Bosco Matamoros: “La UNAB y la Alianza mandaron un mensaje de infantilismo político”

El analista político analiza el desacertado anuncio de la separación de la UNAB y la Alianza, las reformas electorales que pretende imponer el régimen y el papel de Ciudadanos por la Libertad y el Frente Sandinista de cara a los comicios generales de 2021.

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  • enero 13, 2020
  • 01:56 PM
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BOSCO MATAMOROS

“La UNAB y la Alianza mandaron un mensaje de infantilismo político”

El analista político valora  el desacertado anuncio de la separación de la UNAB y la Alianza, las reformas electorales que pretende imponer el régimen y el papel de Ciudadanos por la Libertad y el Frente Sandinista de cara a los comicios generales de 2021.

Por JOSÉ DENIS CRUZ | 13 ENERO 2019 

Bosco Matamoros es uno de los pocos analistas políticos que critica férreamente a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y a la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) por la forma en que han tratado la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018. “Ellos convirtieron el manejo de la crisis en un teatro político, y obviamente hay un rechazo cada vez mayor”, valora en una entrevista con Despacho 505.

 Matamoros, que fue ministro en Roma de la Organización de Agricultura y Alimentación de las Naciones Unidas, ve en el reciente anuncio de separación de “roles” de ambas organizaciones una falta de madurez política que denota la incapacidad de estas para crear la ansiada coalición opositora con la que se pretende derrotar al dictador Daniel Ortega de manera cívica

En esta conversación, el diplomático además cuestiona el rol pasivo que han tenido los empresarios del país frente a la crisis y esboza el escenario si Ortega decide ir a elecciones con reformas electorales hechas a su medidas y sin la mínima garantía de transparencia internacional. “Probablemente la comunidad internacional desconocería otro gobierno de Ortega”, dice.

¿Para usted, qué reflejó esa separación estratégica, entre comillas, de la Unidad Nacional y la Alianza Cívica, anunciada la semana pasada? 

Reflejó la falta de madurez política de ambas organizaciones. Hemos visto que la UNAB se sirve de los típicos expedientes de la política nicaragüense, mientras que la Alianza es una ficción, y es trágico en el sentido que esto es el resultado de un naufragio. Y este naufragio no solo ha desencantado a la opinión pública de Nicaragua, sino que también está provocando que se mire con escepticismo la capacidad de estas dos organizaciones de presentar una alternativa contra el gobierno de Ortega.

Tras la separación de “roles”, ambas organizaciones informaron que seguirían trabajando por construir una coalición nacional, ¿después de este anuncio desacertado, lo ve posible?

Esa afirmación es algo surrealista. Aquí lo que se necesita es una organización horizontal donde se incluyan todos los sectores sociales y políticos. Los dos comunicados de estas organizaciones son una derrota estratégica auto infligida por la Alianza y la Unidad.

¿Cuáles ha sido los errores de estas dos organizaciones desde que se conformaron? 

Las ambiciones personalistas, el presidencialismo, la falta de democracia interna y que se han autoproclamado los ungidos por parte de la comunidad internacional y han visto como organizaciones de segunda categoría a los partidos políticos. Esa tendencia a crear estructuras artificiosas, dentro de ellas mismas, para reclamar representatividad, parecía una obra de teatro. Ellos convirtieron el manejo de la crisis en un teatro político, y obviamente hay un rechazo cada vez mayor.

¿Qué mensaje mandó la UNAB y la Alianza a la comunidad internacional al anunciar la separación?

División e infantilismo político, ese fue el mensaje que mandaron estas organizaciones a Estados Unidos y la Unión Europea. Mandaron un mensaje de falta de visión. 

Hemos visto más sanciones de parte del gobierno de Donald Trump, pero algunos critican la efectividad de la Nica Act, ¿usted qué opina?

Cuando la Nica Act se implemente con todas sus disposiciones este Gobierno no tendrá capacidad de maniobra en ninguno de los organismos multilaterales financieros ni de créditos, ya sea en el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. El Gobierno esta solicitando cooperación sin condicionalidad, lo que es un absurdo desde el punto de vista político y económico, porque ningún país otorga cooperación sin condicionamiento.

