Muere Bobi, el perro más viejo del mundo

De la raza mastín portugués, vivió 31 años y 165 días de edad. Sus dueños nunca le pusieron correa y su dieta era a base de comida humana, así fue como Bobi, se convirtió en el perro más longevo del mundo, reconocido así en el “Libro Récords Guinness”. 

Guinness confirmó este lunes a través de su página web, la muerte de Bobi, el cual nació el 11 de mayo de 1992 en la localidad de Conqueiros: "Falleció el 21 de octubre en su casa en la localidad portuguesa de Conqueiros, donde vivió toda su vida con la familia Costa".

El mastín del Antelejo fue reconocido el pasado 2 de febrero con el Récord Guinness al perro más longevo del mundo hasta la fecha, un título que poseía Spike, un chihuahua mixto de Ohio (Estados Unidos). Este logro le llevó a acaparar la curiosidad de la prensa internacional. 

Karen Becker, veterinaria estadounidense que había atendido a Bobi en el pasado, ha colgado en su perfil de Facebook: "Este dulce chico ganó sus alas” refiriéndose al amor recíproco entre el can y sus dueños, que aunque fueron superiores a los de la esperanza de vida de su raza, “nunca serán suficientes para aquellos que le quisieron".

Su raza, conocida en Portugal como Rafeiro do Alentejo, es popular por proteger al ganado y su esperanza de vida es de 13 años

LA HISTORIA DEL PERRRO

Bobi fue adoptado por Leonel Costa a sus 8 años de edad. Según contó en diversas ocasiones, toda la camada fue sacrificada al nacer, pero él y su hermano lo encontraron abandonado y decidieron protegerlo. “Sabíamos que cuando el perro abriera los ojos, mis padres ya no lo enterrarían”, dijo Costa.

Desde entonces fue un miembro más de la su familia. “Valió la pena”, declaró el día que su perro fue distinguido como el perro vivo más viejo del mundo, y el perro con la mayor edad jamás registrada, por Guinness World Records (GWR).

La clave de la longevidad de Bobi dijo que fue "la comida, amor y libertad”.

Los últimos días de Bobi fueron igual que sus más de tres décadas de vida: "fue un perro feliz y gozaba de buena salud dentro de las dificultades de la edad, que le impedían caminar con normalidad y habían reducido su visión en los últimos años” narra su familia.