Ernesto Medina: "La gente tiene toda la razón de sentirse desencantada, frustrada y engañada"

Inmadurez y debilidad política. Un error que pone en crisis la unidad de la oposición que lleva más de un año buscando desarrollar el músculo político para enfrentar a Daniel Ortega en las elecciones generales de 2021. Son las valoraciones de Ernesto Medina al confirmar su retiro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, organización que vio nacer en los meses más violentos de 2018, cuando las fuerzas de choque sandinistas desataron la peor matanza registrada en tiempos de democracia, y fue la contraparte en el Diálogo Nacional que el dictador luego anuló.

De la Alianza Cívica que ayer sismó a la oposición y la confianza de los nicaragüenses no puede ser parte, dice. En esta entrevista con DESPACHO 505 asegura no comprender su estrategia, aunque tengan las mejores intensiones.

"La gente tiene toda la razón de sentirse desencantada, frustrada, engañada, y ahorita la gente se cuestiona ¿Con estos salvajes es que vamos a ir a una elección? ¿Quién de estos irresponsables, que han sido incapaces de entenderse en un año que llevamos viviendo este circo, quién va ir a votar por alguno de estos?", expresa con notable decepción, el catedrático, quien formaba parte de la Alianza Cívica como representante del sector académico.

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Su salida de la Alianza Cívica se da a un día de que se retirara de la Coalición Nacional. ¿Esta decisión es irrevocable? 

Ya envié una comunicación al grupo que teníamos en la Alianza anunciando mi retiro. Sí es irrevocable. Si la Alianza mantiene esta posición de aislarse y de querer trabajar con un proyecto aparte, no es esa mi opinión y no me veo trabajando para un proyecto como ese.  

¿Por qué cree que la Alianza Cívica cometió un error al retirarse de la Coalición Nacional? 

Porque el resultado final de esa decisión es un fraccionamiento, y un fraccionamiento al único que favorece es a la dictadura. Por muy buenas que sean las intenciones, de buenas intenciones está pavimentado el camino al infierno.  

Creo que no se han hecho los esfuerzos suficientes para fortalecer un proyecto que nos aglutine a todos. Yo creo que el camino sigue siendo ese: crear una instancia donde estén todas las fuerzas que quieren un cambio en este país. Y separarte sin hacer una propuesta concreta, porque problemas hay en todas las organizaciones, ese no puede ser un pretexto para poner en crisis un esfuerzo de unidad. Como no hay una propuesta clara (de parte de la Alianza Cívica) resulta todavía más incomprensible poder entender esta decisión.

¿Pierde credibilidad la Alianza Cívica?

Si no la pierde, por lo menos sí se la va dañar mucho. Dar un paso como este sin explicarle bien a la gente las razones, sin explicar cuál es la alternativa. Si se va hacer una alianza nueva ¿Con quién se está pensando aliarse? Hasta ahora se han negado a decir con quién quieren hablar. Se ha dicho que es con los que no están en la Coalición, porque no han querido estar, y son contados con los dedos de la mano los que están fuera (dice en referencia al partido Ciudadanos por la Libertad). Si no es con esos, con quién va a ser. Esa ambigüedad afecta la credibilidad y afecta también el hecho que esta es la segunda vez que la Alianza Cívica promueve la formación de una alternativa de unidad en el país y luego se sale dejando por detrás una situación de confusión.

Pasó con la Unidad Nacional Azul y Blanco que fue promovida y creada con la participación de la Alianza Cívica y ella fue la que llamó a este segundo esfuerzo. Luego la Alianza dio el paso de reunirse con los partidos a pesar de que los otros aliados no estaban de acuerdo con eso. Ahora pretender echarle la culpa a los partidos políticos por la situación que se generó en la Coalición, me parece que es un acto de inmadurez y de debilidad política que obviamente va tener como resultado un cuestionamiento muy serio a la credibilidad de la Alianza Cívica como una fuerza política seria.

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¿Cómo queda la oposición ante la comunidad internacional que apela constantemente a la unidad de la oposición y ahora ve este fraccionamiento?

Muy mal. Ya lo vimos en la última resolución de la OEA, donde a pesar del apoyo que se le dio a Nicaragua, insisten en que la solución pasa por la vía electoral y llaman a negociación entre el Gobierno y la oposición. Ya no dicen Alianza Cívica y Coalición Nacional, sino que ya han abierto el espacio. Es decir, que si hay otra fuerza que sea más seria, con esa hay que hablar. En el fondo creo que al hablar de oposición (la OEA) le dice a la oposición que no puede seguir en esta situación. La comunidad internacional debe estar muy molesta y haciéndose muchas preguntas sobre la capacidad de los nicaragüenses para ayudarnos a nosotros mismos.

La Alianza menciona en su comunicado de retiro de la Coalición que quieren crear otra plataforma política. ¿Cómo interpreta esta declaración? ¿En la reunión donde se decidió la salida se les explicó a qué se refieren con esto?

No y esa es una de las razones por las cuales he tomado la decisión de retirarme de la Alianza Cívica. En la reunión anterior donde no se logró llegar a los dos tercios de los votos para salirse de la Coalición, yo insistí que hasta ese momento no se había presentado cuál era la alternativa que iba seguir la Alianza una vez que se retirara de la Coalición. Eso nunca se presentó. Ayer que se volvió a pedir eso, se dijo que el lunes se había presentado una propuesta que no se ha presentado oficialmente. Esa es la mayor debilidad que tiene esta decisión. A mi me da la impresión de que van a improvisar aunque no lo creo, ellos ya deben tener algo, pero desconozco las razones por lo que no lo dan a conocer.

Eso yo no puedo aceptar y por eso parte importante de mi decisión es que yo no voy a dejar que jueguen conmigo: meterme a una cuestión que no me la han presentado, que no la han querido discutir conmigo, que pretenden que yo la acepte, eso no va a pasar.

