Josefina Vijil: “Nicaragua está fracasada y en riesgo con una educación de tan poca calidad”
La especialista en educación y miembros del Centro de Investigación y Acción Educativa Social (Ciases) enfatiza que el país tiene un sistema educativo que no se focaliza en atender las necesidad de los más pobres. “Es un sistema educativo que no está priorizando los aprendizajes fundamentales del siglo XXI”.
- febrero 01, 2021
- 03:53 AM
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Josefina Vijil: “Nicaragua está fracasada y en riesgo con una educación de tan poca calidad”
La especialista en educación y miembro del Centro de Investigación y Acción Educativa Social (Ciases) enfatiza que el país tiene un sistema educativo que no se focaliza en atender las necesidades de los más pobres. “Es un sistema educativo que no está priorizando los aprendizajes fundamentales del siglo XXI”.
Por José Denis Cruz | Febrero 1, 2021
En discurso, los políticos y las autoridades que dirigen el rumbo de Nicaragua reconocen que la educación es un factor determinante para romper con las desigualdades sociales y la pobreza, pero en la práctica, no han dado pasos para que exista un sistema educativo de calidad. Hoy que inicia el ciclo escolar de primaria y secundaria, los especialistas advierten que el país necesita una transformación en este campo que priorice a los más pobres. Josefina Vijil, doctora en Pedagogía y miembro del Centro de Investigación y Acción Educativa Social (Ciases) es una de las voces que se alza por un cambio profundo, sin embargo, no dice que no se puede avanzar mientras el país siga sumido en la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En esta conversación con DESPACHO 505, la especialista analiza, entre otras cosas, los retos educativos que tiene el país, el papel determinante de los maestros, las debilidades que evidenció la pandemia de coronavirus y la conciencia ciudadana sobre qué es educación de calidad. “La educación de los niños más pequeños es una prioridad, los tres primeros grados de primaria son una prioridad, pero eso no quiere decir que los demás temas no sean una prioridad, la educación técnica es una prioridad del país si queremos aprovechar el bono demográfico”, señala.
¿Qué flaquezas evidenció la pandemia de coronavirus en el sistema educativo de Nicaragua?
El sistema educativo nicaragüense tiene un conjunto de problemas, obstáculos y debilidades desde hace mucho tiempo, algunos son de tipo estructural y universal, es decir que afecta a todos los sistemas educativos del mundo y requiere atención. Y hay otros que son particulares a la realidad de Nicaragua. La crisis originada por el coronavirus puso al descubierto muchísimas de estas debilidades que ya habíamos identificado, es decir, nada de lo que vimos con la pandemia eran cosas que no habíamos visto antes.
¿Cómo cuáles?
Tenemos un sistema educativo que no se focaliza en atender las necesidad de los más pobres, es un sistema educativo que no está priorizando los aprendizajes fundamentales del siglo XXI y es un sistema educativo que se predispuso para no aprovechar la oportunidad que le daba al país el bono demográfico, que está por terminar en el año 2034. Todos estos problemas se pusieron al descubierto con la pandemia del Covid-19. Vimos que los más pobres dejaron de asistir a clases, y los más pobres son los que están fuera del sistema, pero de los pobres que van a la educación son los que dejaron de asistir primero porque no había condiciones para ir a clases. Se incrementó el ausentismo, hay lugares donde se reporta más del 50% de ausencia a clases de niños y niñas que se quedaron en sus casas sin seguir aprendiendo. Un sistema educativo que no fue capaz de atender la emergencia, de articular respuestas de educación remota. No estoy hablando de educación virtual porque eso requiere de recursos que muchas familias no tienen como dispositivos electrónicos, acceso a internet. Pero hablo del uso de la radio, de la televisión, de guías de aprendizaje, el celular; el sistema educativo no tuvo la necesidad de atender la emergencia porque ni siquiera la quiso reconocer.
Esa falta de respuesta fue por falta de voluntad porque hay televisión pública y potente sistema de radio que maneja el Estado.
