Carlos Quesada, director ejecutivo de Raza e Igualdad: “El régimen no le ha podido quitar la esperanza democrática a Nicaragua”

Cuando se le pregunta a Carlos Quesada —director ejecutivo del organismo internacional Raza e Igualdad— cómo valora la situación de los derechos humanos en Nicaragua responde con preocupación: “Se está agravando desgraciadamente”. Luego, expone que además de los constantes hechos represivos que han cercenado todas las libertades, la de expresión, prensa y asociación por ejemplo, hay una impunidad sobre las más de 355 víctimas que fueron asesinadas por el régimen de Daniel Ortega, según el conteo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“El costo de abrir la boca en Nicaragua es muy alto y lo dicen los casi 190 presos políticos que están en las celdas. La situación se agrava también porque los presos políticos están en condiciones inhumanas”, dice. “En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ve a Nicaragua como una finca y a los nicaragüenses como sus servidores”, agrega el director de Raza e Igualdad, el organismo que pujó porque la Organización de Naciones Unidas (ONU) ordenara la creación de un mecanismo especial que documente las violaciones a los derechos humanos cometidas desde 2018 por el régimen.

Pese a todo, según Quesada, el régimen de Daniel Ortega no ha logrado quitarle a los nicaragüenses la ilusión de vivir en un país democrático. En entrevista con DESPACHO 505, critica a la comunidad internacional por seguir reconociendo a Ortega a sabiendas que fue reelecto en un proceso nada democrático. “El problema de estas elecciones es que muchos países siguen reconociendo al régimen y es muy peligroso porque convierte a la comunidad internacional en cómplice de lo que está pasando en Nicaragua”.

ORTEGA-MURILLO VEN EN NICARAGUA UNA FINCA

Han pasado cuatro años de las protestas sociales pacíficas y reprimidas por el régimen de Daniel Ortega. ¿En qué situación estamos: peor o igual?

La situación de derechos humanos en Nicaragua desgraciadamente se está agravando. Han pasado picos de represión: primero los asesinatos y el ataque en el marco de las protestas sociales, pero se ha agravado por varias cosas y una de ellas es la impunidad que sigue prevaleciendo en Nicaragua cuatro años después de iniciada la crisis. En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ve a Nicaragua como una finca y a los nicaragüenses como sus servidores. La gente que está en desacuerdo con el régimen de Daniel Ortega tiene que quedarse callada si quiere permanecer en Nicaragua. El costo de abrir la boca en Nicaragua es muy alto y lo dicen los casi 190 presos políticos que están en las celdas. La situación se agrava también porque los presos políticos están en condiciones inhumanas, son presos sin defensa legal. Ortega está tratando a los presos políticos como si no fueran seres humanos. 

Entre estos 190 presos políticos, hay más de 40 importantes figuras de la oposición, excandidatos presidenciales por ejemplo. ¿Esto ha pasado en otros países de la región? 

Realmente no. La diferencia en Nicaragua es que el régimen utilizó la democracia representativa — porque hubo elecciones — para encarcelar a los opositores con bases en nuevas leyes que aprobó la Asamblea. El gran problema en Nicaragua es que no hay independencia entre los poderes del Estado. Daniel Ortega dio un golpe mortal a la democracia de Nicaragua en el año 2021 con la falta de elecciones democráticas. El problema de estas elecciones es que muchos países siguen reconociendo al régimen Ortega - Murillo y es muy peligroso porque convierte a la comunidad internacional en cómplice de lo que está pasando en Nicaragua. Hay ejemplos similares en Cuba, pero la diferencia ahí es que hay un partido único.

PARTIDOS DE FACTOS

Nicaragua tiene un partido único de facto…

Lo que pasa es que en Nicaragua hay partidos de oposición inscritos que dan la apariencia de que hay un proceso democrático. En el caso de Cuba, hay un partido que es el partido comunista, y cualquier persona que represente una amenaza es puesta en la cárcel. El caso de Nicaragua es incomparable si tomamos como partida el inicio de la década de los 90 cuando la democracia empezó a reinar en la región. No hay casos como el de Nicaragua en la región y eso es una vergüenza.

¿Qué es lo más preocupante y que se debe resolver en Nicaragua: la liberación de los presos políticos?

Hay pasos. Uno es el respeto y la defensa de los derechos humanos en Nicaragua, eso significa derecho a la libertad de expresión y asociación, y que no me metan a la cárcel por decir que no soy sandinista. En paralelo, respeto a las personas encarceladas. El régimen podría haber metido a personas en prisión, pero sigue violentando derechos y garantías de estas personas, además tiene que liberarlas. No hay un paso primero que otro, tienen que darse todos, tienen que darse al mismo tiempo. No se puede liberar a lo que nosotros llamamos prisioneros VIP, hay que liberar desde el más famosos como al que nadie conoce porque están al mismo nivel. El régimen lo que está haciendo es darle más importancia a algunos presos versus a otros para convertirlos en moneda de intercambio con la comunidad internacional. Los seres humanos no están para que comercien.

ORTEGA ESTÁ DISPUESTO A LLEGAR A LO ÚLTIMO...

La crisis de Nicaragua se ha elevado a organismos nacionales e internacionales: ha habido resoluciones, recomendaciones al Estado de Nicaragua en materia de derechos humanos, pero el Gobierno se hace el sordo.

