición que sea. Con el tema de la fórmula yo no tendría ningún problema, pero en la práctica hay una dificultad porque yo sí creo que la fórmula tiene que ser hombre y mujer, y actualmente solo hay una precandidata, y es Cristiana Chamorro. No tendría sentido que exista una fórmula con dos Chamorro, no veo la posibilidad de que sea fórmula de nadie, pero por esa razón.

¿Y si no es Cristiana Chamorro?

He asumido el compromiso de un gobierno paritario, es decir que todas las posiciones de gabinete, y ojalá en todo el Estado, sean 50% hombre y 50% mujer. Si yo soy electo candidato voy a escoger a una mujer de vicepresidenta, por lo tanto no sería congruente con ese compromiso político ser la fórmula de un hombre. Imagino que el compromiso de paridad también lo van a sumar los demás candidatos.

¿Entonces no?

Estoy acá para servir a Nicaragua, a la democracia. Me estoy postulando al cargo de Presidente, siento que tengo las mejores calificaciones y la mejor experiencia para ese cargo, pero si no soy seleccionado no me iré con el bate y la pelota a jugar el juego sólo, voy a jugar en equipo como siempre lo he hecho. Siempre he sido positivo, el positivismo me viene de la historia de Nicaragua, no hay dictadura que permanezca en el tiempo, todas las dictaduras se van, y la dictadura de Daniel Ortega y su señora se va a ir, eso es una realidad histórica. Yo estoy esperando que esa fecha sea el 7 de noviembre.

Usted dijo que si se va a las elecciones sin un candidato único, no participa, pero los hechos nos muestran que habrá dos bloques: la Alianza Ciudadana y la Coalición Nacional. ¿Piensa desistir y perder el tiempo que ha invertido en su candidatura si eso es así?

Para mí la unidad es lo primero. Estoy haciendo todo lo posible para ser el candidato de la unidad, y no estoy sentado en una silla esperando a que la candidatura me caiga del cielo, estoy trabajando todos los días para abrir canales de comunicación y que esa situación de dos bloques principales, que dividan el voto 50 y 50, no se dé. Si la situación se da como en las elecciones de 2006, que el bloque de ideología liberal se dividió en dos, sería un verdadero desastre, por eso es que siempre he dicho que apuesto a ser el candidato único de la plataforma electoral que agrupe a la mayoría de fuerzas políticas de las oposición en Nicaragua, evidentemente habrán más fuerzas políticas, incluso zancudos.

Pero hasta ahora no he visto un proceso unitario, he visto dos procesos casi independientes porque la Alianza Ciudadana y la Coalición hablan incluso de sus propios mecanismos de selección de candidatos.

Pero los dos procesos son muy parecidos, en los dos procesos se utilizan encuestas, debates. El problema no es ese, el problema es el peso de cada una de las organizaciones que quieren sentarse en la mesa. En toda coalición política tenés que definir qué organización pesa más que la otra, dependiendo del andamiaje político, presencia en territorios... Lo que hay ahora es un forcejeo de quién tiene más peso, ciertamente las diputaciones es un tema que está sobre la mesa. Si vas a tener una plataforma de unidad, vas a tener a un candidato único a la Presidencia y un listado único a Asamblea Nacional, y ahí es más complicado.

Si nos ponemos en el contexto actual, tanto la Coalición y la Alianza Ciudadana tienen, no quiero decir mismo, pero sí un importante peso, la diferencia está que en cuanto a partidos CxL tiene más peso que el PRD...

Lo que hay que hacer es sentarse y no poner condiciones, esta posición de que yo me siento solo si está este miembro de la Comisión de Buena Voluntad, son trabas que le da argumento a la otra parte para no sentarse. Hay que deponer posiciones de fuerza, y procurar un trabajo político discreto, me refiero a que vaya encaminado a abrir esos puentes de comunicación. Hay que llamar a la madurez y la generosidad política porque los tiempos son muy importantes. No vale la pena ir a un proceso si la oposición va en tucos, y disemina los votos.