Es que ni siquiera se reconoció el problema. Cuando vos no conocés que hay un problema y que por tanto tenés que dar una respuesta, entonces no la das. El Ministerio de Educación y el Gobierno fueron tan irresponsables que ni siquiera aceptaron que había una pandemia, ni siquiera tomaron medidas. Nicaragua fue el único país de la región que no cerró clases en ningún momento y no articuló una respuesta de educación remota para que siguieran aprendiendo en la escuela. Lo otro es que esta es una situación tan grave que convoca a todas las fuerzas vivas del país. En Guatemala, el Ministerio de Educación lo primero que hizo fue elaborar un plan de emergencia y convocar a todos los sectores del país para que actuaran juntos. Pero en Nicaragua no hay ninguna voluntad de convocar a nadie, ellos excluyen a todo el mundo de las respuestas y esta es una emergencia que a todos los países desbordó, de todos los ministerios porque la educación cayó en manos de las familias, de las comunidades, y necesitamos el apoyo de todo, pero en Nicaragua no se dio porque se politizó.
Ha sido clarísimo que la educación no ha sido una prioridad y el indicador verificable más importante es el Presupuesto General de la República.
Usted me hablaba de cambios estructurales, universales y particulares que se necesitan en Nicaragua. Si nos enfocamos en los estructurales, que se arrastran desde décadas, qué ajustes se tienen que hacer para superarlos, aunque claro está que mientras no haya democracia no se podrá avanzar.
Es una condición sine qua non de respuesta es que se restablezca la democracia y las libertades en el país. En esta situación de represión actual es imposible responder a los problemas del país porque no se gobierna, se reprime. Una vez que se restablezca la democracia se deben abordar los desafíos estructurales. Mencionaba algunos aspectos estructurales como que el sistema educativo que conocemos a lo largo del mundo se organizó de cara a la Revolución Industrial, cuando existía otro mundo, cuando se creaban las ciudades y se acumulaban las poblaciones, se organizó por materia y edades. Todas esas cosas ya no son los paradigmas vigentes en el mundo, el mundo cambió. El sistema educativo necesita cambiar, la manera en que se organizan las asignaturas, la manera en que se organiza el currículo, la manera en que se da clases. Ya hay países que avanzan por ciclos, algunas medidas que se toman es la educación ajustada al nivel de cada niño, no es por grado sino por las necesidades que el niño tenga. Nosotros necesitamos hacer cambios organizativos en el sistema y no son problemas de Nicaragua, pero Nicaragua debe enfrentar ese problema y dar respuesta. Si vos ves las cifras educativas a 50 años verás que de 1970 a la fecha hemos avanzado en acceso, es decir hay más población que está en la escuela de la que había antes, sin embargo de 2006 hasta ahora, la matrícula se ha estancado, no ha habido ningún crecimiento en la matrícula.
Es que no sabemos con certeza cómo está la educación en Nicaragua…
El Gobierno no da cifras, porque parte del problema es el secretismo, pero de las pocas cifras que conocemos sabemos que las tasas netas de escolaridad no se han movido, están entre 90% o 91% para primaria, lo cual quiere decir que el 91% de los niños en edad de asistir a clases, asiste. Alrededor del 50% para preescolar y el 60% para secundaria, con muchas diferencias porque en el sector rural es mucho menos la cantidad, en los estratos económicos más altos hay mucha más escolaridad. De los datos que sabemos determinamos que la matrícula se ha estancado porque quienes se quedan fuera son los más pobres.
¿Por qué no avanza?
No se ha universalizado el acceso, no se está cumpliendo el derecho de los más pobres que son los que quedan fuera, el sistema educativo tiene que atender eso, tiene que explorar y organizar alternativas educativas que sean pertinentes para las necesidades de los más pobres. Necesitamos ajustar las modalidades educativas a las necesidades de los más pobres. Eso no se ha hecho. Otro problema es el de la calidad: el sistema educativo necesita identificar cuáles son los aprendizajes fundamentales para el siglo XXI y hay que articular el currículo con base a eso y no como está articulado actualmente con base a disciplinas. Luego tenemos un tema clave que es la formación de los maestros, Nicaragua es el único país de la región que sigue formando a maestros en escuelas normales que son escuelas de nivel secundaria, nosotros necesitamos mejorar la formación docente y pasarla a nivel de educación superior como los sistemas educativos de la región.
¿Qué tipo de educación se necesita en el país?
