Manuel Orozco: “La OPS es cómplice de una potencial masacre por coronavirus en Nicaragua”

Ante la ausencia del Estado, el investigador llama a los sectores políticos, sociales y privados a trabajar unidos para atender la pandemia en Nicaragua. “En este momento Nicaragua está sola”, dice

None
default.png
  • abril 06, 2020
  • 03:29 AM
Logo Despacho 505

“La OPS es cómplice de una potencial masacre por coronavirus, en Nicaragua”

Ante la ausencia del Estado, el investigador llama a los sectores políticos, sociales y privados a trabajar unidos para atender la pandemia en Nicaragua. “En este momento Nicaragua está sola”, dice

 

JOSÉ DENIS CRUZ | 06-04-20

MADRID, España — Manuel Orozco, director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, considera que el desgobierno en Nicaragua está poniendo en riesgo la vida de miles de ciudadanos. “Estamos en una situación en la que el Gobierno ha decidido, a propósito, arriesgar la salud de los ciudadanos”, señala el investigador.

A esta grave negligencia cometida por la dictadura de Daniel Ortega se le agrega que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) es cómplice, según Orozco, porque ha cometido el “gran error de no criticar, de no exigir al Gobierno de que acaten las medidas”. “Es políticamente indefendible ese silencio. La realidad es que en Nicaragua hay una crisis pandémica y no verla, no significa que no existe”, añade.

En esta entrevista que sostuvo con Despacho 505 desde Washington D.C., Orozco habla de los esfuerzos que han hecho el sector privado y las organizaciones sociopolíticas ante la pandemia de Covid-19, sin embargo, enfatiza en la importancia de la unidad de todos los sectores. “La Coalición no es que debería estar trabajando en un Gobierno en paralelo, pero sí debería estar haciendo funciones en la medida de lo posible que no está haciendo el Estado de Nicaragua”, dice.

Al parecer, la oposición no está dispuesta a trabajar de manera conjunta ante la pandemia. El sector privado respaldó el llamado a la unidad del Incae, pero al día siguiente la UNAB rechazó una posible tregua. ¿Qué papel juega la oposición en esta crisis?

El comunicado del Incae se interpretó desde las perspectivas de cada grupo. Mi interpretación del comunicado no era que debían sentarse con el Gobierno sino tener presente, en aras del interés nacional, cuáles son las prioridades. Ahora la realidad es que, en este país, en cualquier país, el Gobierno es el que tiene los recursos para ejecutar políticas públicas; y la otra realidad es que hay un desgobierno. Uno tiene que buscar todos los métodos posibles para trabajar y resolver esta situación.

¿Y cómo interpreta el no tajante de la UNAB a ese llamado de unidad?

Entiendo por un lado la posición de la UNAB, pero no puede adoptar una posición principista, y subordinar la crisis epidémica del país a la situación dictatorial. Estamos hablamos del futuro de todos los nicaragüenses vis a vis a una dictadura que será derrotada. Fue un error táctico de la UNAB  echarse encima al sector privado o irse en contra del sector, justo en un momento donde la prioridad está en identificar las medidas más oportunas para reducir el riesgo de contagio en el país.

¿Cuáles?

Una medida es trabajar en conjunto. Eso no significa que le estás dando paridad al Gobierno de Nicaragua, especialmente en las circunstancias actuales; significa que el Gobierno tiene que, por lo menos, dar alguna disponibilidad en sus mecanismos de acción, es decir en políticas que vayan en concordancia con la OMS y la OPS, aunque hablar de OPS en Nicaragua no tiene sentido porque ellos facilitan la falta de políticas en el país.

¿Qué papel juega el sector privado?

El sector privado está jugando un papel importante, pero ellos no tienen la misma capacidad que tiene el Estado para implementar medidas de mitigación de riesgo en salud. Han tomados medidas en función de la economía, en función de medidas de protección sanitaria. La Cámara de Industria trabaja en cómo facilitar la importación de equipos médicos y mascarillas, y trabajan con protocolos para la producción alimentaria y los servicios que se necesitan, en tiempo reducidos.

La UNAB ha hecho énfasis en medidas de prevención, pero estar haciendo llamados no es suficiente, desde mi punto de vista.

