Francisco Aguirre Sacasa: “Los grandes perdedores de la «ruptura» con Brasil son Ortega y Murillo”

El excanciller valora como un “error diplomático” la expulsión del embajador de Brasil que acaba con el sueño de la dictadura de meter a Nicaragua a los países BRICS.

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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • agosto 09, 2024
  • 12:27 PM

La expulsión del embajador de Brasil en Nicaragua y la posterior reciprocidad adoptada por el Gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva evidencia la diplomacia “irresponsable” y “busca pleito” de la dictadura y tendrá consecuencias políticas para Daniel Ortega y Rosario Murillo, dice el excanciller Francisco Aguirre Sacasa.

“Algo que sí tengo clarísimo es que el gran perdedor de esto es el gobierno de Nicaragua, la pareja de El Carmen (Daniel Ortega y Rosario Murillo)”, dice a DESPACHO 505 el exdiplomático desterrado por la dictadura. 

En términos prácticos, las relaciones diplomáticas entre Managua y Brasilia están rotas. Con su decisión, Ortega y Murillo ya pueden dar por enterrada la posibilidad de ingresar a los países BRICS, el bloque geopolítico y económico formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que aspira a establecer un nuevo orden mundial. 

Aunque este episodio de tensiones entre Nicaragua y Brasil no tendría grandes consecuencias en términos comerciales, el gigante sudamericano podría utilizar su influencia para limitar financiamiento internacional a Nicaragua en instancias como el BID, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, advierte Aguirre Sacasa.

¿Cómo valora la expulsión del embajador de Brasil en Nicaragua y la posterior reciprocidad aplicada por el gobierno de Lula?

Para mí este incidente entre Brasil y Nicaragua es algo difícil de entender. Pero algo que sí tengo clarísimo es que el gran perdedor de esto es el gobierno de Nicaragua, la pareja de El Carmen (Daniel Ortega y Rosario Murillo) porque básicamente lo que han hecho es echarse encima al gobierno de izquierda de Lula da Silva del país más importante de Iberoamérica, me refiero a Brasil.

Nicaragua hace poco estaba pretendiendo, o por lo menos eso es lo que decía El Carmen, entrar al grupo de los países BRICS y uno de los países más importantes de los BRICS es justamente Brasil. Entonces, buscar un pleito con el gobierno de Lula da Silva, que te repito es un gobierno de izquierda no de derecha, es algo increíble y para mí constituye un error geopolítico y diplomático magno para Nicaragua.

¿Usted cree que habrá un cambio en la política exterior de Brasil hacia Nicaragua?

Bueno, ya está teniendo repercusiones. Brasil ha tomado una acción recíproca y ha expulsado a la embajadora de Nicaragua. Pero eso de los BRICS no hay que subestimarlo, yo honestamente nunca pensé que era una posibilidad, pero el hecho de que el gobierno de Nicaragua estaba dándole importancia a eso y estaba tocando la puerta de los BRICS, que incluye países como Rusia y China, con la cual Nicaragua pretende manejar relaciones estrechas, ya podemos darlo totalmente descartado porque si no tenés a un patrón como Brasil apoyando tu entrada, eso queda totalmente enterrado.

Esta es una noticia nefasta para la pareja diría yo, no para Nicaragua, y me cuesta creer que todo esto se debe a un intento por parte de Lula da Silva de tratar de ayudar a rescatar al obispo Rolando Álvarez. Tiene que haber algo más profundo en todo esto, pero independientemente de cuán profundo sea, el gran perdedor en esto no es Brasil, el gran perdedor es el gobierno de Nicaragua.

Esto viene de una sucesión de hechos: Lula habló con el papa sobre la persecución a la Iglesia, la criticó, después el embajador en Managua no asiste al acto del 19 de julio y Lula revela que Ortega no le contesta el teléfono. 

Uno prácticamente no rompe relaciones con un país cuyo peso específico es enorme, como el de Brasil, porque no llega el embajador a la celebración del 19 de julio de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Fíjate lo que esto significa, significa que todos los países europeos que pesan, los países de Europa occidental que pesan, están viendo una confirmación de que hay un gobierno que actúa erráticamente en Managua, erráticamente en cuanto a sus relaciones internacionales, pero de una manera realmente dictatorial con relación a su propio ciudadano. Honestamente, me ha sorprendido semejante error diplomático y geopolítico como es la ruptura prácticamente entre Brasilia y Managua.

¿Esta expulsión de embajadores en términos diplomáticos qué significa?

En términos prácticos significa una ruptura entre los dos países. Yo no sé qué tendría que pasar para que se volviesen a restablecer esas relaciones, pero la iniciativa no la va a tomar Brasil, te lo aseguro. Va a tener que llegar Nicaragua prácticamente arrodillada a Brasilia pidiendo una restauración de relaciones.

Brasil puede perfectamente continuar existiendo, es un “monstruo” económico y político en Latinoamérica y Nicaragua es un país pequeño. Entonces, honestamente, me cuesta entender qué fue lo que pasó. Tiene que haber otra cosa más de fondo acá que provocó esta ruptura por parte de Nicaragua.