Van dos semanas de intercambios de carta entre CxL y el PRD sin que ocurra algo concreto, ¿cree que haya tiempo para que la Coalición Nacional y la Alianza se unan, y dejen a un lado esa tercia ideológica en la que están?

No son dos semanas, son más de tres meses. Cuando no hay voluntad de las partes de sentarse, estas son las consecuencias, por eso es que te reiteraba la importancia de sentarse o por lo menos que digan: “¿Sabés qué?, vayamos separados, pues”, pero sentate y decilo. Hasta en los malos matrimonios deciden sentarse y decir “hasta aquí llegó el proyecto de nuestras vidas”. No digo que ese vaya a ser el resultado, no creo que vaya a ser un divorcio, lo que ocurre es que como queremos forjar una plataforma de unidad, quieren mostrar la mayor fuerza posible, pero están perdiendo capital político porque la gente se está cansando del jueguito de bailes y de fuerzas que no vienen al caso.

¿Cuál debería ser el mecanismo de selección de un candidato único?

Hay que descartar el dedazo y cualquier síntoma de dedo. Debe haber participación ciudadana, yo tengo una formación estadista y creo mucho mucho en las encuestas cuando se hacen de manera profesional y de manera amplia, tenemos que hablar de encuestas a miles de personas en las que podás simular una votación, y la hacés grande, primero, porque estadísticamente se parece más a la población real y, segundo, para que llegue a la mayor gente posible, y eso da una enorme legitimidad a quien vaya a ser electo.

Usted decía que respalda las reformas que plantea la Organización de Estados Americanos, de estas cuáles creen que se puedan lograr, tomando en cuenta que se está contrarreloj. ¿Todas?

Se pueden lograr todas, sí y sólo sí hay voluntad política por parte de la dictadura de Daniel Ortega, la dictadura no regala reformas que vayan en contra de sus propios intereses, no hay que ser ilusos. Aquí no se han hecho las reformas porque Ortega no las quiere implementar, no es por desunión de la oposición porque si estamos de acuerdo y ha habido consenso desde 2019. Estamos en una lucha porque se den, mayo es importante, Ortega quiere ganar todo el tiempo posible para mantenernos divididos.

¿Y si no se dan?

Yo he sido de la opinión que hay que ir a las elecciones para demostrar lo fraudulento que es este régimen, es una discusión muy controversial, y es un punto de vista que lo he expresado públicamente. Si no se dan, ¿cómo vas a demostrar que el no haberlas hecho te llevó a un fraude electoral?

Pero participar es legitimar un proceso carente de garantías democráticas...

No, porque documentás cada uno de los procesos. Las elecciones están compuestas por más de 25 procesos que podés documentar con fiscales, miembros de partidos, acreditaciones, impresión de las boletas, cómo se contaron, podés hacer copias de las actas, hacer tu conteo paralelo, nada de eso lo vas a podés a hacer si no participás, y más bien si participás y hubo fraude deslegitimás el proceso fraudulento. No se deslegitiman las elecciones sentado en el sofá de tu casa, lo tenés que demostrar.

Usted habla del papel de los fiscales, pero en los últimos procesos electorales los fiscales de la oposición no han podido entrar a las Juntas Receptoras de Votos, es un escenario complicado en el que demostrar ese fraude sin tener fiscales lo veo imposible...

Tenés que ir a las elecciones y decir que no te permitieron la participación de los fiscales y eso lo demostrás con evidencia. Mostrás esa evidencia para deslegitimar, pero si decís no participo te van a preguntar qué evidencia tenés.

Supongamos que va la Alianza al proceso electoral sin reforma, se deslegitima el proceso, ¿después qué?, ¿desconocer al nuevo Gobierno de Ortega?

