Paula Bertol: “Si ese diálogo no avanza, la Carta Democrática sí”

La embajadora de Argentina ante la OEA lamenta que al cumplirse un año de la rebelión de abril poco haya mejorado en Nicaragua: “gran parte del pueblo sigue sometido, sigue habiendo presos políticos, hay mucho llanto y mucho dolor sin reparar”. Si las negociaciones no avanzan “eso va tener consecuencias”, sentencia.

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  • abril 18, 2019
  • 09:18 AM

La embajadora de Argentina ante la OEA lamenta que al cumplirse un año de la rebelión de abril poco haya mejorado en Nicaragua: “gran parte del pueblo sigue sometido, sigue habiendo presos políticos, hay mucho llanto y mucho dolor sin reparar”. Si las negociaciones no avanzan “eso va tener consecuencias”, sentencia.

Los próximos quince días serán claves en el proceso de aplicación de la Carta Democrática al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, adelanta a Despacho 505 Paula María Bertol, la embajadora argentina ante la OEA y una de las voces más firmes en el Consejo Permanente en demanda de una resolución pacífica a la crisis nicaragüense.      

“Estamos para defender los derechos humanos de las víctimas y repararlos, y que quienes hayan hecho un daño terminen presos”, expresa Bertol en esta entrevista en la que reitera su compromiso con la lucha cívica que el régimen ha reprimido con fuerza letal.

“Desde la comunidad internacional lo que quiero transmitir es que ni un día nos olvidamos de Nicaragua. Estamos trabajando y creemos que en los próximos 15 días esto va empezar acelerarse (proceso de aplicación de la Carta Democrática)”, confía la diplomática.

El gobierno de Daniel Ortega a diario emite comunicados en los que expresa voluntad para dialogar, incluso solicitó acompañamiento a la Secretaría de la OEA y suscribió acuerdos que han quedado en papel. Nada ha mejorado. ¿Qué opina de esta estrategia del régimen?

Lo que valoro son los resultados y lo que veo es que gran parte del pueblo de Nicaragua sigue sometido, sigue habiendo presos políticos, hay mucho llanto y mucho dolor sin reparar y me parece que claramente hoy toda la comunidad internacional está viendo con preocupación lo que está pasando con el gobierno de Daniel Ortega.

Por supuesto que siempre estamos apostando, desde nuestro trabajo en la OEA, a la esperanza y la resolución de los conflictos en forma pacífica, pero si uno juzga los resultados se da cuenta que no estamos llegando a los resultados deseados.

En la OEA la Carta Democrática va avanzando... si no se cumple el respeto a la democracia, que impere la paz, que haya elecciones libres, que los presos políticos salgan, el proceso va a seguir avanzando. Nosotros no nos vamos a detener y eso va tener consecuencias.

El caso de Nicaragua en la OEA con el inicio de la aplicación de la Carta Democrática, ¿usted cree que abona o puede ser esa esperanza que necesita el pueblo de Nicaragua?

Lo que creo es que el mayor deseo de un continente democrático para vivir en paz y en libertad, es que la democracia no solo sea electiva, es decir, al momento de votar, sino que sea de hecho, que haya un ejercicio diario de la democracia. Que las personas vivan en paz y no tengan miedo de que haya un abuso del uso de la fuerza, porque el Estado es el que hace uso de la fuerza de forma legítima; el problema es cuando ese uso de la fuerza se vuelve ilegítimo, cuando se persigue a inocentes por cuestiones como lanzar globos y salir a la calle a manifestarse.

En la OEA la Carta Democrática va avanzando, es el artículo que dice que en la medida de los buenos oficios y las buenas relaciones diplomáticas no puedan avanzar, ese Estado puede ser expulsado de la OEA con sanciones. Esperemos no llegar a eso, lo que sí les puedo asegurar es que estamos avanzando paso a paso en que si no se cumple el respeto a la democracia, que impere la paz, que haya elecciones libres, que los presos políticos salgan, el proceso va a seguir avanzando. Nosotros no nos vamos a detener y eso va tener consecuencias.

Siempre estamos monitoreando y alertándonos para ver cómo funciona ese diálogo y si eso no avanza, que es lo que creemos que está pasando, la Carta Democrática sí va avanzar paso a paso.

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El proceso de aplicación de la Carta Democrática es un mecanismo que suele resultarle lento a la gente y el pueblo espera resultados a corto plazo, ¿cuánto tiempo podría tardar?

Es muy difícil ante el sufrimiento que están viviendo los nicaragüenses pedirles paciencia, pedirles que entiendan… A mí me parece que es al revés, nosotros como miembros de la comunidad internacional tenemos que seguir pidiéndole al Gobierno de Ortega y Murillo que se detengan, que entiendan que los que tienen el poder son los que tienen responsabilidad, más que pedirle a la gente que espere.

Esto es muy doloroso, la verdad que nosotros estamos trabajando para que quien tiene el poder del pueblo vuelva a los cauces naturales que son la paz, la armonía y la justicia. Tenemos que mirar al Poder Judicial, porque cuando ese Poder no es quien aplica la Ley, estamos en una situación muy delicada. Desde la comunidad internacional lo que quiero transmitir es que ni un día nos olvidamos de Nicaragua, estamos trabajando y creemos que en los próximos 15 días esto va empezar acelerarse (proceso de aplicación de la Carta Democrática) porque hemos llevado a cabo muchos de los instrumentos que teníamos, que se vinculan a los buenos oficios.