En los últimos años hemos visto retiros de embajadores e incluso rompimiento de relaciones diplomáticas intempestivas de parte del régimen. Panamá, Argentina, Holanda, Ecuador, México, ahora Brasil… ¿Cómo valora este rumbo de las relaciones diplomáticas de Nicaragua?

Yo creo que en este caso se trata de algo realmente fuera de serie. Yo estaba siguiendo con cierto detenimiento el intento de Nicaragua de incorporarse a los BRICS, por ejemplo. Y

Sigo insistiendo en los BRICS porque el gobierno de Nicaragua estaba pretendiendo venderle al pueblo la idea que los BRICS nos iban a salvar en lugar de manejar su comercio internacional esencialmente con el dólar, que es lo crucial. Nicaragua pretendía entrar a los BRICS, pretendía que los BRICS emitieran algún tipo de moneda de ellos para poder Nicaragua utilizar eso. En fin, una serie de disparates. 

Pero con esto, Nicaragua está quedando como un país irresponsable, busca pleito y además un país que tiene ya serios problemas, no solo con los Estados Unidos, sino que con Brasil, que es la potencia económica más grande de Iberoamérica, Entonces, honestamente, esto es un revés inmenso para la dictadura Ortega Murillo y demuestra que ya están actuando de una manera errática y difícil de entender. Yo creo que ningún gobierno serio de los que cuentan para Nicaragua en el Fondo Monetario Internacional, en el BID, en el Banco Mundial, no va a tener ningún país que vaya a batear a favor de ellos en estas instituciones. Nicaragua sale de esto con un golpe durísimo.

Ellos pretenden haber golpeado a Brasil, pero al revés, ellos se autogolpearon por buscar pleitos con Brasil. Una cosa es tener dificultades y problemas con un país pequeño, pero Brasil es un cuarto bate a nivel mundial y definitivamente en el hemisferio occidental.

A nivel de relaciones comerciales, ¿se espera algún tipo de consecuencia? 

Mira, en términos de relaciones comerciales, no es tan importante. Definitivamente no lo es para Brasil ni para Nicaragua. El socio comercial más importante de Nicaragua es Estados Unidos. Y los Estados Unidos también es el país emisor del 80% de la remesa que recibe Nicaragua y que son las salvavidas que mantiene medio a flote a Nicaragua.

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Estamos hablando de un nivel de remesa que es enorme y el 80% viene de los Estados Unidos. Pero imagínate cómo estará Washington de feliz con lo que acaba de pasar entre Nicaragua y Brasil. Es decir, ya no se puede decir que Nicaragua es el pulgarcito que se enfrentó al imperio, sino que se está peleando con Brasil también.

Es muy difícil entenderlo. Y como te digo yo, es un retroceso geopolíticamente y en relaciones internacionales enorme en donde el perdedor es Nicaragua. Eso lo tenemos que tener claro.

Este casi rompimiento de relaciones entre Brasil y Nicaragua, entre Lula y Ortega, dos personajes que a lo largo de los años han tenido algún tipo de sintonía ideológica de izquierdas. ¿Podría tener algún mensaje o algún impacto en las relaciones o lo que podríamos ver respecto a México o Colombia que son gobiernos de izquierda?

Sí, yo creo que esos gobiernos van a llegar a la conclusión de que hace falta supervisión adulta en Nicaragua, que Nicaragua es un país que tiene un gobierno que no actúa conforme a los intereses del país. Es decir, Nicaragua queda muy mal parado con eso y los mexicanos y los otros países del mundo, incluyendo los países de Europa Occidental, incluyendo España, van a decir que en Managua la cosa está fuera de control.

Y hablando de Estados Unidos, ¿cómo mira usted el panorama respecto a las relaciones con Nicaragua en dependencia del resultado electoral este año entre Trump - Harris?

Bueno, en este momento quiero decirte que Nicaragua no es un tema, como lo fue cuando estaba Reagan de presidente y existía la guerra Contra. En los años de la guerra en los años 80 Nicaragua era un tema de primera fila en los Estados Unidos.

Pero, en este momento Nicaragua no es un tema en las elecciones norteamericanas, pero el hecho de que Nicaragua haya de hecho roto relaciones con Brasil no es algo que va a pasar desapercibido en la diplomacia norteamericana y sobre todo entre ese grupo de personas en el Departamento de Estado y otras agencias del gobierno que dan seguimiento todos los días a lo que pasa en Latinoamérica, incluyendo a Nicaragua.

Te aseguro que esto sorprendió a esta gente por un lado, pero por otro lado le da muchísimo más latitud a ellos para rediseñar su estrategia hacia Nicaragua porque van a decir, hombre, este es un gobierno totalmente incapaz, un gobierno que no se da cuenta de la magnitud del error que ha cometido; y  actuar contra éste y contar, por ejemplo, con eventuales aliados como lo podría ser ahora Brasil. Es algo que va a animar a alguna gente en Washington que sí le dan seguimiento a la situación en Nicaragua. 

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