Necesitamos que la educación esté respondiendo al desarrollo local, que haya una articulación entre los planes de desarrollo y la educación a nivel nacional y a nivel local. Necesitamos atender la educación de los niños desde el nacimiento, necesitamos mejorar la educación técnica, mejorar a los jóvenes para que consigan empleos de mayor calidad, tenemos que aprovechar los últimos años del bono demográfico. Este país va envejecer sin que nadie haya ahorrado.
Cómo incide en el avance de la educación la falta de información que hay en el país, usted ya mencionaba que datos no se conocen...
¿Por qué se recogen datos y por qué tenemos indicadores? Porque montamos sistemas de monitoreo y evaluación para la mejora, para saber si estamos alcanzando los objetivos que nos planteamos y si lo que estamos haciendo está funcionando bien o mal. Al impedirnos y negarnos información lo que hacen es que no sepamos los resultados de la acción educativa, eso es grave para el país, es como que estés conduciendo a ciegas. Necesitamos saber si los recursos se están invirtiendo bien, si se está formando bien, si el currículo tiene buenos resultados. El Gobierno no da datos, estamos a ciegas, desde la sociedad civil hemos hecho investigaciones pero no es suficiente, necesitamos datos del sistema en su conjunto, al no tener datos estamos impidiendo la mejora del sistema y negamos el derecho de la población a estar informada, porque la educación la pagamos todos los nicaragüenses.
Un informe del Banco Mundial de 2011 reflejaba que se hizo una prueba a estudiantes de tercer grado y solo la mitad pudo resolver una operación matemática de 5+6. Eso denota lo mal que está la calidad educación en este país al no poderse realizar una operación matemática básica como una suma.
Los niños no están aprendiendo lo que deberían aprender que son las habilidades fundamentales. Esta prueba no está basada en currículo sino en habilidades, en habilidades que la evidencia dice que los niños deben desarrollar en esos grados para que la educación sea de calidad. Ya salió un estudio del análisis del currículo y vemos grandes brechas de lo que no se está enseñando, las evaluaciones estandarizadas demuestran que hay un amplísimo déficit de calidad en el aprendizaje de los niños y las niñas. Es un problema fundamental para el país, para el sistema educativo. Yo quisiera que la población supiera que este problema de calidad educativa lo único que nos va a traer es más atraso, más desigualdad, y nos va a traer serios problemas para todos. Este país está fracasado, en riesgo con una educación de tan poca calidad.
¿Cree usted que la población aún no es consciente de que la educación es importante para el desarrollo y romper las desigualdades?
La gente es muy inteligente y entiende cuando una cosa funciona y cuando no. Hay muchos padres y madres de familia que creen en la educación, invierten en la educación y están decepcionados por lo que reciben a cambio, es decir, para un nicaragüense el costo que tiene que invertir en la educación de sus hijos es varias veces mayor que el que invierte el Estado, sobre todo para las familias más pobres. Cuando una familia es muy pobre envía a sus hijos a la escuela, y con ello está poniendo mucho dinero en uniforme, transporte, pero si ve que su hijo no aprende, decide no creer. La educación nicaragüense tiene que mejorar su calidad para que la gente invierta en ella. La educación tiene que ser vista como un mecanismo sobre el cual se transforma la realidad. Todavía necesitamos crear conciencia de qué es educación de calidad para que el nicaragüense exija esa educación. La educación de calidad no es ir a una escuela y sentarse, es llegar y aprender y aprender tanto que me permita mejorar algo que yo ya hago y que no puedo hacer sin esa educación. La educación históricamente ha sido considerada como una factor de desarrollo y movilidad social, pero eso sucede si la educación es de calidad, pero si la educación no es de calidad solo reproduce las desigualdades y la pobreza
¿En qué parte de la educación básica es donde se tienen que destinar más recursos o mejorar?
Es sistémico, el problema es que si movés un componente y no movés los otros no vas a tener los resultados que estás esperando, sin embargo el círculo vicioso de la calidad se rompe en la formación docente. La formación docente es una prioridad, la educación de los niños más pequeños es una prioridad, los tres primeros grados de primaria son una prioridad, pero eso no quiere decir que lo demás no sean una prioridad, la educación técnica es una prioridad del país si queremos aprovechar el bono demográfico.
Hay una irresponsabilidad del Gobierno, no entiende que la educación es clave para que el país salga de pobreza y se rompan las desigualdades. Y no sólo hablo de esta Administración.