Ahora Ortega sólo cuenta con el financiamiento del BCIE…

Digamos que quien está manteniendo a flote el financiamiento de inversión publica es el BCIE porque yo no he visto millones viniendo de Venezuela, se ha agotado esa fuente de financiamiento, y por otro lado Rusia no tiene la capacidad para financiar este proyecto, tampoco tiene interés y China no quiere entrar en una confrontación geopolítica con los norteamericanos, los chinos tienen un principal interés y es reactivar sus relaciones comerciales con Washington. Así que cada vez nos convertimos más en un país disfuncional.

El analista político Bosco Matamoros. CORTESÍA / NICARAGUA INVESTIGA

¿Y cómo se encuentra la actual crisis?

Aquí hay un congelamiento de la situación del país. El Gobierno está buscando medidas intermedias, a mitad de camino, entre la verdad y el engaño , y en ese sentido está proponiendo un proceso de reforma electoral con una Asamblea que ellos controlan completamente.

Hablando de esa propuesta de reforma, la comunidad internacional no aceptará una reforma electoral unilateral.

Si esto no lleva la consulta de la oposición, va a ser rechazada tanto por el país como por la comunidad internacional y más bien va a empeorar y agravar el rechazo y condena de la comunidad internacional.

Pero Ortega parece correr ese riesgo… Wilfredo Navarro dijo que las reformar se consultarán solo con los partidos políticos, los que colaboran con la dictadura.

Todo indica que Ortega está dispuesto a correr ese riesgo. Ortega está caminando sobre el filo de una navaja. Es fundamental que en una reforma de esa naturaleza se refleje la opinión de los otros sectores políticos de Nicaragua.

El gobierno aún tiene un memorándum de entendimiento con la OEA, aunque no está claro si este organismo va a participar en las reformas electorales.

La pregunta es si esta propuesta de reforma refleja el entendimiento que el Gobierno concluyó con la OEA. En este momento dar el diagnóstico sobre cómo van a terminar ese proceso de las reformas del sistema electoral es muy prematuro. Yo miro que hay mucha retórica y los diputados (sandinistas) demuestran la enorme debilidad y nerviosismo que hay en el Gobierno, pero también demuestran que la posición del Gobierno no es sostenible a mediano plazo.

¿Y qué papel juegan los empresarios?

Aquí hubo un error profundo de principio y de estrategia por parte del sector privado. Sembraron los árboles de esta crisis porque antepusieron el interés sectorial ante el interés nacional. Cuando se les criticó que habían violaciones de las normas y disposiciones institucionales por parte del Gobierno, los empresarios continuaron dialogando como si nada había ocurrido, cuando lo elemental era suspender todo tipo de negociación y comunicación.

Y hasta ahora han utilizado a la Alianza, en gran parte, como el biombo para poder de manera cautelosa y monástica expresar sus intereses y deseos de cambio. Ante la opinión pública del país, ellos acarrean una gran responsabilidad, los nicaragüenses no se han olvidado y el sector privado tiene un enorme reto de contribuir de forma positiva a la solución de esta crisis.

¿De qué manera pudieran redimirse, por decirlo así, los empresarios?

Ellos tienen su representante en la Alianza Cívica con claridad y coherencia y están dispuestos a pagar un costo de oportunidad, porque ellos han sido uno de los grandes beneficiarios (del diálogo que mantuvieron con el Gobierno). Se les señala como uno de los sectores responsables, aunque es cierto que han pagado unos costos, pero no han dado una respuesta de modo que la opinión pública les dé una bendición.

¿Qué acciones beligerantes y contundentes podrían hacer para dar una imagen diferente a la ciudadanía?