Por supuesto, y demostrar la ilegitimidad de origen de ese régimen, y así que se dé la condena que que se tenga que dar y el no reconocimiento de ese régimen. Si no participás, el régimen va usar ese argumento que no participaste para decir que dejaste el campo abierto. Se le está haciendo más fácil al no participar. El escenario más factible es que se den las reformas, que vengan los observadores internacionales. Hay que hacer la lucha para que las reformas se den y ver cuál será el escenario si no se dan.

¿Qué es lo que ve más complejo de las reformas? ¿Hay tiempo para el cambio de magistrados en el CSE?

Uno de los elementos más fáciles de implementación de las reformas es el cambio de magistrados del Consejo Supremo Electoral, en cambio la depuración del padrón electoral y la fiscalización o auditoría del padrón son los elemento más complejos, eso sí me preocupa porque tendríamos menos tiempos para lograrlo.

El aspirante presidencial posa desde los jardines de su casa. Dice que está "trabajando" para ser el candidato de la unidad. Maynor Valenzuela / D505

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Juan Sebastián Chamorro viene de una casta destacada a lo largo de los últimos 200 años de historia de Nicaragua. Cinco presidentes de la República han llevado ese apellido, y a eso hay que agregarle que la familia le ha dado un mártir al país, Pedro Joaquín Chamorro, exdirector del diario La Prensa. Los Chamorro son incómodos para la dictadura y la vicepresidenta Rosario Murillo lo ha dejado en evidencia en más de una vez durante sus intervenciones de mediodía, por los medios de propaganda.” Agachados son y vendepatrias son y prácticamente no solo el personaje o la personaje, sino la historia de familia que de patrimonio heroico no tiene nada”, dijo Murillo, dos días después de que Juan Sebastián decidió renunciar a la Dirección Ejecutiva de la Alianza Cívica. Su prima, Cristiana Chamorro, también aspira a ser Presidenta de Nicaragua.

— ¿Para usted qué representa el apellido Chamorro?

— Me siento profundamente orgulloso de mi origen, los políticos que han compartido mi apellido hemos sido luchadores por la democracia, tenemos a un héroe nacional, una presidenta que gobernó y se fue a su casa. Me sentiría avergonzado que un miembro de la familia hubiera sido dictador. La estirpe Chamorro se ha caracterizado por la lucha por la democracia y la libertad. Me siento orgulloso de que en esta etapa me toque a mí y a mi prima, estar en esta lucha, en el lado bueno de la historia, de la democracia.

El precandidato presidencial fue el primero en presentar un Plan de Gobierno al país. Su eslogan es “Nos mueve la esperanza” y en él recoge una ruta hacia la democracia y el progreso, que de seguirse podría sacar al país de la pobreza. Lo ha elaborado tomando en cuenta su experiencia como servidor público. Juan Sebastián Chamorro, desde Funides, impulsó un programa de transformación productiva, pero la Administración Ortega nunca hizo caso a la ruta que permitiría al país darle paso a la agroindustria, exportar más, y generar empleo de calidad y mejor remunerado. 

“Este Plan de Gobierno se centra en acciones específicas y soluciones concretas para resolver los principales problemas que aquejan a los nicaragüenses. Estas soluciones son realistas, factibles y alcanzables”, reza la introducción del documento que tiene como bases tres pilares: Igualdad ante la ley, Estado de Derecho, justicia, institucionalidad y reformas electorales; Crecimiento económico, transformación productiva y generación de empleos en armonía con el medio ambiente; y Política social. De aquí parten una serie de preguntas bajo el supuesto de que Chamorro se convierte en el sucesor de Ortega y que toman el pulso sobre qué piensa sobre la privatización de empresas públicas, la deuda pública de Nicaragua con Venezuela y el énfasis que le daría a la educación y la salud. 

Si usted gana la Presidencia de Nicaragua, ¿qué es lo primero que haría en su día uno?

En el plan está establecido un listado de acciones concretas...