La Unidad Nacional debería estar trabajando en el contexto de la Coalición Nacional. Los espacios de acción que puedan usarse en la Coalición Nacional incluyen trabajar en este fondo de emergencia, aumentar los medios de comunicación disponibles para prevenir el contacto social, ofrecer servicios médicos accesibles para toda la población. La Coalición no es que debería estar trabajando en un Gobierno en paralelo, pero sí debería estar trabajando en la medida de lo posible, que no está haciendo el Estado de Nicaragua, como los servicios médicos. La Unidad Nacional debería estar trabajando en este contexto, también es una cuestión de querer mantener su independencia ante sus bases, pero la base debe entender que la prioridad es el interés nacional, y el interés nacional es la salud de los nicaraguenses.

Guaidó propuso un acuerdo entre todas las fuerzas políticas, que es lo que mencionó el Incae, con la diferencia de que en Venezuela se omite a Maduro. ¿Podríamos hablar de un acuerdo sin Ortega?

La propuesta del Incae se sobredimensionó y sólo se interpretó el elemento de que debemos trabajar todos juntos, es decir, eso significa que el sector privado estaba diciendo que se iban a subordinar al Gobierno. Ahí es donde hay un error. El mensaje que se están mandando es “trabajemos todos por el bien de la nación”. Hagamos eso —y si el Gobierno no entra, de hecho, hay que asumir que el Gobierno no va a entrar— trabajar en función de cómo se resuelve la crisis con todos los sectores que han estado comprometidos con el país.

¿Qué margen de maniobra tiene el sector privado, si tomamos en cuenta que Ortega negó a los hospitales privados hacer las pruebas de Covid-19?

Este es un riesgo moral muy grande, por la forma en cómo el Gobierno está tratando de monopolizar los exámenes del virus, está restringiendo el ejercicio independiente a nivel privado de esos test. Esto te pone en una situación complicada porque si los médicos independientes deciden trabajar por su propia cuenta, van a tener que buscar como conseguir los kits de test fuera del Estado y eso ya plantea una realidad muchos más complicada y ahí veo un riesgo moral donde tus márgenes de maniobra quedan nulos. ¿Qué hacer cuando el Estado está forzando a través de política y fuerza el hecho de que cualquier tipo de test tiene que pasar por el Estado? Si vos te vas a rebelar por lo menos deberías de tener algún instrumento de rebelión de cómo serían tus test independientes. No hemos llegados a ese momento porque los kits no son asequibles.

Ortega ha negado a los hospitales que practiquen test de Covid-19.

Hablar de importación de test es difícil porque el Estado controla las importaciones.

Y de hecho las están retrasando, las cámaras de Comercio e Industria han reclamado que agilice los trámites de Aduana. Estamos en una situación en la que el Gobierno ha decidido, a propósito, arriesgar la salud de los ciudadanos. A estas alturas estamos lidiando con al menos 500 casos en Nicaragua, pero ante el desconocimiento, te vas a dar cuenta hasta cuando aparezcan los muertos. Aquí cada quien está haciendo lo que puede, la UNAB hace lo que puede, el sector privado hace lo que puede, pero es importante que trabajen juntos. Aunque lo que surge es la desconfianza entre los sectores a falta de liderazgo o de autoridad que dirija cómo es trabajar en un desgobierno.

El sector privado habló de un Fondo de Asistencia Humanitaria. ¿Cómo podría funcionar y qué recursos podría captar?

Hasta donde entiendo el fondo está coordinado por un grupo de trabajo, uno de ello tiene que ver con prevención y salud, el otro en el contexto económico, producción alimentaria y la continuidad de servicios financieros, hay varios grupos definiendo tareas. Los fondos vendrían del sector privado, de las empresas mismas. La cooperación internacional puede participar en este apoyo, ante las circunstancias. Estados Unidos ha puesto recursos a disposición en Centroamérica, pero ¿porqué no están en Nicaragua?, porque Nicaragua está negando que tenga un problema serio y están rechazando cualquier tipo de cooperación, excepto lo que sale del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Es posible que la USAID vaya a apoyar a la sociedad civil.

El sector privado ha atendido con medidas de prevención y logística, pero el financiero aún no dicta medidas de rescate ¿Puede aplicar medidas en Nicaragua para auxiliar a los clientes?