No puedo dar una fecha, porque jamás le querría mentir al pueblo nicaragüense, pero el compromiso no es con el resultad, sino con el proceso, con no abandonarlo, día a día tratar que reine la paz en Nicaragua.

Todo el tiempo la CIDH, que depende de la OEA, están tocando contactos en todo el mundo para que realmente el Gobierno de Ortega entienda que no se puede seguir en este camino y para que muy prontamente la gente pueda vivir en paz.

¿Cuáles son esos buenos oficios que ya se han agotado?

Que la Iglesia permanentemente se involucre, que la Alianza Cívica intente permanentemente llegar a un buen resultado, que hemos intentado hablar con el Gobierno, que en nuestras sesiones digamos que tenemos que llegar a un acuerdo. La CIDH está haciendo un trabajo profundo, está pidiendo volver a Nicaragua, sabemos que no hay ningún mecanismo de derechos humanos que hoy funciones, con lo cual, esas cosas que ustedes no ven posiblemente son las que yo les pudo contar. Todo el tiempo la CIDH, que depende de la OEA, están tocando contactos en todo el mundo para que realmente el Gobierno de Ortega entienda que no se puede seguir en este camino y para que muy prontamente la gente pueda vivir en paz y sus derechos humanos sean respetados.

¿Cuál es el siguiente paso que dará en la OEA el Grupo de Trabajo para Nicaragua?

La semana que viene vamos a reunirnos, hemos citado al secretario general Luis Almagro, hay un trabajo permanente y a veces silencioso. Son temas delicados, no estamos en temas que tal vez todo el tiempo uno esté publicando, pero a veces las conversaciones más íntimas generan mayor bonanza.

Aquí hay varias partes y mientras una de las partes siga ejerciendo el poder, como el control, tenemos que entender que tenemos que dialogar hasta donde podamos, pero cuando eso se agote, cada vez más países van a tomar medidas para que esto pare. Eso es lo que está pasando. El Grupo de Trabajo permanentemente está con estrategia, las vamos cambiando, porque cuando hay cosas que no funcionan tomamos otro camino.

Lo que sí puedo asegurar es que este Grupo de Trabajo escucha muy atentamente a todas las partes, pero fundamentalmente estamos para defender los derechos humanos de las víctimas y repararlos; y que quienes hayan hecho un daño terminen presos, que quienes hayan sido víctimas sientan que en algún momento se les va reparar el daño que les han hecho. Más allá de que no hay nada ni nadie que pueda reparar el dolor de perder un hijo, pero estamos diciendo que un Estado debe hacerse cargo del daño que ha hecho.

Estoy segura que en el corto tiempo esto va pasar. Deseo que el pueblo nicaragüense no padezca todo el dolor por el que pasó el pueblo de Venezuela durante tanto tiempo, espero que esto sea mucho más corto y que muy pronto podamos tener buenas noticias.

Usted cree que para que haya una solución en el país debe haber un adelanto de elecciones y la salida de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Hemos dicho muchas veces que es necesario que Nicaragua tenga elecciones libres y anticipadas. Es uno de los puntos en los que vamos a seguir insistiendo. Es muy importante que este pueblo pacífico, amable y creyente siga organizándose como se está organizando para alzar su voz y para ser escuchado.

Estoy segura que en el corto tiempo esto va pasar. Deseo que el pueblo nicaragüense no padezca todo el dolor por el que pasó el pueblo de Venezuela durante tanto tiempo, espero que esto sea mucho más corto y que muy pronto podamos tener buenas noticias.

Realmente deseo que puedan creer que estamos trabajando duro. Hoy es un día dolorosísimo para el todo el hemisferio americano y estamos unidos pensando que pronto van a vivir en paz.

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Estados Unidos emitió nuevas sanciones contra el régimen de Ortega, ¿usted considera que la presión internacional es la ruta que se debe seguir para obtener el cambio que se busca?

En la medida que no se llegue a acuerdos ni a soluciones, las sanciones van a ser más fuertes.

Usted se encuentra entre los personajes que se han ganado la admiración de los nicaragüenses a raíz de la crisis  ¿cómo ve esa conexión, la empatía de los nicaragüenses hacia usted?

Se siente maravilloso, siento el cariño de todos ustedes y siento una enorme responsabilidad que quiero asumir. Yo veo al pueblo de Nicaragua y me hace recordar al pueblo  de la Argentina cuando pasó por épocas muy difíciles en los años setenta y quiero ser un puente, porque creo que para eso estoy.

Soy mediadora, abogada y me formé en la resolución pacífica de conflictos. Más que mi posición beligerante, quisiera que mi posición sea fervorosa, que sea de entusiasmo. Hay un concepto que me gusta y es la resiliencia, yo creo que el pueblo nicaragüense es resiliente. La resiliencia es la capacidad de levantarse con la ayuda de otros, con el amor y la compañía que junto a otros te lleva a recuperarte. Creo que lo vamos a lograr todos juntos. Vaya mi compromiso y mi amor para todo el pueblo.

¿Hay un mensaje que quiera dar al pueblo este 18 de abril cuando se cumple un año del inicio de la revolución de abril?

Que no decaigan, que sigan adelante, que juntos se puede. Deseo que la democracia llegue para quedarse en Nicaragua.

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