Manuel Díaz, creador de Bacanalnica: "Tomé la decisión de irme, porque era más peligroso estar en Nicaragua"

Manuel Díaz, el bloguero más conocido de Nicaragua, revela a Despacho 505 que tras la huida de periodistas independientes, decidió dejar el país para resguardar su vida y la de su familia. “Al seguir la persecución era más peligroso quedarse”.

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  • febrero 22, 2019
  • 03:48 AM

Manuel Díaz, el bloguero más conocido de Nicaragua, revela a Despacho 505 que tras la huida de periodistas independientes, decidió exiliarse en Estados Unidos para resguardar su vida y la de su familia. “Al seguir la persecución era más peligroso quedarse”.

El hombre que bautizó al presidente Daniel Ortega como “Masacrín” y “El Masacrador de niños” se fue al exilio, tras incrementarse la persecución en su contra. “No iba a esperar que me hicieran lo mismo que a Miguel Mora y Lucía Pineda, y si Carlos Fernando Chamorro y su equipo se fue, pues yo sabía que ya era el momento de salir, reveló Manuel Díaz, creador del sitio Bacanalnica, a Despacho 505.

El comunicador señala a Ortega como el hombre que superó a todos los dictadores que Nicaragua ha tenido desde su vida independiente que inició en 1821. “Daniel Ortega tiene una obsesión por destruir la vida de niños, es un animal muy especial”, asegura.

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Díaz, un especialista en marketing digital,  es el autor de los análisis satíricos e incómodos para Ortega que publica Bacanalnica.com. Su sitio, ahora con visitas aproximadas entre 8,000 y 10,000 al día, es uno de los más seguidos del país. Lo fundó en 2001 como una web de entretenimiento que informaba sobre fiestas y conciertos, sin embargo en los últimos años ha sufrido una metamorfosis y desde abril está dedicado a denunciar la "represión, matancina, violación a los derechos humanos" por parte del régimen.

“Ahora el blog se hizo monotemático. Eso lo hago desde el punto de vista personal, escribo en la forma en que a mí me gusta. Y ha tenido audiencia, más allá de lo que me esperaba”, cuenta.

Sé que fuiste amenazado por simpatizantes del régimen, pero qué fue lo que te hizo tomar la decisión del exilio, ¿hubo alguna acción en particular?

Yo tenía un colchoncito de seguridad que eran los periodistas. Antes de hacerme algo a mí, estaba claro que los primeros en la mira eran los periodistas. En enero me di cuenta que solo yo quedaba en Nicaragua, y Miguel Mendoza, que es un héroe de la comunicación porque ahí sigue. Y claro, La Prensa y La Corporación que son dos instituciones que han visto pasar guerras civiles y no se mosquean (inmutan), pero todos los demás se fueron: todos mis amigos, las persona que admiraba y seguía para estar informado.

Llegó un momento que al no haber nadie, y seguir la persecución yo tomé la decisión de irme con mi familia a Estados Unidos, porque era más peligroso. No iba a esperar que me hicieran lo mismo que a Miguel Mora y Lucía Pineda, y si Carlos Fernando y su equipo se fueron, pues yo sabía que era el momento. Así se fue Nicaragua Investiga y ustedes (Despacho 505) que están en España.

Tengo acusaciones de tener laboratorios clandestinos para propiciar el golpe de Estado, amenazas en redes sociales y privadas que no he hecho pública porque son más serias. Han publicado donde vivo, me buscan, mandan a alguien a buscarme, todo eso se fue acumulando.

¿De qué te acusaba el régimen?

Terrorismo, quema de alcaldías, de ser responsable de organizar los tranques y de incitar al odio, que es el nuevo delito por el que te meten preso, y por el que Miguel y Lucía están en la cárcel. Tengo acusaciones de tener laboratorios clandestinos para propiciar el golpe de Estado, amenazas en redes sociales y privadas que no he hecho pública porque son más serias. Han publicado donde vivo, me buscan, mandan a alguien a buscarme, todo eso se fue acumulando.

Tenía una lista de acciones que si iban pasando, yo debía tomar la decisión de exiliarme. Fue así que llegó el momento en que de las cinco cosas que tenía escritas, cuatro ya habían sucedido.

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Quizá esta pregunta suene cliché porque sé que no es fácil, pero ¿cómo estás viviendo el exilio?

A mí me cuesta el exilio porque yo soy feliz en Nicaragua. Soy de las personas que recibió una Nicaragua privilegiada en todos los aspectos, no estoy diciendo que era millonario,  que vivía sin preocupación, pero me iba bien, tenía mi vida hecha, mi carrera iba muy bien, todo el alrededor mío iba bien. Yo crecí en la guerra civil (1980) y aún con eso, las veces que he viajado fuera, añoraba regresar, porque me gusta vivir en Nicaragua.