Esto habla muy mal del régimen, pero también de qué tan desesperado está. Ortega está dispuesto a llegar hasta lo último para mantenerse en el poder. Lo que se le olvida a Ortega es que Nicaragua es parte de la comunidad internacional y uno de los grandes logros es la creación del Mecanismo Especial en Naciones Unidas para dar seguimiento a las violaciones a los derechos humanos ocurridas a partir de 2018. Van a sistematizar cuál es, cuál ha sido y continúa siendo la situación de los derechos humanos en el país para emitir recomendaciones. Sólo el hecho de la creación del Mecanismo es muy importante y lanza un mensaje a Ortega de que la comunidad internacional no se va a olvidar de las violaciones a los derechos humanos. Aunque Nicaragua intenta salirse de los espacios, es importante sistematizar las violaciones a los derechos humanos porque llegará un proceso de justicia transicional donde la verdad, la justicia, la reparación y no repetición se van a dar.

Hablabas del Comité de Expertos, que ordenó crear la ONU, pero el  régimen se negó a recibirlos. ¿Qué implicaciones tiene ese no de Nicaragua?

El mensaje que manda es que no le importa el respeto a los derechos humanos. Pero se seguirá documentando la situación de los derechos humanos en Nicaragua. Es importante que el mundo sepa que el procedimiento especial de Naciones Unidas no es fácil y Naciones Unidas no lo hace a menos que no esté interesada. Incluso, países aliados al régimen votaron para que se creara. Naciones Unidas continuará vigilando la situación de Nicaragua.

DERECHOS HUMANOS

¿Qué puede hacer este comité para cumplir con su misión?

Hay muchos nicaragüenses defensores de derechos humanos que están documentando la situación. Los expertos van a visitar Miami (Estados Unidos) y Costa Rica para reunirse con la diáspora, de modo que no se le impedirá documentar lo que está ocurriendo en el país. En Nicaragua, sigue habiendo ciudadanos deseosos de denunciar las violaciones a los derechos humanos. Habrá recomendaciones al Estado y a la comunidad internacional por parte del Comité de Expertos y tienen que ir hacia una condena al Estado de Nicaragua. 

¿Para Raza e Igualdad, los países que tienen influencia en el hemisferio han actuado con la urgencia del caso? Nicaragua ha estado en la agenda de la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea, el Congreso de Estados Unidos, pero no hay efectos contundentes como esperan los nicaragüenses. 

Lo importante es que la comunidad internacional está preocupada por lo que pasa en Nicaragua. Quiero mencionar que es preocupante el acercamiento de Rusia con Nicaragua, el hecho de autorizar de que tropas rusas lleguen al país es una provocación para la comunidad internacional y Estados Unidos. Las dictadura que violan los derechos humanos se ayudan. Nicaragua sabe que no es Venezuela ni Cuba. Los últimos acontecimientos pueden cambiar esa realidad para bien o para mal porque de pronto Nicaragua puede usar eso como estrategia de negociación con otros países.

MÁS PRESIÓN INTERNACIONAL

¿Estados Unidos y las democracias occidentales le han dado la importancia a Nicaragua o ha habido una reacción lenta?

Ha habido un interés político de este Gobierno de Estados Unidos, pero se pudo haber ejercido más presión. Pero el mayor interés ha venido de Costa Rica por razones obvias. Evidentemente, para Costa Rica el país más prioritario es Nicaragua, pero el tema de la migración irregular puede hacer que sea de más interés en Estados Unidos. La comunidad internacional pudo haber hecho más, se puede hacer más, tanto la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá pueden hacer más. 

Hablábamos de justicia transicional, me parece que los familiares han perdido la esperanza de que quien jaló el gatillo y mató a su hijo, hermano, sobrino vaya a la cárcel y pague por ese delito… 

La justicia transicional tiene muchas formas y no es la misma que se aplica en Perú, Colombia o Sudáfrica. Cada país decide el tipo de justicia transicional tomando en cuenta los principios básicos de justicia, reparación y no repetición. En algunos países para los familiares la verdad es más importante que los juicios. Los casos de desapariciones forzadas para muchas de las víctimas eran más importantes, es decir saber dónde estaba la gente desaparecida y no el juicio. Había procesos de perdón, de reconciliación.  Digo esto porque en muchos países se han establecido comisiones de la Verdad que documentan lo que realmente pasó con base a toda la información recopilada. La justicia transicional la tienen que decidir los familiares y se les tiene que consultar a las madres de las víctimas. 

Nicaragua se ha convertido en uno de los pocos países en el hemisferio donde los organismos de derechos humanos han sido descabezados. ¿Cómo trabajan los defensores en Nicaragua y cómo ven ustedes que Nicaragua se quede sin organismo, al menos sin sedes ni personerías jurídicas?

Es una violación a la libertad de asociación. El rol de la sociedad civil  en cualquier democracia es fiscalizar a los entes del Estado, no del Gobierno. El haber quitado las personerías a la organizaciones defensoras de derechos humanos es un claro ejemplo de la violación a la libertad de asociació. Lo otro es que no necesitamos una personería jurídica para sistematizar las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua porque se están documentando, a pesar de todo. El régimen no ha podido quitarle la esperanza democrática a Nicaragua y eso es lo que hay que seguir manteniendo vivo.