Manuel Orozco: “Estados Unidos está entregando en bandeja a las personas en riesgo de ser ultrajadas por el régimen”

Estados Unidos puso en marcha nuevos procesos migratorios para cubanos, haitianos y nicaragüenses, siguiendo el modelo de los ya establecidos para venezolanos y ucranianos, en los que, según las autoridades de ese país, combinan vías seguras, ordenadas y legales para entrar al mismo e incluye la autorización para trabajar.

El especialista nicaragüense en temas migratorios, Manuel Orozco, explica en entrevista a DESPACHO 505, que ese proceso es largo y que, a pesar de que persigue lo contrario, la migración irregular continuará porque la gente no tiene confianza de quedarse en sus países. 

En el caso de los nicaragüenses, no quieren quedarse en un país con un gobierno autoritario, en el que pueden ser desde perseguidos o encarcelados hasta ser asesinados, indica el experto. 

“La medida responde a la magnitud migratoria, pero carece de vínculo directo con la política exterior de Estados Unidos hacia Nicaragua”, explica.

De esa forma, como los nicaragüenses con menos posibilidades de entrar a Estados Unidos son los que más persecución sufren en Nicaragua, afirma que ese país le está entregando a los Ortega Murillo en bandeja a sus víctimas.

¿Cómo funcionará esa medida para los nicaragüenses? Para los venezolanos se demoró el proceso.

Es un proceso burocrático mediante el cual hay que pasar por varios pasos. Los procedimientos pueden haber mejorado desde que se implementó el de Venezuela, sin embargo, todo manejo de solicitudes pasa por un control manual para filtrar las solicitudes, establecer el rango de asignación de permisos de forma proporcional a los cuatro países y del nivel de esfuerzo asignado para procesar 30,000 asignaciones, considerando que la cantidad de solicitudes puede ser cuatro o cinco veces mayor que las 30,000.

¿Cree que esta medida disminuirá la migración hacia Estados Unidos?

En el corto plazo la disminuirá, especialmente por el efecto disuasor de no tener la opción de presentarse.  Sin embargo, en el mediano y largo plazo no resuelve el factor detonante de esta migración por lo que ésta continuará. 

¿Es algo parecido a lo del Título 42, la medida para denegar la entrada a inmigrantes para evitar contagio de enfermedades en Estados Unidos?

La experiencia del Triángulo Norte muestra que, aun con la aplicación del Título 42, al 60 por ciento de los centroamericanos que se presentan, la gente sigue emigrando de sus países porque tanto las circunstancias materiales como las aspiracionales no les da confianza para seguir en sus países. La migración del Triángulo Norte cayó 30 por ciento en 2022 en relación con el 2020, pero tuvo un movimiento similar al de 2019.

¿Y en el caso de los nicaragüenses?

Aunque el detonante es económico y aspiracional, el factor principal es sistémico. Los nicaragüenses no se quieren quedar en un país autoritario porque están expuestos a corrupción, fraude, maltrato, miedo, cárcel y hasta la muerte.

 ¿Qué consecuencias cree que tendrá esta nueva medida del presidente estadounidense Joe Biden?

Primero, un aspecto que ignora esta medida es que los criterios establecidos no coinciden con la población en riesgo de emigrar. Solo el 60 por ciento de quienes quieren salir de Nicaragua tienen un familiar en el exterior, el 40 por ciento restante, no. Este grupo es el que tiene también más preocupación sobre el riesgo de quedarse en el país porque están más expuestos.

LEA TAMBIÉN | Así funcionan las dos formas legales de ingreso a Estados Unidos para migrantes nicaragüenses  

Segundo, lo que la medida ha creado es una puerta adicional de salida de Nicaragua, en vez de un único método de salir ya que quien se siente en riesgo de seguir en Nicaragua ya sea por amenazas, por un serio desempleo crónico, por persecución, decidirá asumir el riesgo de irse por la vía irregular.

¿Facilita las cosas el hecho de que se pueda gestionar el asilo en línea?

Aquellos que querían irse, pero no estaban dispuestos a asumir el riesgo de tomar la trayectoria, tendrán ahora un incentivo para hacerlo.

¿Cuánto cree que aumentarán las solicitudes de asilo?

Dependerá del nivel de vinculación de la diáspora legalizada y sus familiares. Los que están más establecidos llevan más tiempo en Estados Unidos, pero no tienen los mismos vínculos y compromisos que aquellos que recién llegaron, pero no tienen estatus legal. El asunto entonces es que la probabilidad que los nicaragüenses establecidos en Estados Unidos peticionen a un familiar será baja.

¿Qué significa esta medida para aquellos que no pueden estar en Nicaragua debido a la persecución del régimen Ortega Murillo?

Los que necesitan irse y no podrán hacerlo o sean devueltos quedarán explícitamente, abiertamente expuestos a la represión. Estados Unidos está entregando en bandeja a las personas en riesgo de ser ultrajadas por el régimen.

¿Quiere decir que esta medida no se corresponde con las circunstancias de Nicaragua?

La medida responde a la magnitud migratoria, pero carece de vínculo directo con la política exterior de Estados Unidos hacia Nicaragua. No hay una respuesta proporcional a las causas migratorias sino al síntoma, la migración, lo cual solo afecta a aquellos en riesgo de quedar expuestos a las violaciones de derechos humanos de la dictadura.

Un subsecretario informó que a este proceso se puede acceder desde cualquier país, ¿cómo ve eso?

Así es. No depende de donde estés, y en particular es un procedimiento que apoya a quienes son haitianos y venezolanos que han estado en terceros países. Y más recientemente a los miles de cubanos que están entrando por Nicaragua.

¿Qué puede decir de la cuota de que Estados Unidos admitirá a 30 mil personas por mes de las cuatro nacionalidades?

La cuota depende del nivel de solicitudes, y la distribución proporcional que decidan adjudicar por país. Esto es un cálculo aritmético entre el promedio de personas que han salido de estos países, Nicaragua con 26 por ciento; Cuba, 33 por ciento; Haití, 12 por ciento y Venezuela, 29 por ciento, así como el porcentaje de quienes tienen estatus legal para pedir estas personas y la probabilidad que lo hagan. 

Aritméticamente este número varía y, en el caso de Nicaragua, aunque de las 30,000 visas, 8,000 puedan asignarse a esta nacionalidad, la probabilidad de que las solicitudes ocurran ante la realidad que en este momento menos del 50 por ciento tienen status legal, y la probabilidad que decidan peticionar es baja, como de un 30 por ciento, las solicitudes puedan ser bajas.