Dora María Téllez: “La unidad sin exclusiones es lo único que puede terminar de enterrar a la dictadura”

“El planteamiento de la Coalición es una apertura a todas las fuerzas que deseen concluir con esta etapa de dictadura”, dice Téllez.

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  • enero 18, 2020
  • 06:58 AM

El país asistió con altas expectativas a la presentación de la Coalición Nacional. Ahora los partidos políticos y movimientos sociales decidirán si se suman o no. “Debemos ir a elecciones en una casilla que diga Coalición Nacional”, dice Téllez.

Nicaragua por fin asistió ayer al anuncio oficial de una facción opositora única que lideran la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), y con la que se pretende derrotar en las urnas a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Al respecto, Dora María Téllez, miembro del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) analiza el mensaje de apertura que lanzó ayer. “En este momento lo que siento, de parte de la Coalición Nacional, es ver a quién sumamos y no a quién restamos y eso me parece que es lo fundamental”, dice.  

¿Cuáles son sus impresiones sobre la presentación de la Coalición Nacional? 

Lo que vimos hoy (ayer) es el trabajo de mucho tiempo entre la Alianza Cívica y la Unidad Nacional Azul y Blanco. Un trabajo de acercamiento de posiciones, de consenso, de ponerse de acuerdo en muchos temas y me parece que eso es muy bueno. El comunicado dado a conocer por la ahora Coalición Nacional lo que nos dice es que será una unidad sin exclusiones y esto es lo que parece fundamental. Los nicaragüenses aspiramos a una unidad sin exclusiones como la de abril de 2018 donde todos estuvimos en la calle, sin distingos de ninguna especie. La unidad sin exclusiones es la única que puede terminar de enterrar a la dictadura de los Ortega - Murillo.  

¿El MRS serán parte de esta Coalición? 

Nosotros tenemos mandato sobre eso, como MRS tenemos el mandato de unidad. Nosotros estamos integrados en la Unidad Nacional Azul y Blanco. 

El comunicado de separación de la Alianza Cívica, emitido por la Coordinadora Universitaria, una fracción del Movimiento Estudiantil, mencionaba que no se debía incluir dentro de la Coalición Nacional a partidos o líderes políticos que hayan tenido vínculos con el Frente Sandinista o hayan estado involucrados en actos de corrupción. ¿Cómo interpreta usted esta sugerencia de los estudiantes? 

Me parece que en lugar de pensar en quién sacamos, debemos de pensar a quién metemos, en quiénes deben estar en esa Coalición Nacional. Deben estar todas las ramas del Movimiento Campesino, sindicatos, gremios, organizaciones, partidos políticos que tengan una vocación opositora. Esto es una cosa que cada quien decide, es decir, si hay un partido que se quiere quedar en la Asamblea Nacional “zancudeando” esa es su voluntad soberana.  

Lo que yo entendí en el planteamiento de la Coalición Nacional es una apertura a todas las fuerzas que deseen concluir con esta etapa de dictadura y abocarse a la reconstrucción de Nicaragua. En este momento lo que siento de parte de la Coalición Nacional es ver a quién sumamos y no a quién restamos y eso me parece que es lo fundamental.  

En Nicaragua estamos más acostumbrados a hacer una política de a quién quitamos o a quién no dejamos entrar, pero siento que el mensaje es que deberá ser una coalición abierta. Abramos la puerta a los campesinos, trabajadores, amas de casa, empresarios, profesionales, empleados públicos, a los policías que están hartos de la represión y que se niegan a seguir reprimiendo, a los exiliados. El punto es sumar. ¿Quiénes quedan por fuera? Los que se quieran quedar afuera, los que no tengan una verdadera actitud opositora.  

Ya se lanzó la gran Coalición Nacional como paraguas para todo el que quiera sumarse, pero, ¿cuál debería ser el siguiente paso?, ¿cuáles serían las demandas que deben hacer al régimen? 

Ellos hablaron de dos pasos: primero convocar a las distintas fuerzas y en segundo lugar impulsar una reforma electoral profunda. Y como MRS nuestra demanda es trabajar unidos por la liberación de la totalidad de los presos políticos, no puede haber ningún proceso electoral existiendo presos políticos. Estamos demandando la apertura para que los nicaragüenses tengamos el derecho de libre movilización y expresión, para que los periodistas puedan trabajar sin ser perseguidos y para que retornen los exiliados, pero con seguridad. Estas son condiciones esenciales que deben estar previo a cualquier tipo de elección que se quiera hacer y estamos hablando de elecciones adelantadas.  

Todos queremos elecciones adelantadas, Ortega debe irse ya, la familia Ortega – Murillo debe abandonar el poder y darle lugar a los nicaragüenses para que escojamos un Gobierno que reconstruya Nicaragua democráticamente, en progreso, en inclusión. Espero que esta Coalición Nacional también enarbole estas demandas que todos hemos estado haciendo en las calles.  

De no haber reformas electorales consensuadas, sino impuestas por el régimen, ¿la Coalición debería recurrir a ir a la elección en una casilla de un partido, como el de Ciudadanos por la Libertad que ya la ha ofrecido? 