A pesar de las dificultades de la economía yo no tenía ningún problema de vivir en Nicaragua, es más en algún momento tuve la oportunidad de buscar residencia en otro país, no lo entendía, porque nunca tuve la necesidad y porque si sobreviví la guerra civil, no creía que volviera otro momento como este. Ahora estoy en otro país, viendo cómo son los papeles, cómo es legalizarse, cómo es vivir, cómo es hacer vida en otro lado. Toda mi vida pensé que era una locura y que no me iba a suceder. Es como inverosímil. 

Hay personalidades, como el mismo exmagistrado Rafael Solís, que advierten a Ortega de una guerra civil no acepta sentarse a negociar, vos ya viviste un conflicto, ¿cómo recibís estas declaraciones?

Lo dudo (una guerra civil) porque Ortega tiene los días contados hasta 2021. Yo calculo que él adelantará elecciones seis meses antes de 2021, estamos en un 2019 perdido, 2020 es un año electoral y 2021 habrá un cambio, eso no da lugar a una guerra civil.

Dudo mucho porque en Nicaragua nadie está añorando irse a enmontañar. En Nicaragua, si acaso podemos rescatar algo de todo esto, se ha dado una revolución cívica inédita, muy alentadora. Yo estaba claro que Daniel Ortega estaba ahí porque se votó por él, y hoy en día siento que Nicaragua maduró un montón en términos cívicos.

¿Ves mayor interés en la política?

Sí, ese discurso que la política no me da de comer, fue superado y más bien hay una ilusión de cómo vamos a reconstruir el país. Lo que viene después de Ortega me ilusiona, me preocupa, pero es difícil estar enfocado en eso cuando a diario ves condenas como las de Pedro Mena y Medardo Mairena, y los maltratos a las las presas políticas…

Yo les recomiendo a las personas con las que puedo hablar es que salgan corriendo de Nicaragua porque vienen un par de años difíciles.

¿Creés que el país aguante dos años con Ortega en el poder?

No me siento con la autoridad de decir que hay que aguantar porque soy uno de los que se fueron. Los que están allá, que no están siendo perseguidos personalmente, probablemente tengan un espacio de acción un poco mayor porque si no se meten con el partido, familia o gobierno (al final todo es lo mismo), pueden sobrevivir moderadamente hasta que la economía vaya a pique. Pero los que son perseguidos, deben salir de Nicaragua porque no es algo de meses, la situación se resolverá en años. Yo les recomiendo a las personas con las que puedo hablar es que salgan corriendo de Nicaragua porque vienen un par de años difíciles.

¿Qué ha sido lo más difícil de escribir en el contexto de la crisis?

Los meses duros de la represión. Eso nos afectó a todos. Hablar de un preso político de Masaya al que le quebraron todos los dientes fue difícil de escribir, antes de hacerlo pasé acongojando por varios días. Ahorita ando con la imagen de la pobre Irlanda Jérez, dicen que las compañeras de celdas no se separan de ellas porque la quieren rematar en serio. Lo del Carlos Marx, fue otro momento duro para mí.

¿Por qué ves a Ortega como un masacrador de niños?

Eso brotó. Fue el día de la quema de la casa en el barrio Carlos Marx (junio 2018), donde murieron dos niños. Cuando tenés niños ya no ves de la misma manera, te afecta demasiado un hecho como ese. Daniel Ortega tiene una obsesión por destruir la vida de niños, es un animal muy especial. Está Anastasio Somoza, está José Santos Zelaya, tenemos dictadores de sobra para comparar a la bestia de Daniel Ortega con estas personas.

¿Supera a todos los dictadores?

Sí, estoy claro que en Ortega solo pasan cosas atroces. No está pensando en qué lindo el niño, está pensando en lo peor. Es un objeto de estudio lo que pasa  por la mente de Ortega.

¿No creés que tanto Ortega y Murillo son las mentes que han infundido el terror en Nicaragua?

Para mí Rosario Murillo tiene un mérito en su vida y es haberse casado con el patrón (Ortega). Esta señora si no se hubiera casado con Ortega sería desconocida totalmente. Esos planes de ser presidenta de Nicaragua es el epítome del “se casó bien”. Por eso le puso un montón de hijos al hombre para asegurarse su futuro, y por eso permitió también que abusara a su hija Zoilaamérica Narváez. Murillo es el retroceso en más de 50 años de los avances del feminismo en Nicaragua, es una vergüenza y será recordada como la mujer que quiso ser presidenta.