Hay voces como José Pallais que señalan que esta decisión de salirse de la Coalición por parte de la Alianza viene de los empresarios. ¿Usted comparte esos señalamientos?

Siempre he dicho que no me gusta especular, pero llama la atención de que todos los representantes del sector privado votaron a favor de la salida. Sus intervenciones fueron clarísimas en el sentido que tienen un interés en que se diera lo que se dio ayer (la salida de la Alianza Cívica de la Coalición Nacional). Pero nunca en las reuniones en las que yo participé eso se presentó como un hecho real, presentar una solicitud, etc.

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Pero viendo la votación de ayer, creo que los que piensan eso tienen razones suficientes para pensarlo. El sector privado está recibiendo muchas críticas, es un secreto a voces que ellos tuvieron mucho que ver con esa decisión y creo que ellos tendrán que dar sus explicaciones. Esta votación es trascendental no para la Alianza Cívica, sino para Nicaragua y todos debemos asumir la responsabilidad que tengamos que asumir.

Se lo pregunto porque hay un imaginario colectivo de que los empresarios negocian por debajo de la mesa con el régimen.

Siempre dije que eso es comprensible. Pensar que con la debacle que está viviendo el país el sector privado solo va estar de espectador, nadie va pensar que no va mover la capacidad que tiene de incidir en el Gobierno para buscar una salida. De hecho, cuando se dio la segunda negociación ellos fueron los que movieron las fichas y los que propusieron que la Alianza fuera la interlocutora. Ellos fueron los que movieron para que Chepe (José) Pallais fuera parte del equipo negociador, porque hasta ese momento él no era de la Alianza. Ahora a Chepe lo tienen como que es el demonio.

Entonces, esperar de que el sector privado no esté haciendo nada, es ilusorio. Lo que hay que buscar es cómo hablar con ellos. Cualquier movimiento de oposición serio debe buscar cómo hablar con el sector privado y tratar de coordinarnos. Uno de los riesgos que yo veo de ser cierto que han estado moviendo a este grupo para que se tome esta decisión, el peligro que se corre es que esto va polarizar de una manera muy peligrosa a la oposición. Este grupo que va tener ese respaldo, obviamente va tener un espacio para negociar que no tienen los otros, pero van a tener por detrás la presión y los intereses del sector privado.

Eso lo único que va tener como efecto es el rechazo de la inmensa mayoría de la población que responsabiliza también al sector privado por la tragedia que estamos viviendo ahora por el papel que jugó antes de 2018 y ahora van a ver como que quieren seguir repitiendo la historia. Para ellos este espacio debe ser muy cuidadoso porque los va poner en una situación muy difícil y esto pone también a la Alianza, que no entiendo que gente inteligente, sabiendo este riesgo, estén dispuestos a correrlos, salvo que haya otros intereses que son difícil de adivinarlos aunque uno se lo puede imaginar.

¿Cómo valora esta separación de la Alianza con la Coalición a un año de las elecciones y qué impacto puede tener no solo para la oposición en general, sino en la gente que se está desencantando aún más de la oposición?

La gente tiene toda la razón de sentirse desencantada, frustrada, engañada, y ahorita la gente se cuestiona ¿con estos salvajes es que vamos a ir a una elección? ¿Quién de estos irresponsables que han sido incapaces de entenderse en un año que llevamos viviendo este circo, quién va ir a votar por alguno de estos? Este es un momento muy preocupante, por eso creo que hay que pasar la página lo más pronto posible y comenzar a trabajar para presentarle a la gente una verdadera alternativa y no con discursos, ni palabras bonitas, sino con actos concretos. Lo que hizo la Alianza ayer fue un acto concreto, pero en el sentido contrario, de reventar lo poco que se había avanzado, de sembrar más desconfianza, incertidumbre y desesperanza.

¿Qué se puede hacer ahora? ¿Cree que la situación en que se encuentra la oposición es aún reversible?

Lo que toca ahora es hacer lo contrario, reconocer los problemas, incluyendo a la Coalición que tiene que reconocer su parte de responsabilidad en esto que ha pasado y decirle a la gente qué es lo que se va hacer. Tenemos que tirar para adelante, el tiempo se nos está acabando. Ortega debe estar feliz viendo cómo nosotros estamos provocando este desastre y no hay mucho tiempo más que perder para demostrarle a la gente que hay capacidad de generar una alternativa que le devuelva la esperanza a la gente.

La Alianza debe tener su proceso de reflexión, ellos deben de estar escuchando todas las opiniones que se están expresando ahora. Creo que con la actitud que tomó la Alianza, la Coalición con los últimos que quisieran hablar es con la Alianza. Con toda razón creo que la Coalición debe centrarse en decidir el fortalecimiento con grupos que han estado demandando ser parte de la Coalición y que hasta ahora no se ha concretado.

Antes de mayo ya debe haber algo resuelto con el tema de reformas electorales. Ahorita debe haber una organización muy bien pensada, muy bien diseñada con la OEA, y tratar de coordinar con ellos una acción de cara a las reformas. Por nuestra parte aquí ya tenemos que empezar a forzar a Ortega que diga exactamente qué es lo que está pensando. Todos sabemos que no tiene ningún interés en una elección transparente y no tiene interés en observación. Él quiere unas elecciones que se las pueda robar impunemente y si ya sabemos eso, lo que tenemos que hacer es prepararnos. No debemos esperar que lleguemos a noviembre del año que viene y que pase lo que creemos que va pasar, y a esa hora empezar a lamentarnos sin poder hacer nada. Pero ahorita Ortega está tranquilo porque ve una oposición que se está peleando y que está temerosa.

Foto de portada: La Prensa.