Es muy importante hablar eso con los líderes de la Coalición, yo no puedo responder sobre ese tema. Lo que nosotros hemos sostenido es que ninguna reforma electoral debe dejar intacto el aparato que ha controlado y ha hecho posible el fraude de la dictadura.  Hay que barrer con el Consejo Supremo Electoral, hay que establecer las condiciones para que haya suscripción popular, que las alianza puedan tener su propia casilla; la Coalición Nacional debería tener su propia casilla, eso es lo que deberíamos buscar, ir a elecciones donde todos nos sintamos cómodos con una casilla que diga Coalición Nacional.  

Nuestra propuesta es reformar el sistema electoral para que el orteguismo no tenga mayoría en los consejos departamentales y municipales y buena parte de todo esto está recogido en la propuesta de reforma consensada presentada por la Alianza Cívica y la UNAB. Que puedan votar todos los nicaragüenses en el exterior.  

¿En cuánto tiempo debería estar lista esta Coalición que ha sido presentada? 

Creo que el tiempo tiene que ver con la voluntad política que todos tengamos, es decir, si todos los nicaragüenses de todas las organizaciones manifestamos nuestra voluntad para que esta Coalición Nacional sea la que nos abarque a todos, los tiempos se harán menores. Si metemos obstáculos y no dejamos de lado los prejuicios y el ánimo excluyente los tiempos van a ser más largos. La UNAB y la Alianza ya pusieron las primeras piedras, la base fundacional de este edificio, pero hacen falta las otras bases. Todos tenemos la obligación, el deber moral, ético y político con Nicaragua de contribuir lo más que podamos para que los plazos se acorten.  

Ortega no va tener más remedio que hacer una reforma electoral profunda porque sabe perfectamente que ninguna reforma electoral de payaseada va a funcionar a nivel internacional porque nadie la va reconocer, entonces se quedaría solo en sus elecciones con los partidos zancudos.  

Si Ortega quiere salir de alguna manera menos golpeado de estas circunstancias, debe hacer una reforma electoral profunda, sacar a los presos políticos, cesar la represión y restablecer las libertades. Entre más rápido construyamos la unidad, más rápido vamos a salir de la dictadura.  

¿Tomando en cuenta la unidad que se conformó en 1990, cuáles serían los errores que no se deben cometer en esta Coalición? 

Tal vez el principal problema de la Unión Nacional Opositora (UNO), fue que se conformó como una alianza exclusivamente electoral sin un compromiso de futuro. Yo quisiera ver en esta Coalición un programa en el que nos comprometamos todos los nicaragüenses y eso convierta en lugar de una coalición electoral, una Coalición Nacional para reconstruir Nicaragua. Esto tiene que ver con la economía, el empleo, la seguridad ciudadana, con hacer una nueva Policía Nacional con compromiso de respetar los derechos humanos; tiene que ver con la Justicia, hacer una Comisión de la Verdad para que vayan todas las personas que han sido víctimas de abusos y quieran saber la verdad de lo que ha pasado en los últimos 50 años. Nosotros hemos propuesto hacer una Comisión Anticorrupción como la Cicig de Guatemala (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala). Este es un buen momento para que trabajemos propuestas, que sean acogidas y que sea un instrumento no solo para ganar elecciones.  

Queremos ver un instrumento para sacar a los presos políticos, restablecer las libertades, para una campaña electoral, pero no que se acabe ahí. Los nicaragüenses queremos ver un programa para lo que se va hacer cuando se vaya Ortega.  

¿Cómo ve a Ortega en este 2020? Congresistas estadounidenses han pedido más sanciones, pero Ortega se empeña en alargar más la crisis, se viene otra reforma tributaria... 

Lo que tenemos es un Ortega aislado a nivel internacional, amenazado con más sanciones de Estados Unidos y de Europa, y todavía está pendiente la Asamblea General de la OEA para revisar el informe sobre el incumplimiento de Ortega a los compromisos firmados en marzo del año pasado.  

Ese incumplimiento de Ortega lo tiene contra la pared. A nivel nacional no ha podido reconstruir sus bases de poder, todo lo contrario, dentro de su aparato del Frente Sandinista cada vez hay más descontento. Los empleados públicos están cada vez en peores condiciones, en una situación de rebeldía sorda, que también incluye a la Policía.  

El día que Ortega anuncia que el impuesto de energía va subir, cuando quite el subsidio que se daba a las personas de más bajo consumo, eso lo pagamos los azul y blanco, pero también los empleados públicos, policías, soldados, los orteguistas. De manera que Ortega no está resolviendo los problemas económicos de Nicaragua, ni siquiera los de su base social y eso le ha provocado un proceso de descomposición interna y ellos lo saben. Ortega y su argolla de poder están aislados a nivel nacional. Este es un régimen que está colapsando, todos quisiéramos que colapsara más rápido, pero está colapsando y en cualquier momento eso va caer completamente en pedazos porque no se sostiene ni en la economía ni en el consenso social. Este es un régimen enemigo del pueblo nicaragüense.  

Este régimen tampoco se sostiene porque el propio capital que acumuló la familia Ortega – Murillo con el saqueo del Estado, con la cooperación venezolana en estos años, está siendo golpeado por las sanciones que le ha aplicado Estados Unidos a la argolla de los Ortega – Murillo.  

Ortega debe escoger el camino que quiere seguir, debe decidir si quiere seguir perdiendo dinero, si quiere seguir colapsando como régimen. Lo que está haciendo es prolongar la agonía porque ya no sale de esa condición.  

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