Pregunto por lo que usted haría en el día uno...

Mandaría a la Asamblea Nacional un proyecto de reformas constitucionales para eliminar de una vez y para siempre las reelección a la Presidencia, abriría las puertas al país para que entren organismos de derechos humanos y realicen una investigación y continúe lo que hizo el GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales), la conformación de la Comisión de la Verdad para que investigue los crímenes cometidos por la dictadura; haría una convocatoria a un grupo consultivo de donantes a reunirse en Managua a la brevedad posible, en el primer mes, para que reconsidere a Nicaragua como un destino de su cooperación internacional. También ordenaría la eliminación de todos los símbolos partidarios del Frente Sandinista en las instituciones públicas y la restitución de los empleados públicos corridos por pensar diferentes, en particular los médicos. 

En su Plan de Gobierno habla de combatir la pobreza, de crear empleo, ¿cómo va a lograr crear empleo en las circunstancias en las que recibirá el país? 

Las circunstancias pueden revertirse, lo ejemplifico con el sector turismo, las playas ahí están, lo que tenemos que hacer es cambiar la imagen país de Nicaragua, como un país que atrae al turismo. Tenemos que impulsar políticas públicas que fomenten a Nicaragua como un país atractivo para las inversiones. Vamos a hacer una campaña a nivel internacional para buscar cadenas hoteleras que aseguren 1,500 habitaciones en el Pacífico Sur de Nicaragua, eso generaría 10,000 empleos directos y más de 50,000 empleos indirectos, y la generación de riqueza de 63 millones de dólares. De cuestiones así está mi plan de Gobierno, sector por sector, y que construido con mi experiencia, no son castillos de naipes, ni populismo.

¿Usted apoya la idea de que Nicaragua siga siendo destino de grandes textileras que pagan poco, de hecho el país es atractivo por su mano de obra barata? 

Hay que verlo de manera integral, a Nicaragua vinieron las textileras que pagaban un salario bajo, pero eso puso al país en el contexto internacional, demostró que el nicaragüense promedio es de alta productividad, que hay hombres y mujeres trabajadores. Eso atrajo otro tipo de manufactura. Lo que comenzó con una maquila de bajo valor se ha convertido en una industria que es capaz de elaborar el arnés eléctrico de un vehículo, y la gente que labora en esto tiene un salario 30% mayor. Hay que diversificar la matriz productiva. No hay que satanizar a la zona franca, sino verlo como un eslabón que se irá mejorando.

Su Plan de Gobierno me parece ambicioso, pero está claro que el nuevo Presidente sólo podrá sentar las bases de un nuevo país, usted no podrá lograr que las cadenas hoteleras lleguen en el primer año, son cosas más  a mediano y largo plazo. ¿Está consciente que no va a cumplir con todo lo que quiere hacer? 

Lo sé, y pongo como ejemplo el imperio de la ley, el respeto a las leyes es una cuestión de cultura y se logra con educación, con saneamiento. Se tendrá que sacar a todos los jueces corruptos, todos estos procesos se harán, pero de la noche a la mañana no. Mi Plan de Gobierno inicia diciendo que Nicaragua necesita un rumbo porque en los últimos 200 años de vida independiente no hemos sido independientes, hemos sido dependientes de dictadores de turno. El problema que hemos tenido como país es que el Presidente que llega desbarata lo que hizo el anterior, esa falta de continuidad nos ha hecho mucho daño. Yo no veo ambicioso mi plan, es la ruta correcta hacia el desarrollo de un país.

¿Mantendría con rango constitucional el modelo de diálogo y consenso implementado por Ortega?

