Alberto Cortés: "Ortega ataca a quienes cuestionan su apego al poder"

Daniel Ortega está consciente del alto costo que paga por mantenerse en el poder y si debe sumar enemigos lo hará, con tal de restar posibilidades de soltarlo, advierte el politólogo Alberto Cortés.   

Cortes, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos, sobre política nicaragüense y centroamericana, CIEP, de la Universidad de Costa Rica, UCR, comenta en esta entrevista el contenido de algunos discursos que Ortega dio este año y lo primero que anota, es que el dictador, "no titubeó en atacar a quien se le pusiera en frente para cuestionar su apego al poder".

El dictador, que suele perderse de la esfera pública por más 30 días seguidos, este año compareció más de una decena de veces. Su aparición, llegó la mayor cantidades de veces, con un discurso en los que predominaron los ataques a la iglesia Católica, sacerdotes y obispos; sin faltar a su narrativa anti imperialista.

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BUSCA JUSTIFICAR “GIRO DICTATORIAL”  

El dictador, sumó ataques contra los países que integran la Unión Europea (UE), contra El Vaticano, contra los presidentes de Argentina, Colombia y Chile, que intentaron tender un puente humanitario para lograr la libertad de los secuestrados políticos que ya suman 237.

Para el investigador, los ataques de Ortega no son hechos a la ligera, son pensados y bajo la lógica de una especie de estrategia para legitimar las acciones que le preceden a ese discurso.

“Es como si pretendiera justificar su giro dictatorial”, dice el experto.  

Además, advierte que el dictador, está consciente que aunque se encuentra “aislado”, enfrentado a la comunidad internacional, incluyendo países que se declaran de izquierda como él, esas posturas todavía no tienen efecto a lo interno del país, al menos no por ahora.  

Ortega ha atacado más a la iglesia Católica este año ¿Qué intenciones ve usted?

Ortega y Murillo han desarrollado una estrategia represiva contra todos los actores y sectores que, de alguna manera, tuvieron una posición crítica con el régimen o de apoyo a los sectores que participaron en la insurrección cívica de abril de 2018 en adelante.

Hemos visto si, que este año los ataques fueron más sistemáticos…  

Obedece a una estrategia. Esa estrategia incluye la construcción de una narrativa en la que se asocia al sector atacado con el supuesto golpe de Estado, el discurso principal con el que el régimen intenta legitimar el giro dictatorial que han llevado a cabo desde abril de 2018.

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AFERRADO AL PODER ANTE TODO

Ahora, sus ataques también han sido hacia afuera. A países vecinos y hasta aliados ideológicos como Argentina, Chile, Colombia…

Sí. Hasta este momento, el régimen no acepta el menor cuestionamiento o fisura con respecto a la orientación de la ruta que están imprimiendo en Nicaragua, mucho menos viniendo de gobiernos progresistas o de izquierda.

Eso explica el ataque y la descalificación que hacen de los gobiernos como el argentino, chileno y colombiano. O también del Vaticano.

Pero ello implica mayor aislamiento…

 Así es. Ello implica un mayor aislamiento internacional, pero es el precio que el régimen calculó desde el inicio y que está dispuesto a pagar con tal de mantenerse en el poder.

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Sobre ese aislamiento, a Ortega no parece importarle, ¿o sí?  

Lo que pasa es que este aislamiento tiene pocos efectos dentro de Nicaragua, más allá de la pérdida de legitimidad en la esfera internacional.

En ese tanto, no hay razones para el régimen de cambiar la orientación de su estrategia y por tanto, de buscar en este momento una salida política a la situación actual que prevalece en Nicaragua.