No he visto un pronunciamiento del gran empresariado en el que diga categóricamente cuál es su posición, su lenguaje ha sido alusivo. No es tarea mía decirle qué es lo que tienen que hacer, ellos tienen que decir de qué son capaces, qué están dispuestos a hacer y el costo que están dispuesto a incurrir para contribuir a una transformación en Nicaragua

Recuerdo que la única comunicación fue una serie de entrevistas a medios impresos que dieron Ramiro Ortiz, Carlos Pellas y Roberto Zamora en las que coincidían en que Ortega debía adelantar las elecciones como una solución a la crisis que atravesaba el país…

Hasta ahora ellos tienen la actitud típica del nicaragüense, es la actitud que yo llamo del solapadismo. Muchos nicaragüenses están sentados en el muro esperando a ver qué ocurre y hacia dónde van los eventos en el país para después, en un momento determinado, identificarse o sumarse. Por el momento la posición de ellos no es propositiva, aunque si te puedo decir que la base empresarial está dispuesta a pagar altos costos que implica tomar una posición definida y que pueda llevar a una solución de la crisis nicaragüense. Y nadie está hablando acá de negarle el derecho al FSLN como partido, lo que se le pide es que entremos en un proceso político con igualdad de condiciones

Usted considera que el FSLN tiene que participar en elecciones generales de 2021… algunos sectores piensan lo contrario.

Muchos sectores piden que se elimine al FSLN como partido y que se le impida que compita en elecciones. Yo no estoy de acuerdo con eso, si vos querés que respeten tus derechos, debemos respetar los derechos de los demás, ese es el problema de Nicaragua. Si queremos crear un país moderno, debemos de partir del hecho de crear un sistema institucional en donde la ley sea igual para todos, esa es la esencia de la crisis nicaragüense.

¿Qué pasaría si ortega hace reformas electorales a su medida junto con sus partidos colaboracionistas? El único partido que podría competir es Ciudadanos por la Libertad, que se identifica como opositor.

Fijate lo que pasó en Bolivia cuando se trató de hacer un fraude. Aquí estamos corriendo el riesgo de una implosión cívica, y el poco espacio y maniobra que le queda a Ortega en el contexto internacional, desaparecería prácticamente si comete fraude. Nosotros somos parte del sistema internacional Occidental, no somos parte la Unión Africana, ni del sistema asiático, ni de la Unión Europea, ni somos un estado de los Estados Unidos, pero si tenemos un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, somos parte del Cafta (Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos), y de por sí nos hemos aislado completamente con los países de América del sur. ¿Y qué país de América del Sur va a financiar a Nicaragua, o de Medio Oriente cuando sabemos que su seguridad estratégica depende de las relaciones con los norteamericanos? Entonces ese contexto de fraude sería una catástrofe a largo plazo para el país.

Es decir que si ortega gana las elecciones en unos comicios fraudulento, la comunidad internacional desconocería su Gobierno?

Probablemente. Ya vimos el ejemplo de Venezuela, que ellos viven en una crisis permanente, con la diferencia de que exporta alrededor de un millón de barriles de petróleo diario y Nicaragua no tiene ninguna exportación de orden estratégico. Nicaragua exporta banano, café…

¿Y en este juego político qué rol puede desempeñar el partido Ciudadanos por la Libertad?

 Un papel fundamental, ellos están ofreciendo su casilla sin ninguna condición de proponer candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia. El partido otorga su casilla dentro de un marco de que cada uno de los actores tengan los mismos derechos, el mismo peso, es decir que exista una coalición en la que cada uno de los actores tengan un peso idéntico. No podemos convertir la crisis en un puente para promover ambiciones personales ni hegemónicas.

El último anuncio de la UNAB y la Alianza es que esperan tener conformada la coalición en el primer trimestre de este año…

Seguimos con esas afirmaciones maximalistas que casi se convierten en vuelos espaciales. Seguimos soñando. La gran preocupación que tengo es que no han explicado en qué forma lo van a conseguir y bajo qué criterios. Hay que aceptar que hay un problema en la cultura latina de no aceptar que se equivocaron o que fracasaron y acá ha habido ambas cosas por parte de ambas organizaciones. Tienen una gran oportunidad y es casualmente integrarse dentro de esa gran coalición. La UNAB y la Alianza no tienen la llave para formar la coalición, son solo parte de ese escenario, pero no son los ejes.

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