El diálogo y el consenso no es una mala idea, el problema cuál es contenido de ese diálogo y consenso porque si vos omitís temas como se hizo, si omitís temas de institucionalidad, elecciones, respeto a derechos constitucionales, no estás teniendo un diálogo completo. En general debés tener un diálogo sincero y franco con todos los sectores de la sociedad. No hay que satanizar ejemplos pasados porque se hayan omitido temas, cosa que es criticable; el modelo de diálogo se satanizó porque omitió temas que eran importantes, pero debemos abrazar que una sociedad dialogue. 

Mencionaba el tema de educación, ¿estaría dispuesto a aumentar el 6% constitucional que se le asigna a la educación superior y  aumentar la partida para el sector educación de primaria y secundaria?

Por supuesto, y en la salud también. En salud propongo que se le asigne el 10% del PIB, y en educación una serie de acciones, la más importante es la masificación del pre-escolar para que el desempeño de los niños mejore, hay que pensar en el pre-escolar como algo fundamental. Por otro lado propongo extender la obligatoriedad de la educación a la secundaria, y que los profesores tengan una mejor preparación y un sistema de remuneración, todo eso va a redundar en una mejor calidad educativa. Hay que ver el sistema de manera integral.

Este Gobierno es clientelista, y ha aumentado el empleo público, ¿la reduciría o la mantendría? 

La función pública hay que respetarla, dignificarla y fomentarla. Cuando llegue a ser Presidente revisaré las plaza públicas, algunas van a tener que aumentarse, tenemos el número más pequeños de médicos y enfermeros, de Centroamérica.

Me refiero a otras carteras en las que se contratan por el simple hecho de ser afín al régimen.

Vamos por cartera. Hay 35,000 empleados del sector salud, hay que equiparar su salario al resto de países de Centroamérica. En el tema de educación también hay que revisar los salarios. El número de Policías ha aumentado de manera exorbitante, ahí habrá una reducción. Hay una cantidad de empleos públicos que están ahí por recibir un salario y hacer agitación de la bandera del Frente, pero hay funcionarios públicos que están haciendo su trabajo. Yo le he extendido la mano a los funcionarios públicos que hacen su trabajo, por lo tanto no hay que venir con una mentalidad de barrer, hay que tener un Estado que sirva al país. Haría mal si corro a un funcionario público con calificaciones y las posibilidades de servir a mi Gobierno. 

 

Hablemos de la cooperación venezolana, la deuda es de más de 2,000 millones de dólares y la pagarán los nicaragüenses, ¿qué pasaría con esta deuda en su Gobierno, la pagarán los nacionales  o buscará a los responsables?

Es una discusión que se dará en su momento. No son 2,000 millones de dólares, son por lo menos 4,500 millones de dólares . Hay que ver esto en detalle, este es un tema legal, existe una ley de endeudamiento público (Ley General de Deuda Pública de Nicaragua) que ayudé a formular cuando fui viceministro de Hacienda y Crédito Público, e imponía restricciones a la contratación alocada de nuevos préstamos y que obliga al Estado a endeudarse de acuerdo con sus posibilidades. Es un tema complejo que hay que verlo en cada uno de sus componentes, la reacción inicial en este momento es que esa no es deuda pública porque se violentaron estos procedimientos, pero esto es algo que se tendrá que hablar con el gobierno democrático de Venezuela.

Uno de los índice de progreso social planteado en su Plan de Gobierno es la calidad medioambiental, ¿apoya actividades como la minería y palma africana sabiendo que son dañinas para el medioambiente?

No estoy de acuerdo con la prohibición de actividades porque las actividades se dan de todas maneras. Hay más de 4,000 mineros artesanales, y no podés borrarlos de la faz, no creo en las prohibiciones, creo en la regulación ambiental adecuada, que se cumplan las normativas de protección del medioambiente para crear un equilibrio económicamente. Soy amigo de que la actividad humana tiene que estar en armonía con la naturaleza, hay que ver a la naturaleza como sujeta de derecho.

A veces siento que los políticos no quieren pelearse con la iglesia Católica por su influencia en la sociedad, ¿qué rol tendría esta institución en un eventual Gobierno suyo y cuando se ponga en la agenda pública el matrimonio igualitario y aborto?