Ha sido clarísimo que la educación no ha sido una prioridad y el indicador verificable más importante es el Presupuesto General de la República. Vos te vas y mirás dónde se invierten los mayores recursos, donde invertís los mayores recursos están tus prioridades y ahí no está la educación. ¿Cuál es la prioridad de este Gobierno? La Policía, este es un gobierno que no gobierna, que reprime. La educación no ha sido prioridad para ningún Gobierno, han sido prioridad las cifras macroeconómicas, el pago de deuda, pero no la educación. El problema es que una educación de calidad empodera y crea ciudadanos con pensamiento crítico.
Eso no le interesa a Ortega….
Eso es contrario a los intereses de este Gobierno. Esta educación de bajísima calidad es funcional para un régimen populista que no quiere tener ciudadanos sino clientes, que no reclaman derechos, sino que reciben favores. El régimen quiere que nadie tome decisiones, que sean borregos, y además para tenerlos como clientes políticos que se conforman con láminas de zinc, un bolsa de comida, o la barbarie que hacen ahora de que un bachiller le escriba una carta a Ortega para que le dé una beca, cuando es un derecho ciudadano.
El sistema educativo no está visto a largo plazo, los currículos cambian cada vez que hay un un nuevo Gobierno. Costa Rica por ejemplo tiene un plan de educación que empezó desde que abolieron el Ejército a mitad del siglo.
Uno de los grandes problemas es que no ha habido nunca una política educativa de Estado, de Gobierno. En 1979 se mandó a borrar todo lo que había antes sin evaluar, en 1990 se quemaron libros, y dentro de la misma administración cambió todo. Cada Ministro de Educación que llega cree que la educación comienza con él. La educación debe verse como una política de Estado a largo plazo, si queremos que las políticas tengan resultados se deben seguir procesos. Hay un planteamiento clientelista, todo el mundo cree que va a ganar o perder votos y eso no debe ser así, la política educativa tiene que ser independiente de la política partidaria.
Hay muchos padres y madres de familia que creen en la educación, invierten en la educación y están decepcionados por lo que reciben a cambio.
Hablemos de los docentes, ¿cómo incide en la educación que tengan uno de los salarios más bajos de la región?
El docente es el factor más importante para la calidad educativa. De hecho la evidencia dice que el techo de la calidad de un sistema educativo es el techo de la calidad de sus docentes. Salvo los sectores más ricos, que tienen un gran capital cultural en sus familias, compensan lo que los maestros no dan. El docente es clave, y el problema no sólo es el salario, tenemos que ver cómo seleccionamos al docente, necesitamos seleccionar a los mejores estudiantes de la graduación y que quieran dedicarse a esta profesión, luego ver cómo los formamos con la calidad y que se enfrenten los grandes desafíos. No hay una profesión que toque más vida que la de un docente. En la vida profesional de un docente puede tocar hasta mil vidas de niños y familias, para bien o para mal. El país tiene que priorizar al docente, su salario, formación. Muchas personas no quieren ser docentes porque no quieren esos bajos salarios. El otro tema es la sujeción política, no hay una profesión más sujeta políticamente que la del docente, los docentes no tienen libertad para nada, los profesionales de la educación necesitan libertad.
En las zonas rurales solemos ver docentes empíricos, con escasa formación, ahí ir a las aulas es complicado. ¿Esa realidad no ha cambiado?
Sí ha cambiado porque ha disminuido la cantidad de maestros empíricos. No te puedo decir cuánto porque no tenemos cifras, pero sí ha mejorado el porcentaje de docentes formados, el problema es qué tipo de formación reciben, y ese el problema más grave. La formación que reciben en escuelas normales es de bajísima calidad, por lo tanto no se están formando para una educación de calidad. El tema no sólo es el empirismo, sino qué formación están recibiendo.
¿Cree usted que cuando se alcance la democracia, habrá un consenso nacional sobre la importancia de poner a la educación en primer lugar, por encima de otros problemas?
Hay mucho consenso en la sociedad sobre la importancia de la educación, la reflexión que tenemos que hacer es que es sistémico. Hay conciencia de que tenemos que mejorar la educación, además hemos hecho una propuesta de gobierno elaborada por profesionales y esperamos que sea considerado.