Brooklyn Rivera cumple un año bajo desaparición forzada y sin una prueba de vida

El líder misquito y presidente del partido indígena Yatama, Brooklyn Rivera Bryan, cumple un año bajo desaparición forzada a la que lo ha sometido el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Rivera, de 72 años, permanece en condición de desaparición forzada desde el 29 de septiembre de 2023 cuando fue detenido en horas de la mañana en su casa de Bilwi, cabecera de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, y desde ese momento ninguno de sus familiares lo ha visto.

En ese entonces, sus familiares relataron que fue detenido con engaños luego que oficiales de policía se hicieran pasar como supuestos trabajadores del Ministerio de Salud que supervisaban la zona en una campaña contra la malaria.

Tras su detención habría sido trasladado a Managua, pero un año después no se sabe dónde está y cuál es su condición de salud. A principios de octubre del año pasado, su familia supo que fue trasladado al Hospital Carlos Roberto Huembes de la Policía, porque tenía presión arterial alta. También escucharon que supuestamente sufrió un derrame cerebral, pero no han podido corroborar la información.

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CIDH otorgó medidas cautelares

El 9 de octubre de ese mismo año, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares, tras considerar que los derechos a la vida e integridad personal de Rivera Bryan se encuentran en una situación de grave riesgo. 

A finales de abril de este año, su hija Tininiska Rivera denunció que al menos en tres ocasiones les han dicho que el líder indígena ha fallecido; sin embargo, cree que se trata de noticias falsas del mismo régimen con el objetivo de preocupar a la familia y a la población en general.

Agregó que les han expresado que el caso de su padre está en manos de la Presidencia y que no siguieran preguntando porque el que lo haga irá preso.

El 5 de septiembre de este 2024 el régimen excarceló y desterró a 135 presos políticos que mantenían en las celdas de los distintos centros penitenciarios del país. Todos ellos fueron enviados a Guatemala en un vuelo patrocinado por Estados Unidos. En un primer momento se pensó que Rivera Bryan había sido liberado, pero con el paso de las horas se logró corroborar que no fue así, por lo que su familia, los organismos de derechos humanos y opositores al régimen siguen exigiendo una prueba de vida y su liberación inmediata.