Si mañana Ortega se muere, el Frente Sandinista mismo se come viva a Rosario Murillo porque no tiene mérito

¿Pero no le ves mérito a Murillo como militante del sandinismo, como poeta?

En lo absoluto. Es más, en el libro del periodista Fabián Medina (El preso 198) está bien claro que su posición era ser la mujer del comandante y que pasaba todo el día en un cuarto inventando qué cosas hacer.

La impresión que tenemos es que Ortega y Murillo manejan los hilos del poder en Nicaragua…

Sí, porque el marido la puso a hacer eso. No digo que no sepa hablar ni escribir, no digo que es un animal ignorante, como sí hay dentro del gobierno. Rosario Murillo es alguien con una moderada inteligencia, es una tuerta en un mundo de ciegos, que se casó con el patrón y por eso tiene alguna autoridad que la ejercita en el negocio de este. Por eso los empleados le hacen caso, que eso sea indicativo de líder o figura, no.

Murillo no reivindica en nada los ideales feministas …

En nada. Rosario Murillo es un retroceso para el feminismo de Nicaragua, te lo digo yo que vengo de una madre soltera. Yo conozco qué es feminismo, y las luchas de personas similares a Rosario Murillo, pero insisto, es el epítome de casarse bien, es un retroceso. Ella quería ser presidenta de Nicaragua a punta de la ser la mujer de Ortega, eso no es meritorio, no es feminista. Es el mismo y penoso papel que le tocó a la mujer por toda la vida, antes de ser actores activos de la sociedad. Ahora la mujer ya puede trabajar, hacer su carrera, y eso no es lo que Murillo hace, vive a la sombra de Ortega.

Te aseguro que si mañana Ortega se muere, el Frente Sandinista mismo se come viva a Rosario Murillo porque no tiene mérito. Si a Ortega le cuestionan el mérito dentro de la lucha revolucionaria, el de Murillo, derivado de Ortega, es más cuestionable. Sin quitar el penoso hecho de haber defendido a Ortega cuando Zoilamérica lo acusó de violación sexual, con tal de mantener sus beneficios.

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¿Ese tono que le das a tus escritos surgió de manera espontánea?

Así me expreso yo, en confianza. Bacanalnica es una comunidad. La intensión era hacer un sitio de entretenimiento, pero por debajo yo tenía claro que para hacer eso, necesitaba una comunidad, y eso lo logré desde muy temprano y ha sido el éxito del sitio.

La comunidad no siempre ha sido la misma. Hasta el 19 de abril, giraba a lo que se hablaba en el día. Entre la comunidad tenía a gente que trabajaba en el Gobierno y partidarios de Ortega. Bacanalnica es una conversación y yo tengo claro a quién está dirigido, y si es alguien que no encaja en ese público meta, definitivamente lo rechaza. He tenido casos, durante la transición del sitio a algo más personal, que tenía muchos fans que estaban por premios a los conciertos, boletos de cine, pero cuando viene el cambio rechazaron lo que yo estaba escribiendo porque no escribía para ellos.

https://twitter.com/Bacanalnica/status/1098768392935362561
Desde el exilio, Manuel Díaz continúa analizando los acontecimientos que ocurren en Nicaragua, lo último: el nuevo llamado a negociar de Daniel Ortega.

¿Cuál es el perfil de la comunidad?

Está determinado por el tema que se aborda, si alguien llega y no entiende la broma, yo ya sé que no pertenece al público meta de Bacanalnica, así que  muy discretamente lo separo, para no arruinarnos la fiesta los que sí entendemos y disfrutamos Bacanalnica.

¿En qué momento te sentás a escribir?

Ahora estoy en un período de transición porque me fui de Nicaragua hace poco. Normalmente me sentaba a escribir como a las 5:00 p.m., pero ahora como los artículos son más profundos y más serios, me toma más o menos dos horas hacer el artículo. Esas dos horas implica leer las noticias, encontrar lo que me llama la atención, buscar fotos, vídeos… Para mí es lento, pero estoy claro que normalmente eso debería tomar más para alguien que no lo hace cotidianamente. Ahora escribo, cuando puedo porque estoy teniendo problemas de tiempo, ahora empiezo como a las seis o siete.

¿Y Bacanalnica seguirá escribiendo de política en una Nicaragua sin Ortega?

Sí, yo no hablaba de temas políticos porque no sentía que había público para ello. La política, para mí, era el deporte y la religión, son las cosas que llenan mi vida, le dedico seguimiento, me sale natural hablar y ahora que construí una comunidad, no la voy a desaprovechar.

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