No se trata de pelearte con nadie porque cada quien tiene el derecho de expresar su fe, su creencia y convicción. Yo soy católico practicante, soy provida, y lo he dicho públicamente. Son temas propios de la persona humana, estos temas si se van a debatir que se debatan, y que la mayoría del pueblo nicaragüense decida. La religiosidad de los nicaragüenses debe ser tomada en cuenta. 

Usted se define como un economista liberal, ¿apoyaría la privatización de empresas públicas que no son rentables? 

En general, las empresas que no son rentables, no deberían de existir. Hay empresas, como Enacal, que no han sido rentables nunca, tiene que existir porque brinda un servicio público importante, no estoy a favor de su privatización porque no es una empresa que la vaya asumir el sector privada. No hay que satanizar el tema de las privatizaciones, pero no hay que llevarlas al extremo de privatizar todo, en un país como Nicaragua las recetas pueden salir mal y hay que tener cuidado. Soy un economista liberal que cree en la fuerza principal de la economía de mercado para generar riqueza, el papel del Estado es la regulación.

¿A usted le gustaría ver a Ortega en un juicio, bajo su administración?

Cualquier persona que se demuestre estuvo involucrada en violaciones a las leyes, debe enfrentarse a la justicia. No es un tema de que si yo quisiera o no, tampoco es un tema de revanchismo. Cuando digo que nadie puede estar por encima de la ley, me incluye a mí, a vos, a cualquier persona. Cualquier ciudadano que cometa un delito tiene que enfrentarse a la Ley.

***

Juan Sebastián Chamorro no ha escapado a la represión policial, aunque en menor medida que otros opositores locales. Dice que la dictadura le ha impuesto Managua por cárcel y que cuando se desplaza por la ciudad lo siguen una patrulla y dos motorizados de la Policía Orteguista. Las veces que ha viajado al interior, en búsqueda del respaldo popular, lo han acosado, denuncia. En más de una ocasión se ha bajado de su camioneta para encarar a los oficiales. 

El pasado 5 de octubre, la Inmobiliaria Intermezzo, propiedad de su esposa Victoria Cárdenas, fue asaltada por la Policía. Hasta ahí llegó el asesor legal de la Alcaldía de Managua, Carlos Lazo, y la juez segunda de ejecución de embargo, Evelin Jiménez, para ejecutar un embargo por nueve millones de córdobas. Cárdenas calificó el acto como terrorismo fiscal, y hay una orden de captura en su contra.

En una entrevista reciente usted decía que en su familia corre algo de valentía, ¿hasta dónde llegaría por lograr esa nueva Nicaragua de la que tanto habla? 

Todo lo que sea necesario, creo que he sacrificado mucho de cómo vivían antes, y esta experiencia me ha ayudado a valorar muchas cosas que anteriormente las daba por sentada, como la movilidad a cualquier parte de Nicaragua. No soy una persona cobarde, no le tengo miedo a las circunstancias, cada quien es dueño de su propio miedo. Me considero una persona tolerante al miedo. 

¿Y su familia no le ha pedido que desista? 

No, es obvio que los sacrificios que esto implica ha generado discusiones al respecto. Mi esposa y mi hija saben cuál es mi pasión, y saben que desistir significa estar en una situación peor  a la que estamos. Yo no renuncio a proyectos.

A su esposa la DGI le declaró un embargo por 9 millones de córdobas. ¿No teme que el régimen vaya más allá, que el régimen pase esa línea que aún no cruza? 

No hay línea para Ortega, Ortega ha hecho todo, fue capaz de mandar a matones a disparar contra niños como Keyler Lorío. Este régimen ha hecho todo, no justifico a los Somoza, pero la brutalidad de la represión orteguista no tiene paralelos en la historia, eso te hace ejercer la política en situaciones más difíciles.

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