Ellos están buscando qué medidas van adoptar. Pero recordá que el sistema bancario ya estaba en crisis antes de esta pandemia. Exploran ver cómo compartir la carga para ver cómo extiende los plazos de moratoria, pero cuando hablamos de financiamiento, también estamos hablando de las políticas que rige el Banco Central, si el Estado no está haciendo nada, la banca tiene las manos atadas.

Partiendo de lo que ha hecho Ortega hasta ahora, que no es nada, podemos decir que está tratando de proteger una economía en crisis. ¿Qué explicación ve?

Ortega no está gobernando y aunque es muy atrevido decirlo, Ortega está con serios problemas de salud y todas las medidas contra marea están desviando la atención de que este presidente está ausente. Lo que hay es un desgobierno, una inhabilidad de definir cuál es la pauta a seguir ante esto. No es una cuestión económica, porque ellos estarían gobernando por ley y obligando a las empresas a seguir operando. Aquí no hay política, las ideas que propone Rosario Murillo son las que conoce para manipular y conseguir apoyo clientelista.

¿Y el rol de OPS y su representante nicaragüense? Nicaragua no ha seguido las recomendaciones de esta organización, tampoco ha habido una reacción tratando de evidenciar que el régimen no sigue lo que muchos países han aplicado

La OPS es cómplice de lo que está pasando en Nicaragua porque han cometido un gran error de no criticar, de no exigir al Gobierno de que acaten las medidas. Es inmoral lo que hace la OPS, no sólo se trata de la representante en Nicaragua, sino también la directora ejecutiva de la OPS que lo está haciendo por razones estrictamente ideológicas, apoya al régimen por solidaridad o lo que sea, pero es cómplice de una masacre potencial que va a generarse en Nicaragua por la pandemia. Es políticamente indefendible ese silencio. La realidad es que en Nicaragua hay una crisis pandémica y porque no la ves, no significa que no existe.

Nicaragua no cuenta con un organismo sanitario que asista esta crisis. ¿Cómo denunciar esta pasividad?

El problema es que estos organismos tienen como interlocutor al Estado, no al sector privado. La OMS debe intervenir en Nicaragua con equipos médicos, desafortunadamente lo harán cuando la crisis sea a nivel muy mayor.

Va a ser tarde…

Es que mientras se sigan presentando casos oficiales de cinco la OMS no va a intervenir.

¿Podría contar un registro paralelo al oficial?

Yo creo que sí.

Usted analizaba una caída de remesas en Nicaragua por la pandemia, ¿qué impacto tendrá?

Por los menos, la caída de las remesas es de 13% y 18% en 2020, el impacto en el crecimiento económico de Nicaragua va a ser más de -7%.

Funides proyectó que sin la llegada del Covid-19, la caída sería de entre -1.4% - 3.9%. Ya con los casos en Nicaragua esto cambia todo.

Ahora estamos hablando de una caída mucho más drástica. Nicaragua va a dejar de percibir aproximadamente US$300 millones en remesas. La economía caerá drásticamente, sin incluir el impacto directo de la pandemia.

Ortega o el Estado está en capacidad de tomar medidas para atender a la gente empobrecida que no tiene trabajo formal y que vive del día.

No está en capacidad. Está débil, ni siquiera el Estado tiene la capacidad de atender los 30,000 casos que estimaban que podrían ocurrir durante todo un año. No hay recursos para atender la crisis. La magnitud de este problema es sustancial.

¿Qué uso le podría dar el régimen a las reservas internacionales?

Colocar el dinero en el sector financiero para aumentar la tasa de crédito. El aumento de la oferta monetaria en Nicaragua es importante. Este Gobierno no le importa Nicaragua, no hay un interés por los ciudadanos. En este momento Nicaragua está sola, no tiene a nadie. La única forma de resolver es trabajando entre nicaraguenses.

Hablemos de escenarios, he visto lo que está ocurriendo en el Ecuador, y en el caso de Nicaragua, hacia dónde vamos partiendo de lo que se ha hecho hasta hoy.

No quisiera hablar de escenarios, pero los nicaraguenses tienen que pensar que el contexto de Ecuador no está lejos de su realidad.

Apoyá a Despacho 505. Con tu donación ayudás a que sigamos contando historias de calidad.

[wpedon id="4564" align="left"]

Ayúdanos a romper la censura, necesitamos tu apoyo para seguir informando

Donar